José María Lanzarote Guiral ha cerrado el ciclo 350 años de San Juan de la Peña del Instituto de Estudios Altoaragoneses con la conferencia "San Juan de la Peña: monumento protegido y meta de viajeros", poniendo en valor fundamentalmente la figura munífica de Valentín Carderera y la trascendencia de las publicaciones de viajes para dimensionar un icono mundial y, sin embargo, profundamente aragonés.
Ha sido presentado por Natalia Juan García, que ha resaltado la personalidad de este oscense que estudió Historia en la Universidad de Zaragoza, se doctoró en Florencia y completó sus estudios en París y Marsella. Además de su rol principal en la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes en el Ministerio de Cultura, ha aludido a algunas de sus publicaciones como el Viaje Artístico por Aragón de Valentín Carderera, así como la exposición "Valentín Carderera 1796-1880. Dibujante, coleccionista y viajero romántico" en la Biblioteca Nacional en 2019 y, en su ciudad, "La salvaguarda del patrimonio. Valentín Carderera y la fundación del Museo de Huesca".
Como epílogo y colofón, José María Lanzarote ha sentenciado que "San Juan de la Peña es una historia de éxito, porque es un monumento reconocido y reconocible" que es una conclusión que corrobora, de cara al exterior, por ejemplo la presencia en los medios de comunicación de la visita del Rey Felipe VI a la cuna de los primeros reyes aragoneses. Sí que ha asumido que hay otros casos, como Montearagón, en los que concurren condiciones y, sin embargo, no existe tal nombradía.
El patrimonio, ha afirmado el historiador, se produce cuando "trasciende de la identidad de lo individual hasta lo colectivo, y se refleja en la producción bibliográfica, en la historia, en la política y en el arte".
CARDERERA Y SAN JUAN DE LA PEÑA
El oscense Valentín Carderera, nacido en Huesca en 1796 y fallecido en Madrid en 1990, hasta llegar a ser pintor de Cámara, tuvo una larga ejecutoria en la que se formó como artista en Zaragoza, Madrid y Roma, pero es que además tenía una faceta estudiosa. Fue un "viajero romántico que reflejó en lo pintoresco, pero además fue un estudioso que busca las fuentes del arte".
José María Lanzarote ha incidido en el viaje a San Juan de la Peña en octubre de 1840 con su amigo el poeta Bartolomé Martínez con el que coincidían en el Liceo Artístico y Literario. Se conservan dibujos y diarios de viaje. Partieron el 3 de octubre de Huesca, hicieron noche en Bolea y siguieron por Sarsamarcuello, Marcuello, las ventas de Pequera y la Garoneta hasta Anzánigo. En la tercera jornada, 5 de octubre, pasaron por Botaya y alcanzaron San Juan de la Peña. En su "Diario de Viaje por Aragón", explica Carderera su impresión: "El monasterio nuevo se presenta como una magnífica casa de campo al término de una calle que deja la espesura de tanto pino y fresno. Su arquitectura es de principios del siglo 18 o fines del 17, con dos torres a los lados. La portada principal llena de adornos de poco gusto. Más elegante es la portería con columnas istriadas espiralmente".

El conferenciante se ha detenido a analizar los virtuosos dibujos de Carderera, en los que combina la percepción de la simbiosis entre naturaleza y arquitectura con perfiles difuminados y la concentración en el monumento con líneas sencillas y muy realistas, o el claustro en el que se permite licencias como pintar un monje cuando estaba vacío, probablemente para representar cómo era la vida o incluso para facilitar la escala real. Hace "una especie de deconstrucción en un dibujo para dar la máxima información". Dentro de esta riqueza creativa, se permite figuras en los capiteles con quiños a Merimée, que en Francia era un defensor del patrimonio por lo que se le podría denominar "el Carderera francés".
De aquel viaje, también ha mostrado la "producción" de Bartolomé Martínez con un poema publicado en El Eco de Aragón el 30 de junio de 1841: "Miraba extasiado y con encanto el triste y solitario Monasterio, y mis ojos vertían puro llanto contemplando tal vez tanto misterio; todo era para mí duro quebranto, nada me halagaba en su hemisferio al mirar por los hombres olvidada una cueva tan santa y celebrada".
Realizaba una llamada a la restauración. En "La Aurora", el 18 de octubre de 1840, escribía Carderera: "La conservación del panteón de nuestros antiguos reyes, al par que la iglesia del monasterio y demás estancias, donde es imposible penetrar sin admirar las bellezas del arte. Esto decimos porque nos consta que el Liceo de Huesca piensa pedir al Gobierno que prohibiendo la enajenación del monasterio le encargue su custodia para salvar asi la mansión de nuestros Reyes y ofrecer a la vista del viajero las riquezas artísticas que en otro caso serían pérdidas para todos".
Se convierte en un firme defensor del monumento, como explica en el Semanario Pintoresco Español en 1840: "¡Así convertimos el oro en polvo! ¿Por qué la nación ha de renunciar a estas preciosidades que con el tiempo nos pueden atraer tesoros? ¿No vemos que todas estas obras son también trofeos y muy grandes testimonios del genio español?".
GUÍAS Y LIBROS
Lanzarote Guiral ha incidido en las publicaciones que han ayudado a enriquecer el patrimonio sobre San Juan de la Peña. Del pintor y graador Francisco Javier Parcerisa y el escritor José María Quadrado, ha resaltado los "Recuerdos y bellezas de España. Aragón (1844)". La inspiración de Valentín Carderera es evidente. Escribe Quadrado: "Es fuerza confesar que en las montañas de San Juan hay algo que atenúa las impresiones del arte, y que se eleva sobre sus grandiosos recuerdos. La más importante bóveda bizantina se desvirtuaría junto a la gigantesca curva de las rocas suspendidas; la más esbelta columnata gótica cedería la prez a los vastos bosques de pinos y abetos, que ora enderezan su copa cual altos botareles, ora la inclinan unos sobre otros formando airosos arcos".
Valentín Carderera: "¿Por qué la nación ha de renunciar a estas preciosidades que con el tiempo nos pueden atraer tesoros?"
Esta dimensión artística compartida entre la naturaleza y la obra de la mano del hombre deja paralelismos entre estos autores y el oscense, que también inspira las "Antigüedades españolas. El monasterio de San Juan de la Peña" de Castor de Caunedo.
San Juan de la Peña adquiere protagonismo también en la popular novela de Vida de Pedro Saputo de Braulio Foz, que en sus recorridos por las tradiciones altoaragonesas transita por el monumento.
La lucha de Valentín Carderera y Solano por el monumento se acentúa cuando amenaza la venta de los montes que lo circundan. En 1867, emite un informe que ve la Junta de la Comisión Central de Monumentos en el que defiende que el "pequeño pinar siempre se ha considerado, y lo es en realidad, como parte integrante del monumento por hallarse sembrado de dependencias del mismo y de curiosas ermitas (...); pero en el año último se ha incorporaado al Estado el dicho bosque con gran perjuicio del monumento, que pierde su carácter, que queda reducido solamente a los dos principales edificios, para los cuales aumenta el peligro de perderse como ha sucedido con otros, según lo demuestra una dolorosa existencia".
En 1889, ya fallecido Valentín Carderera, la Orden de 13 de junio de 1889 declara Monumento Nacional San Juan de la Peña, que recomienda no abandonar el recinto "a las injurias del tiempo" por la nueva construcción del ferrocarril de Canfranc que "hará sumamente fácil y cómoda la hoy muy difícil y molesta visita a dicho Monasterior, y por lo tanto, el triste espectáculo que ofrece dará más que nunca en rostro a nuestra cultura nacional".
José María Lanzarote ha enumerado las publicaciones que han ayudado a apuntalar la conciencia en torno al monumento. Ha aludido al catedrático del Instituto de Huesca Carlos Soler y Arqués y su "Meta de viajeros".

RAMÓN Y CAJAL Y EL REY ALFONSO XIII
Y otro momento fundamental que es la llegada de Ramón y Cajal para recuperarse de su enfermedad, que dejó fotos del grado de deterioro pero revela que es un lugar magnífico para el estado de sanación. El científico destaca "lo apacible y pintoresco del lugar; una alimentación suculenta formada de carne y leche; jiras diarias por los bosques circundantes; interesantes visitas al viejo monasterio de la Cueva, donde duermen su eterno sueño los antiguos monarcas de Aragón; excursiones fotográficas a los alrededores de la montaña y a la cercana aldea de Santa Cruz de la Serós, etc..., acabaron por traerme, con la seguridad del vivir, el vigor del cuerpo y la serenidad del espíritu".
Otro personaje muy importante, Archer Milton Huntington, estadounidense apasionado de la cultura española que llegaba a España tras las huellas del Cid y dedica páginas de su ruta de viaje a Huesca, Jaca y el monasterio.
E importante también fue la visita en 1903 de Alfonso XIII recién cumplida la mayoría de edad, a las tumbas de sus antecesores. En la enumeración, Francisco de las Heras o el archivero Ricardo del Arco con su obra de fotografías sobre "El monasterio antiguo en 1921" hoy en la Fototeca de la DPH.
Finalmente, José María Lanzarote se ha referido a la condición de Patrimonio Mundial de la Unesco del Monasterio de San Juan de la Peña como parte del Camino de Santiago. "Por eso digo que es un caso de éxito, porque forma parte de la máxima categoría del patrimonio mundial" y porque es "un monumento cada vez más admirado, más frecuentado y más representativo".