José María Maestre Maestre, director del Instituto de Estudios Humanísticos de Alcañiz (IEH), ha reivindicado la vuelta real de la Universidad de Huesca desde una perspectiva profundamente humanística en la presentación del libro coral "Humanismo y poder. Circunstancias de la Universidad de Huesca" en el Colegio Imperial de Santiago.
Maestre Maestre comenzaba su alocución disculpando la ausencia del alcalde alcañizano Miguel Ángel Esteban, ocupado por el profundo proceso de transformación con criterio histórico que está emprendiendo la ciudad. Aunque andaluz, el catedrático siempre lleva a "Alcañiz y a Aragón en mi corazón", porque fue muy joven allí con su mujer a trabajar.
Llegaba el profesor de México y Ecuador, de sendos congresos a los que "llevó lo aragonés hasta allí". Del libro "Humanismo y Poder. Circunstancias de la Universidad de Huesca", ha invitado a los presentes a fijarse en el inicio: "Alcañiz-Lisboa-México". El Instituto de Estudios Humanísticos está conformado por "un montón de universidades españolas, las más importantes Zaragoza, Extremadura, Almería, Málaga, la mía, Cádiz, y ocasionalmente otras como Valencia o León". Durante muchos años, también arropó el proyecto el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Se ha congratulado del apoyo del Ayuntamiento de Huesca, el IEA y la Catedral oscense. "La cultura se construye entre todos, es absolutamente vital, no es cuestión de uno ni de cinco. Los libros los coordina una persona, pero detrás hay un montón de grandes investigadores, catedráticos y catedráticas de universidad, doctores, etcétera". Ha recordado que Pablo Cuevas es vicesecretario del IEH y presidente de Studiosi pro Universitate Sertoriana, con un bagaje que se ha puesto de manifiesto en la obra. Maestre participa actualmente en la creación de un Centro de Investigación Interuniversitario de Andalucía Antonio de Nebrija de Humanismo y Tradición Clásica en Lebrija, patria de Nebrija, "y ahí no podía faltar Pablo".
En Lebrija, un Congreso ha analizado la figura de Juan de Mariana, el jesuita que, "en un periodo de corrupción sin límites como fue la época de los siglos XVI y XVII, los ministros de Felipe III optaron por devaluar el vellón, lo que dio lugar a un movimiento económico en el que los que apenas tenían nada menos tuvieron". Se enriquecieron todavía más los ministros y se empobrecieron las clases populares. De Mariana escribió el De Monetae Mutatione, Sobre el Cambio de la Moneda. "Nada más hacerlo, el poder se puso enfrente de este jesuita". Y al rey dedicó De Rege et Regis Institutione, Sobre el Rey y la Formación del Rey.
Como dijo el profesor Diego López, de Ecuador, "cuando hay un problema como el que acabo de describir y el rey mira para otro lado, en ese momento deja de ser rey y se convierte en tirano y el tiranicidio es lícito. En lo que tardó en promulgar aquello automáticamente la Universidad de la Sorbona mandó quemar sus libros y se le apresó y la Inquisición abrió otro proceso que tardó años. Y, sin embargo, ahí nació el padre del liberalismo español. Ahí nacieron los grandes problemas de los jesuitas a la postre. Cuando llegó el siglo XVIII todas las casas reales estaban incómodas con lo que estaba aconteciendo y, finalmente, optaron tanto en Europa como en América por liquidar el sistema".
Quería con esta analogía que el auditorio "despierte las consciencias de lo que aquí sucedió en el momento mismo que hay un maridaje entre jesuitas y la Universidad de Huesca, la Universidad de Huesca ya entró en el foco donde tenía que entrar para esos señores".
UN ALEGATO HUMANISTA
Se ha felicitado por la confluencia de voluntades de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Lebrija, de PP y PSOE, para su gran proyecto de humanismo y poder, "un gran ejemplo", que tiene que ver con el libro que ayer era expuesto a la luz pública.
Maestre Maestre recordaba el origen, 12 de marzo de 1354. "Acababa de terminarse la peste, que se originó en 1346 y hasta 1354. Murieron según unos el 45 %, según otros el 55, el 60 o el 70 %. Da igual. Murió más de la mitad de la población europea". A su finalización, se dieron cuenta de que había que "crear ciencia, focalizar al hombre como objeto de estudio y buscar soluciones para la sociedad". Y ahí está acertado el rey Pedro IV "por las conexiones de Aragón e Italia. Ese movimiento del humanismo empieza allí y se va a traer aquí. Pero ya se dieron cuenta de que esos Studia Humanitatis tenían que abrirlos, para estudiar, sobre todo Medicina y luego abrirlos a otras ramas del saber de entonces".
Remembraba el acta fundacional. "Todo eso del aire puro no entra sólo dentro de una descripción de una ciudad. Piensen en San Sebastián y las saetas pese a las que finalmente muere de otra forma distinta, y era el santo de la peste, que iba por el aire, y el rey se encarga de describir que Huesca tiene un aire limpio. Le tenían un miedo total los estudiosos en sus documentos cuando jamás mencionan la muerte. Por eso hay que leer entre líneas".
