Una noche muy feliz con Javier Lambán en el Centro Aragonés de Barcelona

El expresidente del Gobierno de Aragón protagonizó una bonita velada en la presentación de su libro "Una emoción política"

21 de Noviembre de 2024
El autor del artículo con Joan Manuel Serrat

El pasado martes, 18 de noviembre, integrantes de la numerosa colonia aragonesa en Catalunya vivimos un entrañable encuentro, con motivo de la presentación del último libro de Javier Lambán, “Una emoción política”

El expresidente de la DGA siempre ha mostrado un gran apego a la ciudad condal, en cuya universidad se licenció en historia contemporánea, en la que residió durante algunos años y en la que cuenta con familiares y una buena legión de amigos. Junto a él, el escritor de la tierra Ignacio Martínez de Pisón y el ensayista Joaquim Coll.

El acto tuvo lugar en el emblemático Centro Aragonés, todavía clausurado y pendiente del inicio de una reforma que, todo apunta, arrancará en los primeros meses de 2025. La casa de los aragoneses en Barcelona es un edificio ubicado en el centro de la ciudad, de gran valor arquitectónico y dotado de mucha emotividad para los que hemos nacido y crecido bajo la influencia de sus históricas paredes.

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Para los aragoneses de la diáspora, en plena época de la emigración, nos ituamos en las décadas de los años 40, 50 o 60 del pasado siglo, el Centro suponía el nexo de unión a la tierra, el contacto con los amigos y, para muchos, el inicio de relaciones amorosas que se proyectaron en el tiempo. Mis padres, ambos altoaragoneses, se conocieron en el histórico baile del Centro Aragonés de Barcelona y se unieron en matrimonio durante más de 50 años. Fueron una de tantas parejas que certificaron amor y fidelidad en aquel salón, ahora convertido en ruina.  Gracias a tal unión, siempre presumo, con enorme orgullo, de ser hijo del Centro aragonés de Barcelona.

Javier Lambán es un referente para muchos socios del centro. En su momento, el entonces presidente de la DGA fue decisivo y se involucró personalmente para salvar nuestro estimado Centro . Se lo tomó como una cuestión muy personal y afectiva y ayudó a que este centenario rincón de nuestra tierra siga siendo casa de acogida y unión. Ahora, el edificio pertenece al patrimonio de la DGA, que ha completado todos los trámites legales y la licitación de obras, para acometer una reforma integral del mismo. Sólo nos queda esperar, con ansia y devoción, para volver a pisar aquellos monumentales salones, el baile, el restaurante, la valiosa biblioteca… para escuchar las jotas y la rondalla y para rememorar tantos y tantos recuerdos que inundan el corazón de los que sentimos Aragón como tierra propia, aunque sea alejados del territorio.

Entre la numerosa presencia de asistentes al acto, quiero destacar la del maestro, poeta y mito Joan Manuel Serrat, buen amigo de Lambán y siempre presto y activo cuando Aragón le requiere. No en vano, por las venas del artista del Poble Sec también corre sangre aragonesa, debido al origen de su madre, natural de Belchite. Como reza uno de los versos de la canción “Mi niñez”

 “…y en julio , en Aragón, tenía un pueblecito, una acequia, un establo. Y unas ruinas al sol. Al viento los ombligos, volaban cuatro amigos, picados de viruela y huérfanos de escuela. Robando uva y maíz. Chupando caña y relaiz. Creo que entonces yo era feliz”

Para nosotros también fue una noche feliz, muy feliz, en el Centro aragonés de Barcelona. Compartir reunión con Javier Lambán y Joan Manuel Serrat fue un honor para todos. Ahora, seguimos soñando con pisar nuevamente nuestro centro, nuestra casa y la que fue hogar y referentes de los que ya se fueron físicamente, pero que siguen bien presentes y muy vivos en tan emblemático edificio.

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