Isabel de Ocampo, en Periferias: "La cultura gitana tiene valores que hemos perdido en nuestra sociedad"

La cineasta ha compartido en Huesca sus aprendizajes durante el rodaje de "Piratas y libélulas"

21 de Octubre de 2023
Isabel do Campo, a la izquierda, ha compartido en Huesca sus aprendizajes en rodaje de "Piratas y libélulas". Foto Myriam Martínez

"La cultura gitana tiene valores que nosotros hemos perdido, como el respeto a los mayores". Esta es una de las reflexiones que se hizo la realizadora Isabel de Ocampo, cuando rodó en Sevilla el documental Piratas y Libélulas (2013), una cinta sobre la que se ha reflexionado este sábado en Huesca, la edición Gypsy de Periferias.  

La cinta está protagonizada por un grupo de alumnos payos y gitanos de secundaria que preparan la representación de Romeo y Julieta con la ayuda de su profesora de Lengua y Literatura.

La productora, guionista y directora de cine, que en 2009 obtuvo el premio Goya al Mejor cortometraje de ficción por Miente y posteriormente fue de nuevo nominada al Goya a la Mejor Dirección Novel por su largometraje Evelyn, ha explicado que el proyecto comenzó a fraguarse tras conocer a esta profesora en un Congreso en Salamanca y le habló de un grupo de chavales adolescentes de Sevilla. Enseguida se dio cuenta de que tenía ante sí "una película impresionante" y fue a conocerles. Hasta entonces, había trabajado siempre la ficción y pensó que un documental sería más sencillo. "Y patiné profundamente".

Antes de la proyección del filme en el salón de actos de la Diputación de Huesca, en un acto organizado en colaboración con la Asociación Pan y Rosas, ha asegurado a los medios de comunicación que su contacto con los actores de esta historia fue "un flechazo" desde el primer momento. "En el Norte, tenemos una forma diferente de hablar y movernos, y abordar el arte, y la cultura gitana tiene valores que, a mi parecer, hemos perdido en nuestra sociedad, como el respeto a los mayores".

Mientras rodaban la película, ocurrió un evento trágico en el barrio que afectó profundamente a estos chavales. La película pasó de ser un simple documental sobre su viaje a un festival de teatro a convertirse en una reflexión sobre cómo reaccionamos cuando la violencia toca de cerca. "Ahora que estamos viviendo esta situación tan horrible, llena de guerras, me siento muy cercana", ha indicado.

Aquellos jóvenes decidieron cambiar el final de la obra teatral para incluir venganza en lugar de paz. Esto generó un choque de opiniones entre ellos, "que también resultó muy interesante".

Su profesora ideó un método de enseñanza emocional e innovador, que ahora se ha incorporado a la ley de educación. Esta experiencia fue enriquecedora para todos, porque les acercó a la cultura gitana y sus valores.

Isabel de Ocampo asegura que aprendió muchas cosas con este rodaje. "En el instituto, por razones de seguridad, tenían a un gitano mayor como vigilante porque sabían que los jóvenes le respetarían. Esto demuestra la conexión intergeneracional que falta en muchos otros lugares", ha indicado.

También apreció que disfrutaban de la vida de una manera "muy bonita" y aprendió un montón de vocabulario, entre otros términos la palabra "ronear" que después se puso tan de moda.

Pasado un tiempo, la cineasta volvió a reunirse con aquellos estudiantes para ver cómo habían evolucionado y reflexionaron sobre la rebeldía de la que hacían gala en esos años, de la que ahora eran tan conscientes y a la que quitaban importancia.

La película "Piratas y Libélulas" está disponible en la plataforma Filmin.