Poesía sin jaulas y Ramón Acín se unen en un espacio liberador con ARTEcuidados

El programa municipal y la Facultad de Educación han celebrado el Día de la Poesía con la actividad "Libera un poema"

Periodista
21 de Marzo de 2025
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Huesca celebra el Día de la Poesía liberando poemas

El aula donde impartió clases Ramón Acín en la Escuela de Magisterio de Huesca ha acogido una actividad singular para celebrar el Día de la Poesía, en la que se han liberado poemas de una jaula, un gesto que rememora la anécdota del artista y pedagogo oscense cuando soltó una cardelina enjaulada y la sustituyó por una pajarita de papel como símbolo de libertad.   

La iniciativa, titulada Libera un poema, ha sido impulsada por el programa ARTEcuidados, promovido por el área de Acción Social del Ayuntamiento de Huesca, en colaboración con la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación. La actividad ha contado con la asistencia de Víctor Juan, profesor de esta facultad, escritor y director del Museo Pedagógico de Aragón, quien ha ofrecido una reflexión sobre la figura de Acín, a quien define como "un hombre bueno". En el gesto simbólico de liberar poesías han participado los integrantes de este programa municipal, que previamente han leído textos de varios autores.

Liberando poemas de la jaula.
Liberando poemas de la jaula.

Marina Juste, técnico de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Huesca y arteterapeuta, al frente del proyecto de ARTEcuidados para personas cuidadoras no profesionales, ha explicado que se realizan sesiones grupales todos los miércoles, en las que “diferentes expresiones artísticas, como la poesía, la danza o la música, se utilizan en un contexto terapéutico. Se trata de salir del nivel racional y pasar al nivel sensorial, al sentir, al jugar con las artes, a improvisar -ha apuntado-, lo que nos permite el distanciarnos, transformar y moldear la realidad”. Juste ha recordado la historia de Ramón Acín, que ha servido de base para la actividad realizada este viernes. “Hemos querido hacer lo mismo, en este caso para celebrar el Día de la Poesía, colocando poemas dentro de una jaula para que sean liberados”.

 

Víctor Juan, autor, entre otros, del libro Ramón Acín. En cualquiera de nosotros un pedazo tuyo, y miembro de la Fundación Ramón y Katia Acín, ha considerado “extraordinaria” la iniciativa, que ha podido desarrollarse “donde Ramón Acín estuvo tantas horas”, un espacio especial en el que sobrevuelan todavía sus palabras, como ha imaginado Juan.

El profesor ha contado la historia del Acín que ha descubierto “después de 25 años. Son historias que se van enriqueciendo también en interacción con las personas a las que se la cuento -ha apuntado-. Vivo en el universo Acín, donde también vivien Ramón, Conchita, Katia, Sol, el Tobi, Juan Arnalda.., todas estas personas que dan sentido a muchas de las cosas que yo hago”, ha señalado. Para Juan, “cada vez que recordamos a Acín, estamos haciendo su vida eterna”.

Víctor Juan durante su charla en la actividad de ARTEcuidados.
Víctor Juan durante su charla en la actividad de ARTEcuidados.

Como ha contado, “lo primero que transmito a los niños vienen al museo es que era un hombre bueno, que daba clases en la escuela de magia (eso me lo enseñó una niña de infantil cuando pregunté si sabían qué era la escuela de magisterio), se casó con una mujer extraordinaria, tenía un perro que se llamaba Toby…". Lo que pretende es descubrir la persona -ha dicho Juan-, para llegar al convencimiento de que eran exactamente igual que nosotros: querían a sus hijos, estaban enamorados, a veces estaban tristes, tenían ilusiones y luego pues los acontecimientos los llevaron de aquí para allá”.

Cerca de que Las Pajaritas cumplan cien años, Víctor Juan cree que Huesca debe celebrarlo “por todo lo alto, porque, sin pretenderlo, son un símbolo de la ciudad. Todo el mundo une Huesca a Las pajaritas de Ramón Acín, y eso es el triunfo de la memoria, de justicia”.

"Un amigo me dice que la historia de Ramón y Conchita es muy triste, pero yo creo que tiene de todo: momentos tristes, sí, pero también una parte muy divertida, parte de ternura, una historia de amor. No es la historia de un fracaso, porque que hoy sigamos hablando de ellos, que se escriban libros, se rueden documentales o se pinten murales demuestra que siguen vivos entre nosotros. Hay un legado en cualquiera de nosotros, un legado de bondad, de estar del lado de quienes lo necesitan, de ponerse al servicio de causas justas. Todo eso tenía sentido hace 100 años y tiene sentido hoy”, ha concluido.

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