Manuel Vilas (Barbastro, 1962) fue un cirujano contra la muerte en Ordesa, quiso despejar la nebulosa que borra los detalles en el tiempo con Alegría y promueve el enamoramiento en la edad adulta en Los Besos. El altoaragonés, uno de los mejores escritores contemporáneos de prosa y poesía en España, sostiene que "la literatura es una casa de amplia tolerancia" y se ha definido como "un profesional del amor literario". También hemos podido conocer algunas anécdotas relacionadas con su obra y su afición por el rock y por los coches.
El autor barbastrense ha visitado este martes la ciudad de Huesca para "poner el broche de oro", como ha señalado el concejal de Cultura, Ramón Lasaosa, al ciclo literario Martes de Otoño, impulsado por Fundación Caja Rural de Aragón, con la colaboración del Ayuntamiento y de la librería Santos Ochoa. De la mano de este programa han pasado también por la capital altoaragonesa María Reig, Ana Alcolea y Santiago Posteguillo. En todos los casos, los autores han estado acompañados por José Luis y Alejandro Corral, con los que han compartido escenario y conversación.
"Uno de los nuestros", ha indicado José Antonio Artigas, director Comunicación y Relaciones Institucionales en Caja Rural de Aragón, para referirse a Vilas, al inicio del acto, que se ha celebrado en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner.
Los grandes referentes literarios de Vilas han sido Kafka, Cervantes y Walt Whitman y en sus libros detecta "un amor a la vida incondicional", razón por la que cree que la gente sigue leyendo. "Soy un profesional del amor literario", ha proclamado.
Alejandro Corral le ha confesado a Vilas que se había leído todos sus libros y algunos los había releído tres o cuatro veces y el barbastrense le ha respondido que "un libro que lleva a la relectura es un triunfo de la literatura" y ha asegurado sentirse conmovido por encontrarse junto a dos autores, padre e hijo, que comparten una vocación como ésta. "La relación era maravillosa -ha espetado con sorna José Luis Corral haciéndose el ofendido-, a mi (Alejandro) me lee una vez o ninguna y a ti varias veces".
"Espero a leerte cuando hayas muerto -le ha replicado riendo-. Uy, esto suena peor de lo que esperaba". La broma ha dado lugar a los tres a hablar del sentido del humor aragonés, "somarda y sin límites, que celebra mucho la vida", ha apuntado Vilas.
Corral padre ha destacado los logros literarios del poeta y novelista, entre los que destacan el Premio de las Letras Aragonesas en 2010 y que fue finalista del Premio Planeta en 2019 con su novela “Alegría“. Su mayor éxito de ventas fue “Ordesa” (2018), editado por Alfaguara. El barbastrense, "es uno de los grandes autores españoles de los últimos 30 años", ha subrayado y le ha dado las gracias por todo lo que escribe y cómo lo hace.
José Luis Corral ha destacado que Vilas sabe hacer literatura a partir objetos cotidianos, mientras que para él "es imposible, si no hay un rey o un emperador por medio". A la guasa ha contestado el altoaragonés explicando que la literatura permite "acercamientos de muy distintas naturalezas", porque "la literatura es una casa de amplia tolerancia". Por ello, ha considerado que una crítica negativa sobre un libro obedece, simplemente, a "un principio estético, ideológico o moral".
"Hay señoras y señores que creen que lo que ellos hacen es lo que hay que hacer, pero conforme cumples años vas viendo cómo es el mundo y te das cuenta de que tiene probabilidades infinitas. Si eres tolerante, las puedes ver", ha añadido.
ORDESA, UN ÉXITO DE VENTAS
José Luis Corral se ha referido al éxito de Ordesa, una novela en la que el autor "se abre en canal", sobre todo por lo que respecta a la relación con su familia, y del que se vendió un número extraordinario de ejemplares. Vilas ha asegurado que eso es imposible de predecir, aunque, una vez sucedido, ha llegado a la conclusión de que la clave se encuentra en el tema universal que aborda. "Empecé a escribir la novela tras la muerte de mi madre, en mayo del 2014. Me encontraba en una urgencia emocional. Con ella, desaparecería mi universo personal, íntimo, y no estaba dispuesto. Sabía el arte por el cual hacer perdurar una historia, el de las palabras. Fui un cirujano contra la muerte, para que el olvido no se lo tragara", ha explicado.