"Acertó de pleno el rey y todos los humanistas al abrir los estudios para que la sociedad fuera distinta"
"Acertó de pleno el rey y todos los humanistas al abrir los estudios para que la sociedad fuera distinta. Sin ese cambio no hubiera venido la edad moderna y los descubrimientos y cambio de marea que tenemos. Después llegan las revoluciones industriales en el siglo XVIII. Mientras estos habían puesto al hombre en su centro dejando al lado el teocentrismo, cuando llega el siglo XVIII nos encontramos con un problema enorme y es que esas revoluciones empiezan a despertar las máquinas. La primera, hasta 1845, luego en la segunda que llevamos hasta que el hombre pisa la Luna, de ahí hasta 2016 la tercera con los ordenadores y luego decían que venía la cuarta e iba a durar hasta 2025. No. La cuarta, en el momento en que llegó el 22 y nació IA, hay un cambio que todos hemos de ver".
En su condición de presidente de la Sociedad de Estudios Latinos en España, "no es chica cosa porque lo que vemos es que, o defendemos al ser humano y las Humanidades, o verás lo que va a venir". Ha sido invitado a una conferencia en el Senado y ahí quiere transmitir que "o se frena esto, y sabemos muy bien lo que vamos a hacer, o esto estallará de una forma completamente distinta".
Esta reflexión es la entrada a Humanismo y Poder. "Piensen que, mientras quien cuando vino la peste aquella supo reaccionar poniendo al hombre como objeto de estudio, cuando ha llegado esta gran peste del covid, ¿qué hacemos? En el primer movimiento, Dios se quedó a un lado. Ahora, ¿qué va a quedar a un lado? De Dios queda poco. ¿Qué vamos a hacer? Ahora más que nunca se va a poner como foco la máquina, la IA va a entrar".
"Con independencia de que las máquinas piensen o no, nada más que la irrupción de IA, la cuarta revolución industrial, la interconexión de las máquinas traerá tales problemas a la humanidad que habrá millones de personas que quedarán en el paro. Los que conocemos los procesos históricos tenemos que empezar a decir y a recordar que en esa segunda que entró dsde 1845 hasta que el hombre pisó la Luna hubo dos guerras mundiales y por muchísimos menos problemas de los que se ven venir. Por tanto, hay que advertir a la humanidad lo que tenemos encima. Cuando hemos creado Humanismo y Poder, no estamos con Huesca, Jesuitas y aquello. Estamos viendo que es el futuro de la humanidad y lo que hay que advertir de manera absoluta por quienes tenemos la responsabilidad de decir lo que hay".
Desde esta perspectiva, la "Universidad de Huesca es el mejor ejemplo de que, para que la sociedad pueda evolucionar de una forma más humana, tiene que hacer humanidades. Los americanos saben perfectamente es que no hay que darles los móviles a los niños y que lo que hay que hacer es que lean cuanto más, mejor".
"El poder no quita centros que sean malos. El poder quitó esto porque era muy incómodo para ellos que hubiera personas que pensaban, entre ellos los jesuitas. Si nos vamos al siglo XIX había un montón de órdenes religiosas y los 'progresistas' de la época, esos liberales de pacotilla, no entendieron que si cerraban todo aquello acababan con la España científica de ese momento".
Se ha dirigido a las instituciones para preguntarnos: Quo vadibus? ¿A dónde vamos? "Hay que abrir los ojos a todo el mundo, y ustedes a sus hijos y a sus nietos". "Hay que escribir más libros como éste. Hay que dar la lata, convertirnos en personas, como Mariana, incómodas para el poder, y para que no creen tontos del agua como están creando ahora. Y mi consejo: hay que ser valientes".
Ha llegado más lejos. "En Andalucía tenemos ocho provincias y todos decimos: andaluces, levantaos. Pues aragoneses, ¡levantaos! ¿Por qué no va a haber una universidad en cada provincia, si cuantas más universidades haya, mejor? Era absolutamente necesario despertar las conciencias de la gente. Si tenemos centros universitarios, ¿por qué no pedimos la vuelta a nuestra propia esencia, a la Universidad de Huesca? Esto es lo que tienen que hacer y no tengan miedo".
"Lo que les pido ahora mismo es que miren por sus hijos y sus nietos y miren en último extremo por la humanidad, que viene de homo, de ahí nace humanus y de humanus, humanitas, y de ahí humanismo. Y hay una palabra por la que hay que empezar: humilitas, humildad, poner los pies en el suelo. El hombre no puede seguir pensando que es un dios que crea máquinas que van a quitar el negotium y van a dejar en el otium al 100 % de la humanidad. Eso lo dejo para que lo piensen ustedes", ha concluido entre aplausos entusiastas el profesor Maestre.