Con la Agrupación Elenco Aragonés arrancó este domingo el certamen de folclore que organiza el Ayuntamiento de Huesca y que tuvo como escenario el Parque Miguel Servet.
La formación acudió con un repertorio nuevo, en el que, además del espectáculo, como explicó María Grúas, estuvo también presente la escuela para mostrar los progresos de los más pequeños. "Hoy vamos a disfrutar de los chiquitines, porque normalmente sólo veíamos a los mayores", le anticipó al público.
Con total naturalidad y para disfrute del público, fueron ellos los primeros en subir al escenario para bailar el Bolero de Caspe, la Jota del Rabal y una jota vieja. María Grúas reconoce que siempre les gustaría tener más niños en la escuela pero admite también que no se pueden quejar. "La verdad es que son un encanto, han venido tres del equipo de canto que me tienen enamorada y son un quitapenas".
Y lo fueron, especialmente una chiquitilla de 3 años, llamada Julia, "un bombón", como se refirió a ella María Grúas, que sorprendió a todos por su desparpajo y el aplomo con el que cantó una jota, a pesar de su corta edad y de que el día anterior, como ella misma confesó, había estado malita.
Ya con más complicación, resultó especialmente plástico el grupo de bailadores-segadores, que interpretaron la Rosa del azafrán, en un momento oportuno por su coincidencia con la campaña agrícola.
Finalmente, Ana Lacoma Cambra, de Ontiñena -"nuestra Agustina de Aragón particular, con cañón y todo", bromeó María Grúas-, cantó el Romance Agustina, y concluyó el espectáculo con El Sitio de Zaragoza.
María Grúas considera que la jota está viviendo un momento de efervescencia, como lo están demostrando todos los grupos folclóricos de la capital. "Estamos con finales de curso y los escenarios están llenando de gente menuda", observó.
El proceso de declaración de la Jota como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ha sido un revulsivo, aunque comenta que siente una espinita clavada, porque todavía no se ha llegado a puerto tal y como hubieran deseado. "Vamos a seguir peleando, nos queda mucha batalla por delante -sostiene- y, al menos, esto es servido para unir a Huesca, Zaragoza y Teruel, que estábamos un poco desperdigados. También se ha notado el tirón hasta en los medios de comunicación, porque hemos tenido mucha más presencia en los dos últimos años".
El espectáculo del domingo se desarrolló a la perfección, aunque Elenco Aragonés echó de menos a uno de sus más emblemáticos integrantes, Javier Badules. "Ha tenido que quedarse en una mesa electoral todo el día, sabíamos que corríamos ese riesgo, qué le vamos a hacer".
La Agrupación Elenco Aragonés celebrará el 9 de junio su fin de curso en la Cruz Blanca.