Julio Luzán ha conseguido de nuevo que una provincia pequeña como Huesca y un pueblo que apenas ronda los 600 habitantes como Loporzano vuelvan a destacar con letras mayúsculas en el mapa de la industria del entretenimiento, especialmente en el campo de la escenografía y de los parques temáticos, y, de cuando en cuando, también en el del cine.
Un genio visionario e innovador, y acompañado de sus hijas Marta e Irene, y de los equipos de Tecmolde y Shu Digital, ha dejado su impronta en La sociedad de la nieve, la película de moda del realizador Juan Antonio Bayona que se emite en la plataforma Netflix y que aspira a cuatro oscars, incluido el de mejor película de habla no inglesa.
Pero no solo eso, las instalaciones de Loporzano no paran de recibir encargos. Si la tecnología no fuera la que es, se podría decir que las máquinas echan humo.
Éste va a ser el cuarto año que realicen el gigantesco escenario del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, están colaborando en la construcción de dos grandes parques acuáticos en Arabia Saudí y Mallorca, entre sus trabajos más recientes, figura la película de Wes Anderson Asteroid Ciy y ponto se van a embarcar en una serie, de la que no puede dar detalles por la cláusula de confidencialidad.
Tras la pandemia de covid, el mercado cinematográfico se encuentra en plena vitalidad y Luzán y los suyos están aprovechando cada oportunidad y consolidando su posición en el campo.
LA SOCIEDAD DE LA NIEVE
La asociación de Luzán con Bayona no es nueva. Colaboraron ya en otras películas como El orfanato, Lo imposible y Un monstruo viene a verme, así como en la serie Penny Dreadful, filmada en Dublín.
Tecmolde trabaja constantemente con la empresa Crazy de Madrid, que siempre acude a los oscenses cuando surge la necesidad de abordar desafíos de gran escala.
Y así fue también en este caso. El proyecto se presentó poco después de la pandemia de covid-19, en 2021. “Nosotros nos encargamos de todo lo que son los grandes volúmenes. Cuando se estaba estudiando y preparando lo que iba a ser la película, hicimos la maqueta del avión impresa en tres dimensiones, de un metro y medio más o menos, que se abría y se podía ver el interior”.
Fabricaron, además, rocas gigantes que se subieron a las montañas de Sierra Nevada y reprodujeron a gran escala el morro del avión dañado por el impacto, después de haber escaneado previamente en Madrid, cada detalle de esa parte del aparato, en un prodigio de detalles y texturas.
Algunas escenas se rodaban en plató y para una de ellas se creó el túnel de nieve por el que los supervivientes abandonan la aeronave, después de haber sido golpeados por las avalanchas. Todas las piezas están realizadas con poliestireno forrado.
Julio Luzán destaca lo satisfactorio que le resulta que su trabajo pase desapercibido, porque ahí reside la clave del éxito. “Lo que me parece más interesante de nuestra aportación y lo que me emociona es que parezca que no hemos trabajado, eso quiere decir que se confunde con la realidad y, en definitiva, que todo está bien hecho”, señala.
Con esos resultados, Tecmolde y Shu Digital se han hecho un hueco importante y se han ganado el respeto de la industria del cine. Julio Luzán, siempre prudente, indica que se han convertido en el "comodín de los grandes volúmenes" y ofrecen confianza a directores y productores, algo que para él es “fundamental”.
“No nos reconocen, pero nos conocen -observa-. Saben que hacemos las cosas bien y a tiempo. Para cumplir esta norma, durante mucho tiempo hemos estudiado mucho las texturas, para que no se note que hay un decorado”, detalla.
Y así, poco a poco, han ido trabajando con directores de prestigio de todo el mundo. “Y sin tener muchos reconocimientos, tenemos mucho conocimiento. Desde el punto de vista profesional, para mí eso es muy importante”, añade.
Como muestra, un botón. Entre los proyectos más recientes en los que han trabajado figura la cinta de Wes Anderson Asteroid City, con Scarlett Johansson y Tom Hanks.
“Con Bayona no es lo más difícil que hemos hecho, quizá tenían más complejidad Lo imposible y Un monstruo viene a verme, pero la película me ha gustado mucho. No suelo ver las películas en las que participamos -confiesa-, pero ésta sí y me parece que el tema está muy bien tratado y con respeto”.
CARNAVAL DE LAS PALMAS
Por cuarto año, Tecmolde y Shu Digital van a estar en el carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, para el que han creado un escenario monumental que abarca casi 100 metros de fondo y presenta elementos visualmente impactantes como hadas de cinco metros de altura, que representan otras fiestas similares que se celebran por el mundo, y jarrones con todo tipo de frutas de colores.
“Se ha establecido una relación muy chula entre Huesca y Canarias, trabajando de punta a punta de España”, destaca.
Luzán observa que, aunque la avanzada tecnología que emplea para este propósito es la misma que para las películas, las diferencias de concepto son notables. “Aquí, el decorado se suma al espectáculo, pero para el cine tenemos que crear una realidad”, precisa.
Para este proyecto, Julio Luzán ha contado con empresas de Huesca, como Carpintería Castellar, convencido de la importancia de crear colaboraciones locales.
El Carnaval de Las Palmas se celebra este 2024 del 26 de enero al 18 de febrero. Hacia allí partirán de Loporzano doce contenedores enormes con material, que viajarán en barco durante cuatro días antes de llegar a su destino.
UN PARQUE ACUÁTICO EN ARABIA SAUDÍ
Los parques temáticos acaparan buena parte de las energías y el tiempo de Tecmolde y Shu Digital y, además de los numerosos espacios creados en Port Aventura, hay que sumar ahora el trabajo que están desarrollando en Arabia Saudí y Mallorca.
“Son obras muy grandes y de mucho volumen, y llevamos muchos años. Siempre atendemos la llamada del cine, nos dejamos querer, pero ésta es nuestra ocupación principal”, comenta.
En Port Aventura World, se estrenó el pasado verano Uncharted, la primera atracción del mundo basada en una IP de PlayStation y en la película de Sony Pictures, una montaña rusa que sumerge a los visitantes en el interior de una nave y para la que se levantó una facha de más de 3.000 metros cuadrados, compuesta por enormes rocas.
Como un ilusionista contemporáneo, Julio Luzán combina tecnología avanzada, creatividad, conocimiento y trabajo para contribuir a la creación de muchos sueños y proyectos que emanan de la industria del entretenimiento. Estudio, pasión, habilidad y fantasía para insuflar un poquito de felicidad en nuestros espíritus.