Muere Ánchel Conte, el gran profesor y escritor que amó la lengua aragonesa y su tierra a través del compromiso

El repentino fallecimiento en Almería trunca muchos proyectos que abordaba con ilusión

J.G.A. y M.Martínez
23 de Noviembre de 2023
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Ánchel Conte en Almería
Ánchel Conte en Almería

"Igual que el viento de chardal que barre el cielo y lo pinta de azul aparece tu cuerpo dormido desnudo sobre la cama cuando raya el alba lo miro en silencio y el cuarto aún a oscuras se aclara con tu luz de repente te veo volar por encima de un mar de agitadas aguas y yo ya no sé si todo es real o confundo sueños, deseos y fantasmas. Me pesan los años, me empujan hacia la niebla espesa de la última etapa... aturdido, pero no atontado, para mantener el equilibrio, me agarro a ti, que para escampar esa niebla negra me basta tu mirada".

Éste es el último poema, escrito hace apenas unas semanas, de Ánchel Conte Cazcarro desde Almería, el otro paraíso en el que disfrutaba del mar, junto a su querido Ignacio Barroso, tanto como gozó del edén de las montañas del Sobrarbe.

El alcoleano de nacimiento, escritor, doctor en Historia, catedrático de Historia y gran impulsor del aragonés falleció la noche de este miércoles 22 de noviembre a los 81 años de edad y ha dejado tras de sí un reguero de cariño a su tierra, de amor a la humanidad y de expresión de una militancia que no ha sido sino la manifestación de una personalidad apasionada y de un compromiso con sus congéneres.

Su muerte, que deja mucha tristeza en Aragón, trunca también diversos proyectos en los que estaba trabajando o tenía previsto iniciar. "Hay dos libros que van a salir próximamente -ha explicado a este diario Ignacio Barroso-. Uno, que Ángel tenía mucha ilusión por ver y publicará la Universidad de Almería, es sobre los mudéjares y los moriscos de las tierras almerienses de Vera, en el tránsito del siglo XV al XVI. Este estudio, que es uno de los primeros que se hacen, aporta muchos datos". 

El segundo, que también era otro sueño para él y lo editará Libros del Gato Negro, incluirá 77 de sus últimos poemas, algunos publicados en facebook y otros inéditos. Un grupo de mujeres de Jaca está llevando a cabo la selección. "Que esa selección la lleven a cabo personas que no son académicas, que no son profesionales, a Ángel le gustaba mucho", asegura Barroso.

"Ángel tenía muchísima ilusión de ver la publicación por la Academia de la nueva ortografía oficial del aragonés, como presidente de la Asociación del Aragonés, esto es una pena porque es una persona que estaba llena de capacidad. Queda su trabajo".

Ánchel Conte padecía de epoc, que se complicó después de contraer la covid en un viaje a Granada. El proceso, además, se ha precipitado inesperadamente. Ignacio Barroso ha recordado que en septiembre del año pasado acudió en Aínsa a la celebración de los 50 años de Andalán, y ese mismo mes presentó en la Casa de Aragón en Madrid su libro Paisaches.

SUS LIBROS Y SU AMOR POR EL ARAGONÉS

Ignacio Barroso y Chusé Raúl Usón (editorial Xordica), que le ha acompañado en prácticamente toda su trayectoria literaria, han comentado entre ellos la posibilidad de celebrar más adelante algún acto en Aragón, posiblemente en Aínsa, "donde nació a la vida, al compromiso con la gente, con la lengua y con el territorio, y donde vivió unos años que le marcaron profundamente", ha comentado el segundo. No obstante, todavía no hay nada concretado.

Cualquier obituario sobre una personalidad tan rica y compleja quedará expuesto al albur de la imperfección por incompleto. Ánchel (Alcolea de Cinca, 15 de octubre de 1942) llevaba a estas alturas veinte años jubilado de su cátedra de enseñanza secundaria e incluso de su militancia activa en el Partido Comunista. No podía eludir, eso sí, su pulsión por escribir y hacerlo con la belleza de la sencillez que penetra en el corazón.

