Con una cita del bolero de los Panchos comienza el libro Nosotros del escritor barbastrense Manuel Vilas, Premio Nadal 2023, un título que él considera "perfecto" para contar un viaje por la vída.
El autor ha presentado este miércoles su novela en el salón de actos de la Diputación de Huesca, acompañado por el profesor José Domingo Dueñas, vicedirector científico del IEA, que le ha invitado, con sus preguntas y reflexiones, a recorrer su trayectoria literaria.
El presidente de la DPH, Miguel Gracia, ha ejercido de anfitrión del acto, que ha contado también con la implicación de la librería Anónima de Huesca y la editorial Destino.
José Domingo Dueñas ha comenzado su intervención recordando que en el mismo año 2022 se produjo el fenómeno inédito de que dos escritores, procedentes de dos ciudades que tan solo distan 15 kilómetros entre sí, ganaran los dos premios de narrativa más prestigiosos de España: Vilas, de Barbastro, el Nadal, y Luz Gabás, de Monzón, el Planeta. "Sí, tenemos la renta per cápita literaria más alta de España", ha bromeado el barbastrense.
Vilas ha confesado lo importante que es para él escribir. "Me levanto por la mañana obsesionado por seguir donde lo dejé la noche anterior. Es una confusión entre la vida y la literatura. Para mí es como respirar, el día que no lo hago me siento mal. Cuando empecé se me hacía duro y complicado y hasta estrafalario escribir en un tren o en un motel y ahora escribo en cualquier lado".
Dueñas ha recordado, en una brillante entrevista, que Manuel Vilas vivió hasta los 18 años en Barbastro, su ciudad natal, que aparece constantemente en Ordesa, pero también en otros libros y muchos de sus poemas. “Allí se forjó la sensibilidad. Los 18 primeros años de la vida son muy importantes para una persona. Ahora muchas de las que forman parte de mi pasado ya no están. Miguel (refiriéndose al presidente de la Diputación y a sus palabras introductorias) ha citado lugares que han cambiado. Me molesta mucho que cambien el nombre de las calles, es un problema de geografía sentimental. Obviamente, algunas sí deben hacerlo. Cuando llego a Barbastro, mi memoria entra en una combustión".
El profesor ha explicado que en el prólogo de su Poesía Completa escribió que al morir su progenitor había encontrado entre sus cosas el primer libro que publicó, El Sauce. Lo había guardado como una reliquia. “A mi padre con 12 años le quitaron de la escuela y yo fui el primero de la familia en ir a la Universidad. Cuando vio que con 18 años yo había escrito un libro se debió de quedar pasmado. Eso lo supe luego. Aquel libro no tenía faltas, contenía algún verso chulo y metáforas. A esa edad, fue un auténtico milagro".
José Domingo dueñas también le ha recordado a Vilas, que quiso ser músico de rock, pero que tras leer a Baudelaire y a Rimbaud se entregó a la poesía. “Mi educación sentimental está basada en el rock and roll. La libertad y la modernidad en aquellos momentos se apreciaban en las cubiertas de los vinilos. en Barbastro, aquella modernidad solo se encontraba en el escaparate de la tienda de discos de Ubaldo. Mi generación supo después integrar de manera natural la alta cultura y la cultura popular".
Una fase de la conversación, lógicamente, se ha centrado en la faceta con la que más identificado se siente. "Digo que soy poeta y la gente se muere de risa", y más serio ha confesado que mantiene "un tira y afloja" con "el gran género" de la literatura. "A veces no me gusta porque se escribe una poesía que no conecta y eso me duele".
Porque Vilas ha asegurado que se siente poeta y le gusta la poesía. De hecho, como ha indicado José Domingo Dueñas, ha ganado prácticamente todos los premios importantes que se conceden en España.
Por eso, José Domingo Dueñas le ha preguntado si a partir de sus novelas muchos lectores han descubierto esta faceta literaria del barbastrense, y él ha sentido aunque ha precisado que no por ello ha ganado lectores en este terreno. "El género tiene un techo muy claro y aunque a veces se puede romper es muy difícil. Sigo teniendo mis lectores, pero no se puede competir con la narrativa".
