El grupo folclórico Roldán del Alto Aragón ha cautivado al público oscense con su actuación en el Parque Miguel Servet, dentro del Ciclo de Primavera.
El evento ha arrancado con "La Jota de Aguas", una pieza del coreógrafo oscense Pedro Azorín que ha marcado el tono de la mañana con su energía y elegancia. A continuación, las voces de Víctor Jiménez y el joven Manu Bordonaba han resonado en el parque, con su impecable interpretación.
Dirigido por Marimar Rodríguez, el grupo de baile ha impresionado con su interpretación del "Bolero de Luna", una sentida pieza dedicada al pueblo zaragozano, con música y letra del maestro Villanueva. El ambiente ha continuado enaltecido con las interpretaciones vocales de Lourdes Urbén y Maxi Miraval, quienes han ofrecido dos jotas de estilo para disfrute del público.
Uno de los momentos más electrizantes de la mañana ha llegado de la mano de la "Jota del Ta y el Té", que con su ritmo rápido y vertiginoso ha encendido el ánimo de los asistentes. Posteriormente, han recobrado el protagonismo las voces de Mariángeles Altés y del director del grupo de canto, José Luis Urben, en una actuación que ha dejado a todos maravillados.
El cuadro de baile ha retomado el escenario con la "Jota de la Zarzuela, Gigantes y Cabezudos", obra de los maestros Echegaray y Fernández Caballero, dejando claro el talento y la dedicación de los bailarines del grupo.
El acto de canto grupal ha llegado a su clímax con el "Pasacalles de la Palomica", dedicado con mucho cariño a Pascuala Balaguer, esposa del célebre José Iranzo, el Pastor de Andorra, quien fue enterrada el sábado a la edad de 108 años. En un emotivo homenaje, el público se ha unido al grupo de canto para interpretar la conocida "Jota de la Palomica", rindiendo tributo a la memoria del mítico turolense.
Como broche final, y fieles a su tradición, el Grupo Folclórico Roldán del Alto Aragón ha cerrado su actuación con la "Jota de San Lorenzo", una creación de Sara Villacampa que ha puesto el colofón perfecto a una mañana llena de emociones y orgullo aragonés.
El público ha despedido a los artistas con una ovación de pie, dejando claro que el folclore sigue vivo y vibrante en el corazón de Huesca.