John Carlin, en Huesca: "Nunca he visto nada más demencial que Donald Trump"

El enviado de La Vanguardia a las elecciones estadounidenses charla con Enrique Serbeto en el ciclo de la UIMP en el Centro Cultural Fundación Ibercaja

19 de Marzo de 2025
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John Carlin, Enrique Serbeto y Trump: "Lo más demencial que he visto"

John Carlin y Enrique Serbeto, enviado especial a las elecciones de Estados Unidos y corresponsal de ABC en Bruselas, han mantenido una conversación en el ciclo de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en el Centro Cultural Fundación Ibercaja en Huesca.

John Carlin sostiene, sobre el triunfo electoral de Donald Trump, que "la respuesta puede ser infinita y por necesidad hay que significar. Hace muchos años, estaba de corresponsal en Sudáfrica y tenía un amigo que trabajaba para el Newsweek, era americano, y él me decía: cuando hay elecciones presidenciales en Estados Unidos, mira los dos candidatos y hazte una pregunta, ¿cuál de los dos sería mejor presentador de concursos de televisión? Y el que lo haga mejor va a ganar las elecciones. No digo que sea infalible la fórmula, pero en la mayoría de los casos sí, y claramente no solo Donald Trump sería mejor presentador de concursos de televisión, sino que él fue durante como quince años presentador de concurso de televisión".

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Sostiene el periodista que puede "sonar un poco superficial, pero dada la realidad y el hecho de que la mayoría de los votantes de Estados Unidos es profundamente ignorante, manipulable y susceptible a estrellas mediáticas, ahí tienes no toda la explicación, pero una buena parte".

Cree el periodista inglés afincado en España que "todo tiene reverso y la vida es péndulos, pero en este momento está en unas alturas de locura, de desorden que no recuerdo en mi vida. Llevo cuarenta años en el periodismo y nunca he visto nada más demencial que Donald Trump y más en esta segunda etapa. Puede ser que en algún país pobre tercermundista de África haya visto algún líder así, como Idi Amin en Uganda, pero el problema es que estamos hablando de Estados Unidos, una antigua y formidable democracia y súper potencia, y tener un presidente así tan manifiestamente narcisista, ignorante, a la vez arrogante y acomplejado, que no tiene ni idea de cómo está y le manipulan como a un año de cinco años. Es lo más extraordinario que he visto en toda mi vida cubriendo noticias por el planeta".

Enrique Serbeto, desde la parte de Europa, ha estimado que lo más insospechado era este cambio en la relación con Estados Unidos. "Trump se ha convertido en la caricatura de lo que veían en los americanos los antinorteamericanos. Todo el mundo está fuera de juego porque, además, nos ha pillado con la guerra de Ucrania. Yo creo que en la primera presidencia de Trump fue un poco así, al ver ese desprecio que era mucho más suave muchos mandatarios europeos vieron que había que garantizarse la estabilidad y reforzar las instituciones europeas. El problema es que el modo en que Trump ha roto esa confianza era imprevisible. Es la ocasión más sorprendente que he tenido que cubrir desde que soy periodista".

El informador de Castejón de Sos reconoce "las carencias de Europa. Es la primera vez que se intenta unificar no tanto los Estados, sino ayudarnos a vivir juntos y eliminar las barreras entre nosotros. Ese proyecto que desde la época de Carlomagno es un mito para los europeos y que lo han intentado desde Napoleón a Hitler y nadie lo ha conseguido. Desde el punto de vista histórico es la primera vez que se interesa de una manera democrática y concertada, y nos había garantizado la paz y la democracia". La UE no tenía siquiera un proyecto de Defensa, que está fuera de las competencis. "No había política de defensa porque no nos imaginábamos que haría falta".

Carlin asegura que Trump carece de cualquier estrategia o un concepto. "Se deja llevar por impulsos, complejos y chiquilladas y su gran necesidad es ser la estrella del escenario, y es muy importante para él estar acaparando las noticias, y suelta barbaridades como que Canadá va a ser el Estado 51. Creo que lo único que podemos decir con certeza es que la gente de su alrededor está en plan destructivo, destruyendo el comercio internacional con esos aranceles a lo bestia. Está todo improvisadísimo en base a cero información". "Lo que no sabemos es qué van a construir después de haber arrasado todo", asegura.

Enrique Serbeto y John Carlin, en el Centro Cultural Fundación Ibercaja en Huesca
Enrique Serbeto y John Carlin, en el Centro Cultural Fundación Ibercaja en Huesca

¿Por qué extrema izquierda y extrema derecha coinciden en el aprecio a Putin? Serbeto afirma que, con Occidente, "no es territorial como parece. Rusia es el país más grande. La lucha es ideológica y nos está diciendo que hay un punto de coincidencia entre la extrema izquierda y derecha. En juego está la ruptura del orden democrático".

A Carlin le parece tremenda la coincidencia. "En parte de la izquierda, mantienen la idea de que Rusia es la utopía del proletariado, cuando claramente cualquiera que tiene ojos y oídos para ver y oír entiende que Putin es lo más dictatorial, extrema derecha, oligarquía que manda, los pobres al carajo todos... Hay una especie de nostalgia por la Unión Soviética que creen que Putin también encarna. ¡Es tan extraño lo que piensa la gente...!"

¿Cómo va a acabar el marasmo ucraniano? Enrique Serbeto: "Mal, va a acabar mal. Acabar bien significaría que Putin fuera derrotado y que no pudiera decir que ha obtenido un beneficio de haber invadido un país agrediendo a la gente, que es una cosa mala. Creo que eso no va a suceder, porque sin Estados Unidos en la ecuación es muy difícil. Cualquiera que sea la solución será mala".

Ha recordado al respecto John Carlin que estuvo en Ucrania hace siete meses y, hablando con gente, un viceprimer ministro que había dimitido y un georgiano que conoce muy bien Rusia, "me decían que habría una cesión de ese territorio que Putin había conquistado, no soberanía, pero un acuerdo de que los rusos se quedarían por ahí, y que la garantía sería que habría unas fuerzas de paz, los que menos mal caen en Rusia, o sea que los británicos fuera. Los griegos, o los italianos, o los irlandeses".

Agrega para concluir que "eso ya se hablaba dentro del gobierno de Ucrania desde hace tiempo, pero para eso tendría que haber garantías de seguridad. Sin el apoyo de Estados Unidos es muy difícil. No se puede creer en la palabra de Putin. Putin llega a un acuerdo y en un mes o dos o un año se olvida y volvemos a lo mismo. Que haya una solución a largo plazo que garantice la independencia, soberanía, democracia y seguridad de Ucrania es muy complicado, porque es lo que Putin no quiere. Quiere que sea otro estado títere como Bielorrusia".

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