La vigésimo tercera edición de la XXIII Muestra de Cine Realizado por Mujeres llegó a su punto final, con un acto de clausura que estuvo marcado por un discurso personal y emocionante de Laura Torrijos-Bescós.
En él, compartió la historia de una niña que descubrió cómo el mundo del cine transformaría su vida, y resaltó la importancia de tener modelos que seguir.
Posteriormente, el público pudo disfrutar de "8M" de Vicky Calavia, un cortometraje que hace historia al abordar la celebración del Día de la Mujer.
Como colofón, la velada concluyó con "Creatura", el segundo largometraje de Elena Martín, una valiente exploración del deseo y la represión sexual en el contexto femenino.
‘En los últimos días hemos visto cómo Yasmina Praderas recibía el Premio Pan y Rosas, Marta Díaz de Lope nos enseñaba los buenos modales, Maryam Touzani rompía tabúes con la elegancia de un precioso caftán, Alicia Falcó contaba con compañías tan buenas como la de Silvia Munt para rebelarse contra la opresión de la sociedad, y Elena Martín presentó su creatura.’
LA MAESTRA DE CEREMONIAS
Laura Torrijos-Bescós, de 23 años, actriz y directora, se colocó detrás del atril para contar una historia. ‘En septiembre de 2012, una niña tímida empezó el instituto con mucha ilusión. Estaba emocionada porque sabía que iba a poder hacer lo que más le gustaba: aprender. Y, quién sabe, quizás también podía conseguir hacer amigos, porque en el colegio no había tenido mucha suerte. Lo que no se esperaba era que fuera a descubrir un mundo que le iba a cambiar la vida: el cine.’
Lamentablemente, la niña no llegó a encontrar muchos amigos. Se sentía tan sola que tuvo la necesidad de encontrar algo que le permitiera evadirse, al menos a ratos, de la situación que estaba viviendo.
En su discurso exponía como a los trece años escribió un guion para un cortometraje. Con paciencia y con ayuda había logrado sacar adelante una pequeña historia de cinco minutos sobre la violencia de género que pasaría por muestras y festivales. Había encontrado el cine, algo que, para ella, era mágico. Y no lo era solo porque podía hacer realidad todas las historias que se imaginaba, sino porque hacía en parte que se sintiera menos sola.
Era el cortometraje ‘La vida por delante’, y en marzo de 2016 se vio en la decimosexta edición de la Muestra de Cine Realizado por Mujeres de Huesca, en esa misma sala donde ahora se encontraba dando el discurso de clausura. Por aquel entonces no sabría que estaría trabajando de lo que siempre había soñado y que su último trabajo sería candidato a mejor cortometraje de animación en los Premios Goya. ‘Y si he podido conseguir todo esto ha sido, en parte, gracias a los referentes femeninos que he tenido en el mundo del cine’, como ella misma señalaba.
‘Pero no podemos olvidar que, mucho antes, Alice Guy recogía coles en un huerto, Lois Weber buscaba a sus hijos, Lotte Reiniger recortaba figuritas de cartón, Agnès Varda acompañaba a Cleo entre las cinco y las siete, Pilar Miró investigaba un crimen en Cuenca, Isabel Coixet imaginaba su vida sin ella, .....’
‘Mientras tanto, al otro lado de la cámara, Sigourney Weaver se enfrentaba al octavo pasajero, Barbra Streisand se saltaba las estrictas leyes de una religión para cumplir su sueño, Carmen Maura estaba al borde de un ataque de nervios, y así muchos nombres más.’
‘A pesar de esto y de todas las mujeres a las que no he nombrado, no solo directoras y actrices, sino también de otras disciplinas, los datos son demoledores: las mujeres representan solo un 30% del personal del sector del largometraje. Las estadísticas nos dicen que tenemos que seguir luchando para que la balanza se equilibre.’