De imágenes también se vive: casi unas memorias es el título del libro retrospectivo de la vida de Carlos Saura, que se ha presentado este lunes en el salón de actos de la Diputación Provincial de Huesca, una obra escrita "con mucha libertad", por lo tanto "muy sincero" y que aporta "muchas claves" sobre la biografía y la trayectoria del realizador oscense.
El acto ha contado con la presencia de Eulàlia Ramon y Anna Saura, viuda e hija, respectivamente, del cineasta universal; el profesor de la Universidad de Zaragoza, escritor y estudioso cinematográfico Luis Alegre y el director artístico del Festival Internacional de Cine de Huesca, Jorge Puértolas.
Las primeras palabras de Luis Alegre, quien ha abierto el turno de intervenciones, ha sido para comentar que su admiración por Carlos Saura nació en Huesca, cuando estudiaban BUP y COU en la Universidad Laboral. En esos tiempos vio La prima Angélica, La Caza, Cría cuervos y El jardín de las delicias. "Me quedé totalmente deslumbrado. Aquellas sesiones marcaron mi cinefilia y mi formación cultural", ha indicado.
En 1988, se lo presentó Agustín Sánchez Vidal y con el tiempo se convirtió para él en "un amigo imprescindible". Lo ha calificado como "una figura excepcional como cineasta y ser humano".
Eulalia Ramón, Lali, fue la compañera de viaje de Saura durante 30 años, desde 1993 hasta el momento de su fallecimiento. En 1994 nació de la pareja su hija Anna, cuando el realizador tenía 62 años.
"El libro está escrito con mucha libertad, por ello es muy sincero, y da muchas claves", ha indicado Lali Ramón, entre las que ha citado que Saura fue "un niño muy marcado por la guerra y tuvo una dependencia muy grande de la familia, sobre todo de la madre". Gran pianista, "de ella heredó mucho, sobre todo su oído".
"Fue una gran inspiradora para él, como su hermana pequeña, María Ángeles", ha añadido.
Lali Ramón ha revelado que no la entusiasmaba la idea de escribir unas biografía, pero durante a pandemia se dedicó a reorganizar los textos que fue escribiendo en distintos momentos de su vida y buscó un hilo conductor. Así, desde el presente, se lanzó al pasado para reencontrarse con aquel chico joven que empezaba a abrirse camino.
"El libro te ayuda a entender a Saura y su cine -ha confirmado su hija-, su amor por la música, el baile, el flamenco, cómo planteaba sus películas, por qué cuenta una cosa y por qué de esa manera. Las películas eran sus vivencias y sus pensamientos".
"El libro es Carlos Saura cien por cien -ha añadido Jorge Puértolas-. Temas claves como la familia se ven reflejados en el libro en sus más de 50 películas. Estar ante él, era como estar ante la historia del cine. Un grande. Y hay que agradecer el apoyo que dio al festival desde el primer momento".
La presentación del libro ha contado con la presencia del diputado y la concejala de Cultura, Carlos Sampériz y Teruca Moreno, además de los concejales Gema Allué, Ana Loriente y Ramón Lasaosa, además del director del IEA, Alberto Sabio, el editor Miguel Aguilar, del sello Taurus, perteneciente al grupo Penguin Random House, y el propietario de la Librería Anónima, José María Aniés, que ha colaborado con la organización.
GENIAL CINEASTA
En otro momento se ha hablado de su padre, de origen murciano, que ha sido descrito como un hombre que supo entenderle y que le dejó hacer cine. "Trabajaba en el Ministerio de Hacienda y era muy metódico, muy meticuloso en su trabajo, pero después era muy peculiar, un ser muy cómico, despistado, conducía muy mal". La curiosidad e imaginación que supieron fomentar los progenitores fue "una motivación muy grande" para sus hijos.
Carlos Saura, que se sentía muy atraído por la fotografía, despejó sus dudas sobre su trayectoria profesional con la ayuda de su hermano, Antonio, que le animó a que se inscribiera en una escuela de cine que acababan de abrir en Madrid.