Entre sus muchas gestas adornadas de humildad pero grandes en compromiso, la fundación de la revista aragonesista Andalán en la que él era el islote que siempre escribía artículos en aragonés en una labor de difusión que compartía con los artífices del Consello 'a Fabla Aragonesa, o la creación de la agrupación folclórica Viello Sobrarbe durante su compatibilidad entre la docencia de Historia en la comarca en la que investigó profusamente su folclore, su cultura y sus raíces.

Ánchel Conte era un verso libre y suelto, que escribía con pluma versátil dependiendo del tono que exigía la temática. Ha publicado una cuarentena de artículos de historia medieval y cuatro obras que refrendan la riqueza de la cultura altoaragonesa: La Encomienda del Temple de Huesca, La Aljama de moros de Huesca, Los moriscos de la ciudad de Huesca: una convivencia rota, La Aljama de moros de Barbastro y Los moros de Barbastro y tieerras del Cinca.

Publicó los poemarios No deixez morir a mía voz (1972), O tiempo y os días (1996), Zaga o mar o desierto (2002) e Luna que no ye luna (2014). Como narrador y autor de libros de relatos, O rafe d’o espiello (Xordica, 1997)De ordo sacerdotalis (Xordica, 2004) e las novelas O bolito d’as sisellas (Xordica, 2000) e Aguardando lo zierzo (Xordica, 2002) –Premio Ziudat de Balbastro 2002–, traducida a lo castellano, francés e ruso.

Chusé Raúl Usón, que a finales de los 80 fue presidente del Ligallo de Fablans de L’Aragonés,  había oído hablar mucho de Ánchel Conte. Además, No deixez morir a mía voz, libro publicado con el sello barcelonés El Bardo, "se consideraba que era la obra fundacional de la literatura contemporánea en aragonés".

Esta editorial publicaba lo mejor de aquellos años de poesía, y conoció a Ánchel Conte a través de José Antonio Labordeta, que ya había trabajado con ella. El Consello d'a Fabla reeditó el libro en 1985.

Los premios han sido una consecuencia no buscada pero sí justa. El de Cuentos en Aragonés Ciudad de Barbastro o los de la Fiesta de la Poesía de Huesca durante cuatro años antecedieron al de poesía en aragonés por "Como plebia sobre o bientre". En 2009, el Gobierno de Aragón le concedió la Medalla al Mérito Cultural por su larga trayectoria de trabajo por el patrimonio cultural popular.

En esa impronta pionera, Ánchel e Ignacio protagonizaron el primer matrimonio entre personas del mismo sexo que se celebró en la ciudad de Huesca con la ley de Zapatero. Les casó Teresa Sas en el Ayuntamiento y el convite tuvo lugar en el Casino. 

Ignacio Barroso, nacido en Madrid, y Ánchel Conte se conocieron en la capital española de manera casual. Conte había acudido desde Teruel a una reunión del PC y Barroso, que estaba trabajando en Guipúzcoa, tenía que estar en una mesa electoral.

Ánchel Conte, en Almería.
Otra imagen de Ánchel Conte, en Almería.

EL SOBRARBE DE SU ALMA

Ánchel emergió como un revulsivo. Chusé Raúl Usón explica que, según ha indicado en numerosas ocasiones Severino Pallaruelo, su influencia renovadora devolvió la dignidad a numerosas personas, especialmente en el ámbito lingüístico.

Al llegar a Aínsa, Ánchel percibió que los estudiantes provenientes de Bielsa, La Fueva, el Valle de Chistau, o el Valle de Vio, hablaban aragonés y, en lugar de reprenderles, como debía de ser habitual en esos tiempos,  reconoció la riqueza de esta lengua y comenzó a recoger su vocabulario.

"Ánchel entabló conversaciones con la madre de Josefina Loste y la de Anita Zueras, y su enfoque auténtico y cercano al aragonés real seguramente fue clave para que los lectores hayan conectado tan bien con sus libros", añade Usón.

En esa mitad de los años 60, se encontró un contexto marcado aún por las secuelas de la posguerra y el caciquismo. Muchos alumnos y alumnas tenían padres que habían participado en la resistencia durante la Bolsa de Bielsa y eran republicanos. Ánchel desempeñó también un papel crucial en la devolución de la dignidad a estas personas, también en el ámbito político.