En enero de 2018 salió publicado y en junio, Vilas acudió a la Feria del Libro de Madrid. Hasta él sea acercó un hombre de más de 40 años, que lloraba desconsolado y llevaba en la mano su novela, llena de posits y páginas subrayadas. Como no se le pasaba el llanto, una librera le acompañó a un banco y le pidió que le escribiera en una nota la dedicatoria que quería del autor barbastrense. "Para Consuelo, para que le coja el teléfono a su madre". A los tres o cuatro días, Consuelo puso en Twitter la dedicatoria y un mensaje: "Ya le cojo el teléfono a mamá".
"Para el chico, la relación de su madre y su hermana era un drama, pero gracias al libro se reconciliaron. Cuál es el premio de un escritor -se ha preguntado-, que ocurra esto por algo que he escrito".
Alejandro Corral ha asegurado que él también comenzó a marcar las páginas de Ordesa, hasta que a mitad del libro dejó de hacerlo porque se dio cuenta de que "en cada página había un regalo".
Ordesa se ha publicado en más de 20 lenguas distintas, como ha recalcado Alejandro Corral y Vilas ha aprovechado para destacar la importancia del traductor, "que fomenta el diálogo entre los pueblos", una profesión que, sin embargo, "está muy mal pagada y poco considerada".
LAS COCINAS, LOS COCHES Y EL ROCK
Después, Vilas ha comentado que, cuando se divorció, se enfrentó "al misterio de limpiar la cocina", puesto que por más que se empeñaba, la estancia permanecía siempre sucia. "Era un problema metafísico -ha enfatizado-. Me acordé de que la de mi madre siempre estaba limpia, como las de las amas de casa de su generación. En revelación mística, conocí la naturaleza del trabajo que ella había hecho. Hay puertas que te comunican con los muertos, yo entré a través del desafío de aquella cocina. Ahora he desertado, porque siempre hay una baldosa que tiene grasa, y terminas diciendo: está bastante limpia".
También ha relatado, que los coches son una obsesión para él y antes lo fueron para su padre, que era viajante de comercio. "En casa éramos mi padre, mi madre, mi hermano, el coche y yo", ha enumerado. "Lo que has visto hacer a tu padre y a tu madre, aunque lo racionalices, siempre está presente. Es una forma de mantener el contacto con su espíritu", y ha justificado el tener una relación personal con este vehículo. "Ya sé que es una máquina, pero mi padre la tuvo y es una manera de que él regrese".
José Luis Corral ha destacado otra afición de Vilas como es el rock. "En Barbastro, éramos tres o cuatro amigos que, cuando íbamos al cole, parábamos en la única tienda de discos que había. Tenían todo el rock británico y americano que se estaba haciendo. Un disco costaba 300 pesetas y había que meditar mucho cuál te ibas a comprar, porque es una decisión importante. También tratabas de influir en tus amigos, porque luego nos los intercambiábamos. Queríamos saber qué era eso de tanta energía, modernidad y vitalidad, en un mundo que no era el nuestro. Me hipnotizó y mi generación hizo algo interesante: igualar la cultura popular con la alta cultura. Podías estar leyendo a Hegel y escuchando al mismo tiempo a los Rolling Stones", ha recordado el autor oscense.
ALEGRÍA Y LOS BESOS
Escribió su novela Alegría, cuando ya era padre "y te planteas la vida de otra manera". Se dio cuenta de que el tiempo "arroja una nebulosa" sobre los detalles de la memoria, que quiso contrarrestar dejando un escrito pormenorizado sobre lo que hizo con su hijo, durante un día entero, en la ciudad de Chicago.
Recientemente, ha visto la luz Los besos. "Un escritor es hijo de lo que va viviendo y cierra la puerta a unos temas cuando ya no le dicen más. Aquí ya no utilizo material autobiográfico. Quizá vuelva a abrir esa puerta dentro de cinco años, nunca se sabe".
No podía faltar una referencia al Premio Planeta. Manuel Vilas quedó finalista, en una edición en la que Javier Cercas se llevó el galardón. Ambos tuvieron que viajar después mucho juntos y se hicieron grandes amigos. "El Planeta está maravillosamente conectado con el mundo de los lectores, ésa es la grandeza de este premio, que está en el ADN de la sociedad española. José Manuel Lara vio que había una clase media en España que leía y había que pensar en novelas".
En su libro Los besos aborda el amor romántico en una pareja de edad avanzada. "Enamorarse a una edad madura es cansado, bien, hay gente que prefiere quedarse en casa viendo una serie de Netflix y ya. Pero no va a funcionar, vas a estar amargado. No es un buen pacto con la vida. Ve a enamorarte, aunque acabes en el psicólogo", ha aconsejado.