“No hay nadie más cruel que aquel que une una inteligencia sublime a un corazón malvado”. Así lo señala Mariano Badía en referencia a un personaje de su novela “Psicosis en Torreciudad”, basada en un hecho real novelado. “Una trama un poco dura, del tipo de Edgar Allan Poe, con más misterio, suspense y más sangre de por medio. Es una manera de tocar los sentimientos del lector”, señala el autor.
Mariano Badía está este sábado en la Feria del Libro de Huesca para firmar ejemplares de esta novela que nace de una historia real que conoció por su profesión de detective privado y es si la zona mística más importante de Torreciudad podría tener un propietario privado. “Ví que podía salir una novela espectacular, con una buena trama y un asesino que pone a prueba al lector”.
Badía, que cuenta con varias obras de historia y antropología, además de relatos cortos con premios internacionales, explica que la trama de “Psicosis en Torreciudad” se basa en que “un individuo con una inteligencia sublime y una brutalidad enorme desea conseguir una serie de documentos que ha heredado una persona con esquizofrenia”. Nadie sabe por qué los quiere, pero es que en esos papeles se especifica que "la parte más ansiada del Santuario de Torreciudad, su iglesia, le pertenece; la heredó de su familia".
“Como no los puede conseguir a las buenas, comienza a llevar a cabo una serie de asesinatos concadenados, con un mensaje en cada uno de ellos”, a la búsqueda no solo de plantear un órdago a propietario de esos documentos, sino también a la policía, para que actúe para hallarlos.
El problema es que el protagonista no sabe en qué parte de la casona de su madre están escondidos, “y ahí es donde entra una neuropsiquiatra que va a intentar leer la mente tanto del asesino -para saber quién es y qué pretende- como del protagonista para descubrir dónde están esos documentos. La madre le deja escrito, sabiendo de que alguien más podría estar interesado en ellos, que están a los pies de Belcebú, pero dentro de la casona ¿qué es Belcebú?, ¿cuáles son sus pies?”, lanza.
La obra finaliza con una prueba psicológica para el lector “en un capítulo que se aconseja que se le en solitario y con poca luz”.