La Muestra de Cine Realizado por Mujeres de Huesca vivió uno de sus momentos más emotivos este viernes en el Teatro Olimpia, con la entrega del Premio Pan y Rosas a la cineasta aragonesa Paula Ortiz. En su vigésimo cuarta edición, la muestra, que el año pasado sorprendió al reunir a más de 2.500 personas en las proyecciones y atraer a más de 500 en los coloquios, sigue consolidándose como un espacio de referencia para visibilizar el cine hecho por mujeres. Este año, la Asociación Oscense Pan y Rosas, organizadora por primera vez del evento, reafirma su apuesta por crear un encuentro único entre las cineastas y el público oscense, un espacio donde las inquietudes y miradas femeninas se cruzan para ampliar nuestra comprensión del mundo.
Durante la gala, se recordó que el cine realizado por mujeres no puede considerarse un subgénero, ya que las cineastas, al igual que sus compañeros masculinos, abordan una enorme variedad de temas, estilos y enfoques. "Pensar en su trabajo como un conjunto homogéneo sería ignorar las complejidades y la riqueza que cada creadora aporta desde su mirada particular. Sin embargo, es indudable que las mujeres cineastas enfrentan mayores dificultades debido a su género, asumiendo riesgos y sacrificios que, pese a todo, enriquecen la cultura audiovisual". La Muestra se comprometió a seguir creando un espacio donde estas creadoras puedan compartir sus trabajos con una audiencia que busca nuevas formas de ver y entender el mundo.
Este año, la homenajeada, ha sido Paula Ortiz. Su primer trabajo fue "De tu ventana a la mía" (2011), por el que fue nominada a Mejor Dirección Novel en los Premios Goya, consolidó su talento con "La novia", película que obtuvo 12 nominaciones a los Goya y ganó 2 de ellos. Su carrera continuó con títulos como "Al otro lado del río y entre los árboles" y culminará próximamente con "La Virgen roja", cuyo estreno está previsto en el Festival de Cine de San Sebastián. A lo largo de su trayectoria, Ortiz ha sabido imprimir un sello autoral claramente reconocible en cada uno de sus trabajos, emocionando y conmoviendo al público con sus historias profundamente humanas y visualmente potentes.
Tras la entrega del galardón, que fue entregado por María Antoñanzas, directora del Instituto Aragonés de la Mujer, Paula Ortiz ofreció un discurso lleno de emoción y gratitud, y valoró el vídeo homenaje que precedió la entrega del premio, realizado con "cariño, dedicación y profundidad" en la búsqueda de imágenes, que resumen el cariño de mucha gente. "Agradezco mucho cómo habéis intentado sacar el hilo invisible que une todo". Asimismo, destacó la importancia de "hacer del cine un trabajo en los estrictos márgenes de la dignidad y la belleza".
Ortiz también reflexionó sobre el significado simbólico del cine y su capacidad transformadora: "Seguimos ahí en la pantalla, la pantalla es un campo de batalla, es un firmamento infinito de imaginación y posibilidades donde todo lo que los hombres, las mujeres, todas, todos, podemos ser, y se refleja en los mundos posibles e imposibles".
En su mensaje, resaltó la importancia de que existan espacios como la Muestra, que permiten que los relatos femeninos se visibilicen y crezcan: "Que haya un tiempo que durante tantos años aquí se haya preservado, cuidado, alimentado unos días para que esas pantallas se dediquen a los relatos de las mujeres, que ni eran tantos, que gracias a espacios como este, cada vez son más".
Al finalizar su intervención, la cineasta agradeció a la Muestra de Cine Realizado por Mujeres y a la Asociación Pan y Rosas por el galardón, destacando el valor simbólico del galaardón: "Es muy bonito que haya un premio que recuerde al pan, la necesidad del pan, el pan es la vida, el pan es la supervivencia, el pan es la colectividad, el pan es el trabajo, y que recuerde las rosas, que recuerde la flor y que recuerde que estamos aquí en un acto de vuelo, de elevación y de belleza, porque la belleza nos salva".
El acto concluyó con una breve actuación del dúo Umbeliforas, quienes ofrecieron una performance musical y poética tanto al inicio como al cierre de la gala, evocando figuras como Lorca y Santa Teresa de Jesús, entre otros referentes culturales que añadieron profundidad y emoción a una noche dedicada al arte y a la creatividad femenina.