En medio de una ola de calor sofocante, la 24ª edición del Festival Folclórico de Montearagón se ha llevado a cabo este sábado con gran éxito, trayendo a Huesca las ricas tradiciones culturales de Manises y Yebra de Basa. A pesar de las altas temperaturas, los participantes y el público no han flaqueado y han convertido la jornada en una fiesta popular.
La celebración ha comenzado ya por la mañana, cuando varios representantes municipales han recibido a los grupos folclóricos en la casa consistorial.
Ya por la tarde, a las 19:30 horas se ha iniciado el pasacalles, que ha partido del Hotel Sancho Abarca. Abriendo el desfile se encontraba el Grupo de Danzantes de Yebra, que, con sus vibrantes trajes y energía contagiosa, que ha bailado a lo largo del recorrido. Las calles de Huesca se han llenado de música y color, y numerosos vecinos han acudido para admirar los vistosos trajes, voces y movimientos y disfrutar de todo el espectáculo.
La comitiva ha culminado en la emblemática plaza López Allué, tras recorrer el Coso hasta la calle Ramiro el Monje y la plaza de San Pedro, donde se le ha hecho pasillo a Estirpe de Aragonia, que ha bailado ante el monasterio. Después, los Danzantes de Yebra han sido los primeros en subirse al escenario para representar sus tradicionales mudanzas, finalizando con "La liebre", su danza más espectacular y aclamada.
Tras ellos, el Grup de Danses Repicó de Manises ha tomado el relevo, para deleitar al público con una selección de sus danzas más emblemáticas. Jotas, fandangos, seguidillas y boleros se han sucedido, para mostrar la riqueza del folclore valenciano.
Estirpe de Aragonia ha cerrado la velada con una emotiva actuación. Han comenzado con los miembros más jóvenes del grupo, Julio y Alejandro, y entre otras piezas, como la Jota de Albalate, Carmen Gavín ha ejecutado con maestría la Jota de los Cántaros. El broche de oro lo ha puesto toda la formación con el pasodoble Montearagón.
Antes de que comenzaran las actuaciones en el escenario, Noemí Lanaspa, presidenta de Estirpe, ha tomado la palabra para dar la bienvenida y dedicar el espectáculo a dos personas muy queridas para el grupo, que fallecieron este año: Jorge Martín y Demetrio Márquez.