En un proyecto creativo se puede abordar cualquier tipo de temática, lo fundamental radica en cómo enfrentarse a ella y cómo desarrollarla. Esta es una de las premisas en las que se basa el fotógrafo Juan Millás, uno de los artistas de la exposición Maravilla del CDAN -junto a Toya Legido y Marta Sánchez Marco-, que, por su experiencia, alienta a dar pasos sin miedo, incluso aunque no se tenga claridad sobre lo que se está haciendo.
Juan Millás ofreció este viernes un taller en el CDAN, junto al diseñador editorial Juanjo Justicia (Underbau), que tomó el título prestado de un poema de la escritora y naturalista estadounidense Mary Oliver, Esa pequeña bestia. Consideraron que le venía que ni pintado al fotolibro, porque tú puedes realizar el trabajo fotográfico y le puedes dar forma después, pero, en realidad, "hace lo que le da la gana".
Estudiantes y profesorado de Grado Superior de Fotografía y Gráfica Publicitaria de la Escuela de Arte de Huesca que asistieron al taller.
Estructurado en dos partes, Millás explicó al alumnado de los ciclos de Grado Superior de Fotografía y Gráfica publicitaria de la Escuela de Arte de Huesca cómo se enfrenta a un proyecto de fotografía creativa, cómo lo aborda y desarrolla; y Justicia, cómo lo recoge y convierte en un libro.
"Una vez en marcha, es esencial trabajar con total libertad, sin prejuicios ni temores, dejándote llevar y dejando que esa pequeña bestia haga lo que le venga en gana. Luego viene el trabajo de contenerla y amaestrarla, de darle forma. De entender qué es lo que se ha hecho, encontrarle el sentido", explica.
El Bosque en los Ojos constituye el primer cuaderno fotográfico de una serie que va a ir editando con Juanjo Justicia, denominada "Ahora recuerda". En ellos, se exploran asuntos como la naturaleza, la familia, la literatura, o la fotografía, temas recurrentes que se entrelazan y dan vida a estas publicaciones. No fue hasta después, al revisar años de trabajo, cuando se dio cuenta de los elementos comunes que subyacen en todas estas fotografías.
El bosque en los ojos es una pieza más de la propuesta de Millás en la exposición "Maravilla", que este domingo llega a su fin y donde también se han podido contemplar una serie sobre gorriones, parte de un álbum familiar y otras temáticas.
Desde hace unos años, Juan Millás se ha centrado en la fotografía digital, aunque la combinó hasta hace no mucho con la analógica. Emplea cámaras de formato completo (equivalente a 35 milímetros) y, aunque trabaja tanto en blanco y negro como en color, su serie "El Bosque en los Ojos" se presenta en blanco y negro, "porque ayuda mucho a que tenga unidad estética". Esta serie superpone imágenes tomadas en su hogar durante el confinamiento por la covid-19 con fotografías capturadas en la primavera de 2019 en el Parque Natural de Redes en Asturias.
Al no poder regresa al bosque, comenzó a experimentar como un entretenimiento creativo. Una de las imágenes muestra a su hijo lavándose los dientes con mariposas en la espalda. Son diez fotos, diez ensoñaciones. "Pero, en general, casi todo es fotografía doméstica, documental y de álbum, insectos y otro tipo de fauna Las Praderas, en Asturias, sobre todo, que es donde tengo vínculos familiares y donde voy a hacer fotos cuando tengo tiempo libre".
Esta serie representa un arduo trabajo, ya que encontrar una combinación visualmente efectiva al superponer una foto de paisaje sobre una de su propio hogar resultó ser un desafío considerable.
Juan Millás persigue la naturalidad en sus fotografías y procura evitar tratamientos de postproducción excesivamente complejos. Su enfoque se centra en capturar la luz más atractiva en el momento de la toma y realizar sólo los ajustes necesarios pero básicos posteriormente.
El cambio de la fotografía analógica a la digital fue un proceso gradual, valora las ventajas que ofrece la tecnología digital en términos de calidad y rapidez en el proceso. Proyectos como su serie sobre paisajes en analógico resultó agotador.
A pesar de no haber logrado aún la "foto perfecta", Millás ha creado fascinantes imágenes de insectos y otros momentos espontáneos. Su enfoque en capturar momentos de acción y sorpresa le proporciona una gran satisfacción.
La fotografía ha sido una constante en su vida, desde sus primeras experiencias con cámaras Polaroid y Super 8 en la infancia, contagiado por el entusiasmo de su madre, hasta su desarrollo como una vocación laboral. Su trayectoria en la fotografía ha sido un recorrido natural y, en cierta medida, azaroso.
La fotografía ha sido una pasión que ha evolucionado a lo largo de los años para Juan Millás, que combina la búsqueda de la autenticidad con la exploración de momentos especiales y la adopción gradual de la tecnología digital en su práctica creativa.