Asimismo, se volcó en la investigación del folclore, para lo cual llevó a cabo un destacado trabajo de campo. Sabía música y utilizaba una grabadora para documentar su investigación. Su labor se destacó en dos episodios de la serie "Raíces" de TVE, disponibles en YouTube, donde abordó el tema del aragonés y el folclore del Sobrarbe. En un acto de rescate in extremis, evitó la pérdida de la gaita de Bestué, el único ejemplar completo que se conservaba de todas las gaitas aragonesas.

Ánchel, además, compartía su pasión por la música contemporánea y la ópera con sus alumnos, complementando su enseñanza con la adquisición de libros y viajes de estudios.

En 1968, las compuertas del pantano de Mediano se cerraron y, tras una semana de lluvias, la población se encontró con que el agua les entraba por las ventanas. Ánchel, que realizaba crónicas para Radio Huesca, en cuanto llegó la noticia a Aínsa, acudió al lugar con su magnetofón de bandolera para informar en directo y narrar cómo la gente escapaba en barcas de una posible tragedia.

Su estancia en el Sobrarbe (1968-1973) finalilzó después de que se celebrara un acto para presentar la revista Andalán. El gobernador civil no quiso firmar su incorporación al instituto de Aínsa y se le expulsó de la provincia, "por comunista y maricón", según se recoge en una comunicación oficial.

En el año 2008, jubilado ya Ánchel, se le quiso rendir un homenaje desde la Comarca de Sobrarbe en señal de reconocimiento y cariño. Se publicó un libro y se realizó este pequeño cortometraje. "Nos reunimos en Boltaña, adonde él acudió engañado, claro, porque era toda una sorpresa. En él se entiende muy bien lo que significó Anchel en ese comarca a mediados de los años sesenta", afirma Usón. 

Su huella en esta zona pirenaica, sin duda, siempre permanecerá indeleble.

 

APORTACIÓN A LA MÚSICA

Ánchel Conte también contribuyó de manera destaca  a la música, a través de artistas como Pilar Garzón, natural de Boltaña. En 1972, la cantante lanzó el álbum Entre Aragón y Castilla, con poesías musicadas del profesor y escritor.

Es también el autor de Mai, un poema al que Gabriel Sopeña le dio vida musical y que es habitual en el repertorio de Olga y los Ministriles y también ha resonado en el de El Último de la Fila.

En el periodo comprendido entre 2016 y 2020, Chusé Raúl Usón trabajó, bajo la dirección de Javier Brun, como técnico lingüístico en la Oficina de la Lengua Aragonesa, del Ayuntamiento de Huesca. Entre otras iniciativas, se editó el disco Flamas. Usón concibió una selección de las más destacadas canciones en aragonés, entre las cuales se incluyeron Mai y la canción Qué escura e fosca ye a viespra!, originalmente grabada por Pilar Garzón en 1972 en su álbum Entre Aragón y Castilla y rescatada por Hato de Foces en uno de sus primeros discos. En Flamas, Pilar Garzón entona la primera estrofa. 

DE BARCELONA A ALMERÍA

En 1979, Ánchel Conte se estableció en Barcelona, donde más tarde se jubiló como profesor de Historia. Sin embargo, más tarde su experiencia en Cataluña se vio marcada por un descontento palpable hacia el proceso independentista, difícil de asimilar.

Buscando otro ambiente, hace seis años el matrimonio decidió dejar la Ciudad Condal, donde había vivido durante cerca de 30 años. Pasaban desde hacía tiempo los veranos en un pequeño pueblo de Almería, Vera, cerca del Cabo de Gata, y decidieron adquirir un piso un poco más grande en la capital. 

La figura de Ánchel Conte perdurará en la memoria colectiva de Aragón, inmortalizada en sus versos, su pasión por la cultura y su incansable compromiso. Su legado, tejido con las fibras de la historia, la lengua aragonesa y el amor a su tierra, seguirá siendo una fuente de inspiración para las generaciones venideras. Ánchel será siempre un capítulo inolvidable en el libro de la identidad aragonesa.

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