Las pinturas de la iglesia de Valsalada recuperan su esplendor gracias a la labor de la parroquia y los vecinos

Las imágenes habían permanecido ocultas durante cuatro décadas con la reforma que se hizo en los años 80

DH
23 de Septiembre de 2024
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Resultado de la restauración de las pinturas del ábside del altar mayor.
Resultado de la restauración de las pinturas del ábside del altar mayor.

Las pinturas del ábside del altar mayor de la iglesia de San Lino, en Valsalada, han recuperado su esplendor gracias a la labor de la parroquia y los vecinos de esta localidad, que en los últimos meses han dedicado muchas horas de su tiempo a limpiar y restaurar unas imágenes que habían permanecido ocultas durante cuatro décadas. Este lunes, en el marco de las fiestas patronales, se ha presentado el resultado y las puertas del templo han permanecido abiertas para que todo el pueblo pudiese verlo.

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A las 12:00 horas han comenzado los actos programados con una eucaristía presidida por el vicario general de la diócesis de Huesca, el reverendo Nicolás López, y concelebrada por el párroco de Valsalada, el reverendo Francisco Raya, y por el reverendo Ignacio Piñar. Tras ella se ha explicado el desarrollo de los trabajos de restauración, que comenzaron en el mes de abril con las primeras catas para comprobar el estado de conservación de las pinturas. Poco a poco se fueron incorporando voluntarios y voluntarias de la localidad que aportaron su granito de arena, y las labores desarrolladas por una restauradora culminan ahora con la recuperación de un tesoro para todos los vecinos.

En la década de los 80 se reformó la iglesia parroquial de San Lino y se pintó con estuco el ábside del altar mayor, de manera que sus pinturas originales, que se encontraban en mal estado, quedaron ocultas. Estas habían sido realizadas por la empresa Arte Sacro Navarro durante la construcción de un templo proyectado en 1954 por el arquitecto zaragozano José Borobia. Se terminó tres años más tarde y el 22 de julio de 1958 se celebró la primera misa de este pueblo de colonización, que pertenece al municipio de Almudévar.

La iglesia está bajo la advocación de San Lino, obispo, mártir y segundo papa de Roma, en homenaje a monseñor Lino Rodrigo, obispo de la diócesis de Huesca entre 1935 y 1973. Se cumplían entonces las bodas de plata de su apostolado. Las pinturas, sobre un fondo azulado, representan a San Lino con la insignia papal sobre su cabeza y, a los lados, ángeles con motivos eucarísticos y del campo.

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El reverendo Francisco Raya explicó que se han basado en imágenes antiguas y en las catas para realizar unos trabajos en los que se profundizaba “en los ratos después de misa” hasta que la empresa se hizo “más seria” y se puso en manos “expertas” con la mediación del Ayuntamiento de Almudévar. Mientras, un vecino facilitaba los andamios, otros colaboraban en el tratamiento del ábside, otros limpiaban el suelo… Además, se han realizado obras de adecentamiento en la puerta de la iglesia, el embaldosado o la escalera, además de trabajos menores.

El proyecto ha salido adelante gracias “al esfuerzo de la voluntad de muchas personas que nos han ayudado”. También ha estado involucrado José María Alagón, doctor en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza y profesor. Aunque no ha podido asistir este lunes a los actos programados, se ha emitido un vídeo en el que explicaba la historia de la iglesia desde su proyecto hasta las labores más recientes, y la foto de familia final se sumará desde hoy a la historia de unas pinturas que aspiran a perdurar en el tiempo.

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