La Biblioteca Pública de Huesca ha inaugurado este jueves la exposición ‘El hechizo de los libros restaurados’, que recoge una selección de catorce obras notables del fondo antiguo de la biblioteca oscense, que han sido restaurados por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), a través su Servicio de Conservación y Restauración de Patrimonio Bibliográfico, Documental y Obra Gráfica.
La muestra, organizada con motivo del Día de las Bibliotecas y que podrá visitarse hasta el jueves 31 de octubre, también permite conocer el proceso de restauración, con las distintas artes y técnicas utilizadas.
La exposición ha sido inaugurada con la presencia del director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui, la subdirectora general del IPCE del Ministerio de Cultura, Susana Alcalde, la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, la directora de la Biblioteca Pública de Huesca, Ana Torrijo, y la conservadora-restauradora de obra gráfica del IPCE, Emma Sánchez.
La muestra tiene su origen en 2018, cuando el Ministerio de Cultura, a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España, inicia un extenso proyecto de restauración de libros antiguos de alcance nacional. Los ejemplares expuestos son la selección que aportó Huesca al proyecto. Once obras -una de ellas formada por cuatro volúmenes- cuyo contenido abarca un periodo histórico comprendido entre el siglo XIII al XVIII y que tienen un especial significado para la historia, sociedad y cultura oscense y aragonesa.
Una vez concluida la restauración, los libros han regresado a Huesca y, con motivo del Día de las Bibliotecas, se exponen para que puedan ser disfrutarlos por todos los ciudadanos, una propuesta que tiene como objetivo mostrar la importancia de la conservación, dando relevancia a la restauración llevada a cabo, en la doble vertiente de la preservación y difusión de este tipo de fondos.
SOBRE LOS EJEMPLARES Y SU RESTAURACIÓN
La intervención, dotada con un presupuesto de 57.390 euros, ha tenido como objeto garantizar la conservación de los libros, frenar el avance de la degradación del conjunto, lograr su estabilidad química y estructural, así como facilitar su lectura. Todo ello siguiendo los criterios de mínima intervención, retratabilidad y estabilidad de los productos, que garanticen su compatibilidad con el bien sin alterar sus características físicas y estéticas.
Los once ejemplares son obras notables de gran valor histórico, social y cultural. Comprenden un periodo histórico que abarca desde mediados del siglo XV hasta finales del siglo XVI, salvo dos de ellas: el manuscrito ‘Rolde de la Cofradía de San Lorenzo’ (1289-1663), que recoge escritos de un periodo más dilatado, desde el siglo XIII al siglo XVIII, y el ‘Libro de Gestis. Monasterio de San Juan de la Peña’ (1681-1721), con protocolos concretos del siglo XVIII.
La temática de los volúmenes es muy variada, desde costumbres, pasando por libros sobre la vida en los monasterios, hasta cartas y documentos de partidos judiciales que ilustran su funcionamiento interno; y obras más concretas, como el primer tratado de sastrería publicado en España - ‘Libro de Geometría, Practica y Traça’, de Juan de Alcega (1580) - o una obra poética –el incunable ‘Sermones, sive Satyrae. Epistolae. / Omnia cum commentario Helenii Acroni’, de Horacio Flaco (1499-1500); gracias a ellos podemos conocer los gustos y las formas de trabajo de la sociedad moderna.
Las obras ilustran además la evolución de la historia del libro, su producción y encuadernación, con ejemplares que presentan una encuadernación flexible que se desarrolla durante toda la Edad Media, y que se recupera en el siglo XV, permitiendo el desarrollo de un Estado Moderno, adaptándose a los nuevos fines y usos.
BIBLIOTECA EMBLEMÁTICA PARA ARAGÓN
El director general de Cultura ha resaltado que la Biblioteca de Huesca es “emblemática para Aragón” con un servicio público “extraordinario, defendido por su directora, Ana Torrijo”, a la que ha querido felicitar y reconocer, al igual que al resto de las directoras de las bibliotecas aragonesas, en esta jornada de celebración. “Las bibliotecarias están sumidas por su labor callada en un anonimato, y quiero que esta sea una legislatura de reconocimiento hacia las bibliotecarias”, ha dicho. Junto al servicio público de la biblioteca, Olloqui ha destacado “el cuidado de un fondo bibliotecario de excepcionar valor”.
En este sentido, ha agradecido al Ministerio de Cultura “el esfuerzo que ha hecho en la recuperación de una parte muy significativa de ejemplares muy valiosos de ese fondo histórico de esta biblioteca. Los aragoneses y aragonesas vamos a ser muy exigentes con el Ministerio de Cultura en la defensa de nuestros derechos culturales”, ha apuntado, pero también ha resaltado la vocación de colaboración entre el Ministerio y Gobierno de Aragón. “Hoy es un día para poner en valor el significado profundo que tiene esa colaboración entre distintas instituciones”, ha señalado.
Olloqui se ha fijado en un “ejemplar excepcional sobre la regla de Sijena”, que forma parte de los fondos recuperados. “Sijena es muy emblemático para todos los aragoneses y las aragonesas. Apostamos, en una tradición reivindicativa irrenunciable, por la vuelta de los bienes en su día expoliados a Aragón, y hoy es un día para recordarlo”, ha considerado.
