El Museo de Huesca cuenta con una guía botánica que permite analizar la vegetación en las obras que alberga y enriquece con esta nueva mirada la colección de la pinacoteca oscense. La publicación ha sido definida como “la biblia botánica del Museo de Huesca” por parte de su autor, el jardinero paisajista e investigador botánico en obras de arte Eduardo Barba.
“Guía botánica del Museo de Huesca” ha sido presentada en un acto público celebrado en el centro este jueves con la presencia del director general de Cultura, Pedro Olloqui, Eduardo Barba, y Fernando Sarría, Jefe de Servicio de Archivos, Museos y Bibliotecas en la Dirección General de Cultura del Gobierno de Aragón, y hasta hace pocos meses director de este museo, a quien Olloqui ha felicitado por impulsar esta publicación.
El director general de Cultura ha valorado que la guía “permite indagar dentro del cuadro la botánica y la vegetación, uno de los secretos siempre más seductores de la pintura. ¿Quién no recuerda esas pinturas flamencas donde todos deseamos conocer las especies de esos jardines de la burguesía holandesa?”, ha preguntado.
Ha reiterado que el Museo de Huesca es el “más importante de la comunidad autónoma para los aragoneses y aragonesas, porque es el que más memoria de nuestra historia guarda” y ha subrayado que ahora abre sus puertas a través de esta publicación a adentrarse en el mundo de la botánica en la pintura.
“Nosotros entendemos la cultura relacionada siempre con la ciencia. Ciencia y cultura no viven separadas, es una de las cosas que nos encanta trabajar, y en nuestra relación con la botánica, no es la única experiencia este libro -ha apuntado Olloqui-. También estamos trabajando con el legado del botánico Francisco Loscos para generar una exposición”, que verá la luz más adelante en colaboración con otras instituciones.
En esa “gran vocación” de trabajar el “hermanamiento entre ciencia y cultura” se enmarca esta guía que “ayuda a disfrutar temáticamente de este museo y es un ejemplar espectacular, un libro coqueto que da gusto leer”, ha señalado y ha animado a todos los aragoneses a visitar el Museo de Huesca.
Eduardo Barba, por su parte, ha agradecido a Fernando Sarría y a su equipo la posibilidad de llevar a cabo este trabajo en el Museo de Huesca, “una institución muy valiosa -ha dicho- dentro de mi bagaje profesional, que me ha permitido descubrir toda esta riqueza botánica”.
Barba ha explorado la “belleza jardinera” obra tras obra, hasta una treintena, tanto en la parte arqueológica como pictórica del Museo. “Hay muchas maneras de afrontar una colección de arte, cada persona siempre lleva dentro una forma de observar, y la mía, como jardinero y con mi bagaje como paisajista, es la de fijarme en todas estas flores, árboles y arbustos que crecen en estas obras de arte”, ha explicado.
Como ha añadido, cada obra tiene “algo por distinto y hay que venir al Museo para descubrir toda esa belleza botánica”, y sorprenderse, como le ha ocurrido a Barba, por ejemplo, al descubrir chiribitas en un fragmento de cerámica vidriada en verde de la zona arqueológica del Museo. Su pieza favorita, “un fragmento mural con una hiedra que me parece bellísimo”, ha desvelado.
Barba, a quien le ha apasionado adentrarse en la colección del Museo, ha explicado que “la presencia botánica se dispara en cuanto a abundancia en el periodo gótico y renacentista, aunque el periodo grecorromano también es muy rico”.
La guía botánica recorre de forma cronológica la colección del museo, comenzado por la parte cerámica para finalizar en el siglo XX, y se puede adquirir al precio de 6 euros tanto en el museo como en librerías. “Animo a todos los aragoneses, a todas las personas que son amantes del arte a explorar esta colección con esta guía botánica en la mano, porque es una manera muy distinta y muy bella de descubrir esta riqueza de arqueología y pictórica y escultórica del Museo de Huesca”, ha finalizado Barba.