Música, aromas, palabras y naturaleza crean una atmósfera de serenidad con Nati Ballarín en Sijena

La pianista monegrina echa a volar hermosos sones en una noche mágica en el pórtico del Monasterio de Villanueva de Sijena

29 de Junio de 2024
Sinfonía de Serenidad de Nati Ballarín en Villanueva de Sijena

Ha pasado un ángel. El silencio que manifiesta esta expresión ha precedido la tarde-noche de la Sinfonía de la Serenidad, un proyecto que desde este viernes es una hermosa arquitectura para el bienestar emocional a través de la intensidad de los sentidos excitados con el piano de Nati Ballarín, los aromas de Mari Carmen Pacheco y la íntima majestuosidad -permita, querido lector, el oxímoron- del pórtico del monasterio de Villanueva de Sijena, donde los espíritus de Doña Sancha o el rey Pedro II han disfrutado del suave baño sensorial de la belleza concentrada.

Han afluido decenas y decenas de espectadores a la cita, a la llamada no ya de los organizadores -que también-, sino de un estímulo imprescindible en los tiempos de las prisas como es la serenidad. No cabe confundir serenidad con silencio, aunque es cierto que, en los momentos en los que cada uno se quedaba, con sus ojos cerrados, en el cosmos de las teclas de Nati Ballarín y los trinos de las aves, toda la comunicación se volvía hacia dentro.

En esa riqueza interior, ya no había espectadores sino participantes. Los mismos que habían recibido, al llegar, unas gotas de aceites esenciales en sus muñecas para profundizar en una velada concebida para los sentidos. "Los olores y las emociones van de la mano", había explicado Mari Carmen Pacheco, responsable de Carma de Sariñena. Todo preparado para que cada pieza interpretada por Nati Ballarín hiciera saltar las alarmas sensoriales. En los caballeros, con romero o niaoulí. En las damas, con lavandas u orquídeas. En la elección también está el sentido de la vida. Todo contribuye a ese equilibrio en medio de la naturaleza donde se emprende el doble camino hacia lo más íntimo y hacia la exterioridad.

"Guiados por un espíritu antiguo conocido como Luz de Luna, descubren los secretos de este paisaje encantado". Así ha sido presentada Nati Ballarín, que ha iniciado una sinfonía infinita de serenidad de la mano del viaje expresado en palabras de José Antonio y Anna con caminantes como Lucas y Anna acompañados por el guardián monegrino (Luz de Luna) en un imaginario itinerario por la estepa, por la lluvia, por el amor, por las emociones y por la música, que permanentemente se recrea como un nuevo comienzo.

Del alma que impulsa los dedos de Nati Ballarín, brotan las notas de Schubert o de Schumann, el inefable Claro de Luna de Beethoven que despierta del letargo de los ojos cerrados con un escalofrío emocionante, el esperanzador Nocturno de Chopin, la hermosa Elegía por el Ártico de Ludovico Einaudi, el Love Theme que eleva el amor a la condición de la fuerza más poderosa en la humanidad, el Summer Dreams, el Clair de Lune de Debussy, el río que fluye en ti  con la composición de Yiruma, el amor por la lluvia en Kiss the Rain de Billie Myers o el Let your Dreams Fly. Deja volar tus sueños

Y así, casi hora y media después, con la cúpula del cielo creando un efecto mágico en la portada del monumento levemente iluminada por un universo de velas, la música, los aromas y los sonidos de la naturaleza habían logrado el milagro de la relajación. Una simbiosis que, más allá de la invación del sosiego, había logrado la serenidad que lleva "un poco de paz a cada corazón". Lo definió la artista, así fue y así ha de ser.

Por cierto, para quienes no han podido acudir esta pasada noche a Villanueva de Sijena, la vivencia se repite esta tarde-noche, a partir de las 20:30 horas, en otro icono monumental de los Monegros: la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, donde las pinturas de Bayeu adquirirán el barniz de la serenidad.

Etiquetas: