La historia del jazz suele representarse por medio de un árbol -el famoso jazz tree- cuyas raíces son la tradición africana, los espirituales negros, los ritmos caribeños, las canciones de trabajo, la música de desfile militar, el gospel de iglesia, la música popular europea, irlandesa y española, el ragtime… y el blues.
El blues es una música negra, intensa, emocional, triste y alegre a la vez como el flamenco o el fado, pero que sigue una estructura concreta y conocida -los doce compases- que permite a los músicos compartir melodías e improvisar juntos. Lo explica Wynton Marsalis: He tocado con todo tipo de músicos en los lugares más diversos, desde el Pooh’s Pub o el City Park hasta un anfiteatro romano o la Sydney Opera House. Y he tocado con B. B. King, Itzhak Perlman, Sonny Rollins, Willie Nelson, Stevie Wonder y el maestro de guitarra flamenca Paco de Lucía. Y me refiero a actuaciones improvisadas, sin tiempo para ensayar ni ninguna música prevista. En semejantes circunstancias, ¿qué clase de canciones pueden interpretar músicos tan dispares? ¿Qué tienen en común?: el blues.
Hoy vamos a escuchar a nuestros más destacados bluesmen: Joaquín Pardinilla, guitarrista y compositor de Aínsa, con una gran trayectoria en la investigación del folk-rock, la música tradicional y el jazz; y Ernesto Cossío, cantante y guitarrista de formación clásica, especializado en música folk y flamenca que ha cultivado otros géneros como la música sudamericana y el ragtime.
En su repertorio aparecen temas de músicos legendarios como Muddy Watters, Robert Johnson, B. B. King, Eric Clapton o Tom Waits. Y su disco más emblemático -al margen de sus trabajos personales- fue grabado en directo en 2017 en El Corazón Verde zaragozano, donde actúan con frecuencia.
¡Feliz domingo de jazz!