Antes de volcar todo su tiempo en la literatura, el barbastrense, licenciado en Filología, era profesor en un instituto. "No sabéis lo que me he arrepentido de no haberlo dejado antes. El miedo es el peor sentimiento del mundo”. Ahora se dedica a lo que realmente le hace feliz. "El éxito de un escritor es poder pagar las facturas con sus libros".
Manuel Vilas se define como un autor en constante evolución. "Estoy enamorado de la vida, que es un enigma, un misterio y un milagro, y la única manera de explorarla es a través de la literatura".
Ha explicado que se rige por este punto de vista desde hace 8 o 10 años. “Todos mis libros están tocados por la idea de que la vida es el principal motivo de todo. Cuando veo que la pasión por la literatura no es hija de la pasión por la vida, me molesta. A eso se le llama pedantería”.
Manuel Viilas habla sin afectación, la popularidad que le han dado sus novelas no parece haberle encumbrado y acepta con naturalidad ese reconocimiento. Su libro Ordesa va por la 14ª edición, con 140.000 libros vendidos. Además, fue considerado el libro del año por periódicos como El País, El Mundo y La Vanguardia. “Me sorprendió -reconoce-. esperaba una buena recepción crítica, el entusiasmo del mundo literario y una discreta venta en librerías".
"El crecimiento de mis lectores fue exponencial, que por cierto aprendo mucho de lo que me dicen, como aprendía de mis alumnos cuando era profesor -ha continuado-. Cuando a un lector le gusta un libro, lo hace suyo y lo mete en su corazón. Eso me da una responsabilidad y una cierta obsesión, es miedo a decepcionar, a que tu novela siguiente no emocione tanto. Pero yo tengo la necesidad de escribir. Lo peor para un escritor no es no tener éxito, sino no tener un proyecto presente en el que estar metido”.
Finalmente, la conversación entre el profesor Dueñas y Manuel Vilas se ha centrado en el premio Nadal 2023, Nosotros. Dueñas ha indicado que la novela tiene un estilo muy reconocible, se centra en los personajes, pero al mismo tiempo suceden muchas cosas. Existe un perfecto equilibrio entre el rico lenguaje y el argumento.
Nosotros se pone al servicio de Irene, una viuda de 50 años que acaba de perder a su marido. "Hace tiempo que quería crear una mujer. Como ser humano y como desafío literario, necesitaba explorar su subjetividad. Vislumbré a una viuda que creía haber vivido la historia de amor más fascinante del mundo, 20 años con Marcelo, hacían el amor todos los días. Hace año y pico le conté esta idea a Luis alegre y me preguntó si tenía título y le dije que no. Yo te lo voy a dar: “El milagro”.
Irene emprende un viaje y el lector se convierte en una especie de voyeur de lo que hace y piensa. "Placer, sexo, complicidad, lealtad, amor. Todo forma parte de la vida de cualquier persona y no se habla de ello, nos incomoda y pasa a formar parte de la intimidad. Las personas somos el 80% intimidad y el 20% parte pública".
También se han referido la obsesión de Irene por la belleza, algo que comparte también el autor. "Conforme envejecemos buscamos pequeños actos que embellecen la vida", ha reflexionado.
José Domingo Dueñas ha destacado el humor que se abre paso en la novela, a pesar de que en algunos momentos sea seria y dramática. "Creo que los aragoneses llevamos el humor de serie, que es una de las cualidades más maravillosas que tenemos", ha manifestado.
Sin desvelar cómo termina el libro, Manuel Vilas ha reconocido que tiene "un final de riesgo" y qué es lo que más le costó aquilatar. "En definitiva, lo que Irene busca es la plenitud y la ve en la libertad y el placer, y hacia ahí dirige sus naves. ¿Hasta qué punto un ser humano puede ser libre?, la respuesta está en el placer, que es un territorio personal y privado".
Poco antes de finalizar el acto, el escritor barbastrense ha confesado que le han realizado una oferta para llevar Nosotros al cine. De momento, todo está por concretar.