Por su parte, la alcaldesa de Huesca ha destacado que la muestra expone “libros muy importantes para nuestra ciudad porque proceden de la extinta Universidad Sertoriana y de dos de los colegios más importantes que tuvo Huesca en esta época, el Colegio Imperial de Santiago, ubicado actualmente en el Ayuntamiento de Huesca, y el Colegio de San Vicente, además de colaboraciones de otras entidades”.
“Es muy importante poner en valor toda la historia de nuestra ciudad -ha resaltado Orduna-, y es una apuesta que tenemos desde el Ayuntamiento en colaboración con el Gobierno de Aragón. Huesca tiene una historia de más de 6000 años y tenemos un patrimonio incalculable que quizás no hemos sabido contar”, por lo que ha invitado a los oscenses a acudir a la Biblioteca donde “van a tener la oportunidad de admirar estas maravillas que han sido restauradas por el Ministerio de Cultura”.
“Para nosotros ha sido un placer y un honor poder trabajar en un fondo de una calidad tan excelsa como es el que podemos ver en esta muestra”, ha asegurado, por su parte, la subdirectora general del IPCE del Ministerio de Cultura, Susana Alcalde. Ha agradecido al Gobierno de Aragón, al Ayuntamiento y a la dirección de la Biblioteca “dejar en nuestras manos un fondo tan maravilloso”. En este sentido, ha remarcado la colaboración como un eje fundamental para la protección del patrimonio.
Los otros dos ejes que ha apuntado son la interdisciplinariedad y la puesta en valor. “La salvaguarda del patrimonio implica a numerosos especialistas que consiguen ponerlo en valor. En este caso, han intervenido conservadores restauradores, personal especializado en investigación, biólogos, químicos, físicos, que han podido entender cuáles son las patologías y las necesidades de un bien tan preciado”, ha señalado.
Asimismo, ha destacado la importancia de la puesta en valor de unos fondos que “normalmente han estado en archivos, apenas visitados y conocidos, y es fundamental porque al final es la identidad, la de un pueblo, de unas comunidades, es la memoria viva. Precisamente a través de estos libros incluso podemos hacer un mapa social de la época y de lo que era Huesca en ese momento". Además de esa puesta en conocimiento, también ha apostado por "incentivar la investigación, que es fundamental en el ámbito del archivística y de las bibliotecas", que ha querido reivindicarlo "en una jornada tan importante como es el Día de las Bibliotecas”, ha subrayado Alcalde.
Como novedad respecto a otros proyectos, ha destacado el tratamiento sostenible y que se ha establecido un protocolo de seguimiento, entre otras. Además, se ha dejado una caja de muestras de lo que se ha ido haciendo, que también se recoge en el catálogo que se ha elaborado de la exposición.
La conservadora Emma Sánchez estuvo en Huesca conociendo los fondos y se quedó maravillada. “Cuando a la vuelta me preguntaron, dije: los hacemos, sin duda. Lo que vimos era que no se podía manipular porque las encuadernaciones y las costuras estaban rotas, porque tenían ataques de hongos y luego una corresión de tintas que hace que la tinta se va cayendo como si fuera un polvito”, ha explicado.
Con esas tres alteraciones se sacó a concurso el proyecto, que finalmente ha llevado a cabo la empresa Cambium, con los restauradores María Luisa Villamón y Rafael de Leonor Molina. “Teníamos clarísimo que queríamos conservar toda la singularidad histórica de las obras y creo que lo hemos conseguido”, en uno de Carderera manteniendo la pequeña reparación histórica que se hizo, en el que él mismo anotó: “libro rarísimo”.
Como ha resumido Sánchez, el trabajo ha consistido en “desencuadernar, volver a encuadernar, volverle a dar uso y para las dos piezas que no tenían encuadernación, hemos homogeneizado una encuadernación flexible de la época, que es la que armoniza el conjunto y toda la colección. Estamos encantados -ha añadido-, ha sido un trabajo maravilloso, que esperamos que todos los usuarios disfruten y que puedan consultarlo, que es la pieza clave de cualquier intervención”.
Ana Torrijo ha considerado un “privilegio y una emoción poder custodiar y difundir este valiosísimo patrimonio que conservamos aquí. El fondo merece ser difundido -ha dicho- y así lo vamos a hacer a partir de ahora de una forma periódica y constante”.
Se ha centrado en el Día de las Bibliotecas y en el lema elegido por el Ministerio para este año sobre la biblioteca sostenible. “La biblioteca pública está en un momento de cambio social, tenemos que darle un concepto muchísimo más amplio a lo que hoy en día consideramos que es una biblioteca. Espero que podamos seguir cumpliendo este lema de una biblioteca sostenible y de hacer que cada vez alcance a más estratos de la población”.
Por último, ha explicado que las bibliotecas públicas de Huesca y Zaragoza están celebrando su Día con el reparto de bolsas conmemorativas, distribuidas por la Dirección General de Cultura; así como con seis diseños de temática bibliotecaria en los vasos de café de Eboca, empresa que se suma a la jornada con el reparto de estos vasos en todas sus máquinas de café en el mes de noviembre.