Jorge Puértolas ha recordado que Carlos Saura es el único cineasta que ha recibido hasta la fecha los dos galardones principales del Festival Internacional de Cine de Huesca, el Premio Ciudad de Huesca (1990), que después pasó a llevar su nombre, y el Luis Buñuel (2018). Este certamen siempre fue muy importante para él y asistía con regularidad. La última vez fue en la edición de 2021.
La imagen de persona seria y distante que en algún momento podía transmitir Saura estaba muy lejos de la realidad. "Luego te daba cuenta de que era un hombre cálido, majísimo", ha indicado Luis Alegre, y Puértolas lo ha recordado como una persona muy franca y cercana, llena de vida y de ganas, rodeado de proyectos. "Sólo le perturbaba la guerra y no tener tiempo para hacer todo lo que quería. Era aragonés", ha señalado su hija, y ha añadido que nunca se corrompió, nunca aceptó las ofertas de Estados Unidos ni hacer publicidad.
"Yo le decía: eres poco fotogénico y, además, no le gustaba sonreír en las fotos -ha recordado Lali Ramón-. Con los años se volvió más simpático o se abrió más".
Su hija Anna ha puntualizado que en los set de rodaje podía mostrarse más reservado, pero obedecía a la responsabilidad, y su madre ha añadido que, tras trabajar como actriz con él y con otros muchos directores, podía afirmar que era uno de los realizadores que mejor ambiente creaba y sabía valorar el trabajo. "Le gustaba hablar con actores y técnicos, era muy entrañable y muy tierno y era muy buen director de actores", ha añadido.
La música ha salido a la palestra en varias ocasiones, porque fue "fundamental" en la vida de Saura, y Anna Saura ha resaltado su valentía a la hora de apostar por temas en los que él creyó como una bachata para Las paredes hablan o el Por qué te vas para Cría Cuervos, y Lali Ramón ha confesado que el cineasta oscense lamentó no haber comprado los derechos de este último.
Este libro de memorias de Carlos Saura, como han coincidido todos, muestran al gran cineasta, al genial fotógrafo y descubren a un gran escritor, con mucha fuerza literaria. También son espejo del siglo XX en España y de varias generaciones.
PRIMER ANIVERSARIO
Carlos Saura falleció el 10 de febrero de 2023 y al día siguiente se celebraba una nueva edición de los Premios Goya. El Goya de Honor, que se le había concedido aquel año, se le entregó unos días antes en su domicilio. Allí estuvo el presidente de la Academia, Fernando Méndez-Leite, a quien Lali Ramón ha reconocido como un gran acompañante en este último proceso.
Cuando piensa en aquellos días, a Lali Ramón le viene a la memoria, sobre todo, las dos últimas semanas de vida de su gran amor y, casi inmediatamente, los Premios Goya. Como se ha convenido, probablemente, aquel momento de la gala en el que la familia salió e intervino en el escenario, fue el momento "más impactante" de la historia de estos galardones. Lali recuerda ver en el auditorio a Penélope Cruz y a Juan Diego Botto y sentir cómo el objetivo de la cámara se iba alejando, como el cierre de una película.
Toda la industria del cine sintió su fallecimiento. Se palpaba el respeto y la emoción. "Nos sentimos muy queridos", ha asegurado Lali Ramón. Saura tuvo, han vuelto a coincidir, "una vida y una muerte soñadas".
En la ceremonia de estos premios del cine español de este año, competirá "Cuentas divinas" en el apartado de cortometrajes de ficción, una cinta dirigida por Lali Ramón y producida por Anna Saura.
"No tengo tiempo para pensar en la muerte", respondió una vez a una pregunta que se le formuló al respecto. Sin embargo, Lali está convencida de que fue él quien decidió "el corte final de su vida" y la escena adecuada.
Lali Ramón y Anna Saura han asegurado que el cineasta falleció agradecido y consciente de la suerte que había tenido en la vida.
Y asegurando que ha sido un año pleno de homenajes, ciclos y reconocimientos, el acto en la DPH ha finalizado con las dos palabras que utilizaban siempre para despedirse Carlos Saura y un grupo de amigos entre los que se encuentra Luis Alegre. La misma con la que Saura, con poquita voz y desde la cama, le respondió a éste dos días antes de su muerte, en el momento de decirse adiós. ¡Viva Huesca!.