José Antonio Ponseti invita a los oscenses a cruzar el Ebro con su "Caja Azul"

El periodista deportivo barcelonés ha estado en la librería Santos Ochoa presentando su nueva obra

Periodista
20 de Diciembre de 2022
José Antonio Ponseti presenta su nueva obra "La caja azul" en librería Santos Ochoa. Foto: A. Mora

Una mezcla entre el dolor y el aprendizaje. Una historia de descubrimiento familiar que comienza nada más abrir "La Caja Azul". Es el relato de José Antonio Ponseti, reconocido periodista barcelonés aunque muy vinculado al Alto Aragón, que este martes ha estado presentando su nueva obra en la librería Santos Ochoa de la capital oscense. Unas 40 personas han disfrutado de una pequeña charla-coloquio en la que ha mostrado la "fascinación" por lo que tuvo que vivir su familia en la Guerra Civil.

La muerte de su tío, la sorpresa que se lleva al abrir la caja y ver que él lleva el nombre de su tío y su abuelo... Todo eso impacta en la persona del periodista. Aunque el contexto puede parecer lo contrario, "no es una historia de ningún tipo de carga política, aunque es cierto que tiene una carga emocional muy fuerte". El paso del tiempo no impide que se le erice la piel al contar según qué anécdotas. Sobre el pequeño escenario de la librería, ha resaltado la figura de su abuelo, a quien "me hubiera fascinado conocerlo". Estuvo cerca de conocer a su bisabuela antes que a su abuela en una época "difícil" de las mujeres, unas "valientes hasta límites insospechados".

José Antonio Ponseti en la firma de libros en librería Santos Ochoa. Foto: A. Mora

La caja de color azul estaba llena de "esperanza diaria", pero a su vez ha confesado que le ha tocado estudiar y profundizar sobre la Guerra Civil "porque no sabía demasiado". Dentro de aquella caja había cartas y recortes de periódico en un "momento concreto en un periodo de tiempo sin mis padres", de mucho dolor. Allí podía haber cosas que no sabía si estaba listo para leerlas.

Relata su rama aragonesa y recuerda a su abuela María. Se crió en la montaña, muy cerca de Sabiñánigo. Ha pisado los Monegros y la sierra de Chía donde todavía ser pueden ver trincheras. Cruzó el Ebro, al igual que hizo su abuelo, gracias a la gente de Mequinenza, confiesa. De la misma manera, Ponseti invita a cruzar el río a los lectores.