Marta Escartín: "Quisiera hacer partícipe de este Premio de Honor a vuestras mujeres y en especial a mi madre, que es mi heroína"

Los primeros himalayistas aragoneses recogen el galardón del Pirineos Mountain Festival en un emotivo acto

Myriam Martínez y Mercedes Manterola
20 de Febrero de 2025
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Premio de Honor para los primeros himalayistas aragoneses

En un emotivo acto lleno de de recuerdos, el Pirineos Mountain Festival ha concedido su Premio de Honor a los primeros himalayistas aragoneses, un grupo de amigos que, en la década de los 80 y 90, conquistaron las cimas más altas del planeta y se convirtieron en referentes para las generaciones posteriores de alpinistas.

Más de dos décadas de logros y ascensiones avalan la trayectoria de esta expedición legendaria, liderada por Javier Escartín y conformada por nombres como Pepe Garcés, Ignacio Cinto, Toño Ubieto, Víctor Arnal, Lorenzo Ortas, Jerónimo López, Carlos Buhler, Manuel Ansón, Lorenzo Ortiz y Manuel Avellanas, entre otros.

No estuvieron solos en este camino: también les acompañaron Teo Palacín, José Murciano, Julio Benedé, Miguel Lausín, Jesús Gómez, Patxi Senosiain, Toño López, Joaquín Castillón y José Ramón Agraz. Su empeño fue respaldado por clubes como Peña Guara y Montañeros de Aragón, que brindaron apoyo logístico y moral en cada una de sus expediciones.

La historia de este grupo se remonta a 1977, cuando, inspirados por una expedición vasca a la cordillera de los Andes, comenzaron a explorar montañas desconocidas y a plantearse retos cada vez más ambiciosos. Su espíritu indomable los llevó hasta el Himalaya, donde encontraron en Nepal una encrucijada de culturas, vientos inclementes y glaciares desafiantes. En aquellas latitudes, con cientos de porteadores y toneladas de material, afrontaron el reto de escalar los picos de siete y ocho mil metros, enfrentándose a las condiciones más extremas con trabajo en equipo y determinación.

La conquista del Everest se gestó tras un largo periplo de ascensiones, consolidando un sueño que había nacido en las primeras expediciones. A lo largo del camino, vivieron jornadas de incertidumbre, noches de gélido insomnio y el incesante crujir de los glaciares bajo sus pies. Sin embargo, su compañerismo los sostuvo en los momentos más críticos, permitiendo que varios de ellos alcanzaran la cumbre y escribieran su nombre en la historia del alpinismo.

El festival ha querido rendir homenaje a este grupo, en un acto celebrado en un abarrotado Teatro Olimpia, y ha comenzado con una proyección en la que las primeras imágenes han revivido la última expedición que realizaron, aquella que tuvo como objetivo el K2 y en la que perdieron la vida Javier Escartín, Lorenzo Ortiz y Javier Olivar, poniendo así fin a la historia alpinística de esta generación irrepetible.

Tras la película, el director del festival, David Asensio, ha invitado a Lorenzo Ortas a subir al escenario. Emocionado en muchos momentos, ha tomado la palabra para recordar la importancia del esfuerzo compartido, el sacrificio y la pasión por la montaña que los unió a todos en aquellas expediciones, y destacar el inequívoco liderazgo que ejerció Javier Escartín.

A continuación, ha ido llamando al escenario a los asistentes a este acto: Ignacio Cinto, Toño Ubieto, Víctor Arnal, Teo Palacín, Jerónimo López, Manuel Ansón, Manuel Avellanas y el "expedicionario" que solucionaba todos los problemas desde Huesca, Manolo Bara y que fue el perfecto acompañamiento del presidente de Peña Guara al que luego sucedió, Julio Nogués.  

Finalmente, Lorenzo Ortas ha anunciado que todos estaban de acuerdo en que el mejor lugar para alojar el Premio de Honor era la casa de Javier Escartín, como símbolo de todo lo que representó para el grupo.

Marta Escartín en el escenario con
Marta Escartín es recibida en el escenario entre aplausos.

En ese instante, ha llamado al escenario a su hija, Marta Escartín, quien había acudido acompañada por su madre, Maribel. Precisamente, ha sido a ella, a quien ha querido dedicar el galardón, así como a todas las mujeres de aquellos pirineístas, que con tanto sufrimiento y preocupación vivían las ausencias de sus parejas. "Quisiera hacer partícipe de este Premio de Honor a vuestras mujeres y en especial a mi madre, que es mi heroína".

El acto ha concluido con un largo y sentido aplauso, un homenaje colectivo a una generación de montañeros que llevó el nombre de Aragón a las cumbres más altas del mundo.

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