El virtuosismo ancestral de Trio da Kali conectó este pasado sábado de manera sorprendente con el numeroso público presente en la Bodega Laus, que terminó bailando y jaleando a los malienses. La música de los griots africanos resonó con fuerza en los viñedos del Somontano. El Festival Sonidos en la Naturaleza cierra esta tarde el fin de semana con el concierto de la catalana Queralt Lahoz en el Santuario de San Urbez de Nocito, a las 19.30 horas.
Hubouna conexión especial entre el virtuosismo de esos tres griots del Oeste africano que forman El Trío da Kali (Mali) con un público entregado y un paisaje sobrecogedor, presidido por los viñedos del Somontano, el Monasterio del Pueyo y las cumbres del Pirineo. El balafon de Lassana Diabaté, el bajo (bass ngoni) de Mamadou Kouyaté, y la voz de Hawa Kassé Mady Diabaté resonaron sublimes en los refrescantes exteriores de la Bodega Laus, en el Somontano de Barbastro.
Buena parte del público había disfrutado previamente de una visita y una cata en la Bodega Laus. Vinos jóvenes y frescos de Cabernet Souvignon, Syrah, Garnacha blanca y Garnacha tinta pusieron el preludio perfecto para perder la timidez y disfrutar de la refinada música del Trío da Kali con el espíritu y la mente abiertas. La tarde era perfecta y los calores de primera hora pronto se disiparon. El día era limpio y se veían perfectamente la Peña Montañesa, el Cotiella y el Turbón, dominando el telón de fondo de un paisaje embriagador.
Mali, Senegal, las Guineas, Costa de Marfil, Burkina Faso... Tal y como explicó el director del grupo, Lassana Diabaté, nacido en Guinea Conakry, y uno de los mayores virtuosos del balafon guineano, existe una tradición musical en el Oeste africano que desde el siglo XII encarnan y transmiten los griots, linajes de músicos guardianes de la tradición oral. Las raíces musicales son idénticas en todo aquel territorio y el Trío da Kali les aporta un estilo de interpretación contemporáneo, amplificado y con influencias también del jazz.
La voz de Mady Diabaté, además de sublime e imposible de alcanzar, sonaba familiar. Uno cerraba los ojos y sentía que oía a cantar a la gran Miriam Makeba. Y el Trío da Kali también sonaba como si ya fueran de los nuestros. El público altoaragonés o de visita en el Alto Aragón es de los más iniciados en la música africana gracias a más de 30 años de Pirineos Sur y de colaboración con Casa África. El oído aprende a disfrutar del virtuosismo ajeno hasta llegar al entusiasmo y algo de esto es lo que sucedió. “Es maravilloso este festival Sonna en medio de la naturaleza. Ojalá podamos volver”, dijo Lassana Diabaté, poco antes del primer bis, un “solo” del balafon que derivó hacia piezas históricas del jazz.
QUERAL LAHOZ EN SAN ÚRBEZ DE NOCITO
El certamen regresa este domingo a la Hoya de Huesca para cerrar uno de sus fines de semana más brillantes con el concierto de la catalana Queralt Lahoz en el Santuario de San Úrbez de Nocito, para el que hace semanas que no quedan entradas invitación. El salto musical es grande, pero cuando la calidad es el denominador común, los viajes son más cortos.
Queralt Lahoz es una de las sensaciones musicales de los últimos años en nuestro país y más allá de sus fronteras. La catalana abandera una de las propuestas musicales más rompedoras y atractivas del momento. En su música, atravesada por los sonidos latinos, de raíz y urbanos, el soul y el hip hop dialogan con gracia y naturalidad sobre coplas y boleros, que emergen de manera espontánea de sus orígenes flamencos y de sus paisajes personales.
Nacida en Santa Coloma de Gramanet, núcleo de migración andaluza en la periferia de Barcelona, donde migró su familia procedente de Granada, Queralt Lahoz se apoya en las mujeres trabajadoras de su vida y en su infancia suburbana para trazar un puente entre pasado, presente y futuro que imprime a su música un carácter inconfundible. Lahoz canta un bolero clásico y rapea al más puro estilo de los 90 con la misma habilidad.
Nos adentramos en el bello valle de Nocito, atravesado por el río Guatizalema, en el norte de la Sierra de Guara. Accederemos desde Arguis si venimos de Huesca y por la Guarguera si lo hacemos desde el norte. Aunque es muy recomendable dejar el vehículo en Nocito y acceder al santuario al pie para disfrutar del paseo (50’), con el tozal de Guara al fondo, también llegaremos sin problemas con el coche por la pista de 3 kilómetros que une Nocito con San Urbez.
El Sonna Huesca cierra con este fin de semana el formato de programa triple (viernes, sábado y domingo) que ha ofrecido en el mes de agosto y regresa a las citas dobles (sábado y domingo) durante las próximas fechas. El próximo fin de semana, el Festival Sonidos en la Naturaleza vuelve a la comarca de La Litera para visitar la ermita de San Isidro en San Esteban de Litera y el Museo Milano Real-Cometa Roja de Binaced.