"Huesca es una ciudad pequeña y, sin embargo, la conocen en América Latina. Los que nos dedicamos al cine y la cultura, sabemos perfectamente de esta ciudad y lo sabemos por el festival, principalmente". Así se ha pronunciado el director y escritor mexicano Armando Casas, miembro del jurado del Festival Internacional de Cine de Huesca, en una nueva sesión de los "Vermú con..." de esta 52 edición, en el que ha conversado con la programadora Cyndi Lara Portella y la actriz catalana Aida Folch. El acto, conducido por Chus Fenero, ha abordado temas como la influencia de la industria americana, el cine de autor, la identidad, la presencia de la mujer en el séptimo arte, las plataformas y otros asuntos.
Cyndi Lara Portella, con una sólida formación académica que incluye un Máster en Documental y Estudios Latinoamericanos por la Sorbona y la Universidad Paris Diderot, trabaja como programadora de cortometrajes para el Festival Biarritz Amérique Latine. Ademas, está realizando su primer largometraje sobre la dictadura chilena, "Les épaves" (Lo que queda), y en un nuevo documental como residente de Les Ateliers Médicis en París. Para ella, los festivales son espacios de encuentro y pedagogía, donde se puede compartir una visión diversa del cine y conectar con el público.
Aida Folch, nacida en Reus en 1986, es una de las actrices españolas con mayor proyección. Formada en interpretación con Juan Carlos Corazza y en la escuela de Cristina Rota, también estudió montaje en Madrid y Barcelona. Su carrera despegó en el año 2000 con "El embrujo de Shangai" de Fernando Trueba, y desde entonces ha participado en más de veinte largometrajes, numerosos telefilmes y series, y varias obras teatrales.
Su actuación en "El artista y la modelo" le valió una nominación a Mejor Actriz Protagonista en los Premios Goya de 2013. Actualmente, interpreta a Olivia en la serie "Madres, amor y vida" de Amazon Prime Video y ha dirigido y montado los cortometrajes "Estrellas" y "Ella". Aida ha resaltado que los festivales son un buen trampolín para los cineastas emergentes, una ventana para mostrar su trabajo y asegurar un futuro en la industria.
Armando Casas, por su parte, es director, escritor y productor de cine, es licenciado en Cinematografía por el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, donde es académico desde 1991. Con una prolífica carrera, ha producido más de veinte largometrajes y dirigido filmes como "Un mundo raro", "Familia Gang" y "Malacopa".
Además, ha dirigido numerosos cortometrajes, documentales y programas de televisión. Actualmente, es el presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas. Los festivales, ha dicho, son espacios cruciales para la audiencia, les ofrecen una experiencia única y de calidad al presentar obras seleccionadas por especialistas.
En la charla, también se ha comentado la importancia del cine de Iberoamérica frente al anglosajón. Aída Folch ha destacado que es importante que el cine iberoamericano siga contando sus historias con la personalidad que las caracteriza y que realmente nos representen. "Es fundamental que nuestras producciones mantengan nuestra identidad y reflejen nuestras culturas y realidades", ha afirmado.
Por su parte, Armando Casas ha observado que actualmente se están llevando a cabo en América Latina producciones como "Cien años de soledad" o "Pedro Páramo", y ha señalado que, aunque Hollywood se nutre de todo tipo de talentos, la clave está en cómo se integran para que puedan conservar su propio sello. Como ejemplo positivo ha citado a directores como González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, quienes han "logrado mantener su identidad y estilo a pesar de trabajar en la industria hollywoodense". Casas ha recordado que en cinco años, el Oscar al mejor director ha sido cuatro veces para un mexicano.
Durante la conversación, se ha destacado que las películas más taquilleras suelen ser americanas. Sin embargo, Cyndi Lara Portella ha considerado que, más allá de las condiciones de producción y distribución, existen propuestas cinematográficas que pueden florecer fuera de ese sistema de valoración de la industria hegemónica.
Aída Folch ha sostenido que, si bien es cierto que contar con más recursos económicos puede facilitar el proceso de producción y brindar mayor comodidad, el cine latinoamericano "no tiene nada que envidiar" al de Estados Unidos. "Lo que realmente me importa es la historia", ha afirmado.
En su experiencia, ha encontrado que, a veces, incluso con los mejores directores, directores de fotografía, actores y un guion excepcional, una película "puede resultar fría". En cambio, ha destacado que las más pequeñas suelen ser las más libres y son las que más le interesan.
La presencia de la mujer en el cine ha sido otro de los asuntos abordados durante la charla. Aída Folch ha señalado que ahora se encuentra con muchas más mujeres en distintos puestos que hace unos años. Reconoce que es positivo que tengan más oportunidades que antes, pero destaca que lo que realmente le interesa son las distintas sensibilidades de cada autor, ya sea hombre o mujer.
Por su parte,Cyndi Lara Portella ha destacado que no se puede ignorar que en los festivales se reciben más películas de hombres que de mujeres, aunque cada vez son más relevantes las voces femeninas. En cualquier caso, ha considerado importante no encasillar a las directoras, señalando que se puede ser una directora feminista sin hablar necesariamente del feminismo, y que ante todo son directoras y creadoras. Lo decisivo, en su opinión, es facilitarles el acceso para que puedan contar sus historias. "Que puedan seguir siendo libres como artistas, es lo más importante", ha concluido.
Armando Casas ha añadido que en México, los reconocimientos de la Academia de Cine a las mujeres han aumentado exponencialmente en los últimos tiempos. Se ha congratulado de que, por primera vez en los 200 años de historia del país, una mujer vaya a ocupar el cargo de presidenta.
Han apreciado todos la polarización del cine, en el sentido de que ahora se producen películas con presupuestos muy altos o muy bajos, y parece no haber espacio para lo que Aída Folch ha calificado como "un cine popular".
"No hacemos industria, no existen esas empresas", ha coincidido Armando Casas, refiriéndose a la falta de una estructura industrial sólida en el sector cinematográfico. Por su parte, Cyndi Lara Portella ha considerado que habría que defender más el cortometraje como un formato en el que podemos expresarnos sin necesidad de que sea un paso obligado hacia el largometraje.
La pandemia ha sido mencionada, destacando tanto sus aspectos positivos, como un mayor consumo de cultura y la promoción de las plataformas. Folch ha señalado que, sin embargo, el ritmo de consumo era tan rápido que, aunque generó más empleos, estos eran más precarios.
Han apuntado, asimismo, que las plataformas han facilitado el acceso a cine de otros países y géneros como el documental, que antes no eran tan accesibles. "Una plataforma es un medio nuevo", ha destacado Armando Casas, subrayando que lo importante es reflexionar sobre "cómo construirlo".
A pesar de los desafíos y contratiempos que enfrenta el cine, todos están convencidos de que nunca desaparecerá. Consideran que el cine es el mejor entretenimiento que existe y, además, siempre ha sabido reinventarse ante los cambios y retos que ha enfrentado a lo largo de su historia.
Aída Folch ha agregado que, no obstante, las plataformas pagan sumas muy reducidas por las películas, lo que dificulta recuperar la inversión realizada. En este sentido, ha señalado que es responsabilidad de todos reflexionar sobre la manera en que consumimos cine y apoyar los modelos que permitan una compensación justa para los creadores.
La última reflexión ha sido la de Armando Casas, que ha estimado que una buena película debe "conmover, emocionar y tener una idea".