"Yo os aconsejo oír con atención a este gran poeta y tratar de conmoveros con él cada uno a su manera. La poesía requiere una larga iniciación como cualquier deporte, pero hay en la verdadera poesía, un perfume, un acento, un rasgo luminoso que todas las criaturas pueden percibir. Y ojalá os sirva para nutrir ese grano de locura que todos llevamos dentro, que muchos matan para colocarse el odioso monóculo de la pedantería libresca y sin el cual es imprudente vivir". Las hermosas palabras de Federico García Lorca en la presentación de unos versos de Pablo Neruda bien podrían abrir la puesta de largo de la Guía y Ruta de la Poesía de El Pueyo de Araguás. Esos aromas, esos susurros, esa luz que suavemente alumbra el declarado pueblo con el aire más limpio, más puro, más íntegro de España, en pleno condado del Sobrarbe, hoy comarca por adscripción administrativa. Uno de los más bellos, según acreditan clasificaciones nacionales en este tiempo en el que el ranking entretiene a las audiencias.
A Bocaccio, el del Decamerón, le recomendaban que priorizara buscarse el pan en lugar de subsistir entre las fábulas de los poetas. Y él replicó por escrito que "más han encontrado entre sus fábulas los poetas que muchos ricos entre sus tesoros, y muchos ha habido que, andando tras de sus fábulas, hicieron florecer su edad, mientras, por el contrario, muchos al buscar máas pan del que necesitaban, murieron sin madurar".
El Pueyo de Araguás rezuma poesía entre las piedras de sus formidables casas, de sus rincones recoletos. La Guía y Ruta de la Poesía, en realidad, ayuda a estimular las sensaciones y las emociones, a describir y entender la belleza, a asociarla con el arte más sutil que haya sido capaz de generar la humanidad. Apela el proyecto a Borges y su convicción de que la poesía está más cerca de la realidad incluso que la prosa. Estructurada, es pedagógica y, de hecho, esta iniciatia contribuye a divulgar esos poemas que, a lo largo de la ejecutoria de nuestra civilización, han definido cada época de la literatura. "El amor, la belleza, la fugacidad de la vida, la muerte, la naturaleza son los temas que engloban esta magnífica selección de poesías. Visitar El Pueyo de Araguás acompañados de la soledad viendo unos paisajes maravillosos en silencio nos puede ayudar a entendernos y a entender mejor nuestro mundo. También nos ayudará a comprender qué sentían aquellos monjes que paraban aquí camino del antiguo monasterio de San Victorián, transmitiendo la cultura en nuestros pueblos".
La ruta ha de tener un sentido, un porqué, que esclarezca el valor del silencio y el camino de los sentidos. La verdadera alma del mundo, como la definió Benedetti, mejora al ser humano, le instruye, le alivia y le ilumina. La Ruta del Ayuntamiento de El Pueyo de Araguás y la Diputación de Huesca (que financia a través del Plan de Concertación Económica Municipal de Cultura de 2021 con 1,4 millones de un total de 2,6) diferencia con sus cromatismos los tres iconos en que, serenamente, emana la poesía. La corporación provincial ha realizado un total de 15 placas, una para cada poema seleccionado: 8 en acero inoxidable y 7 en cerámica (gres). La ejecución de los miradores, colocación de bancos y mano de obra para el acondicionamiento, es la parte que, de momento, está financiada por el consistorio.
En la plaza de El Pueyo de Araguás, tres piezas de una delicadeza radical. "Puedo escribir los versos más tristes esta noche" de Pablo Neruda, el "Amor de Tarde" de Mario Benedetti y Anchel Conte con el poemario "O tiempo y os días": "Me naixen flors en to’l cuerpo / sólo con pensar-te / Qué no será cuan te veigo", una trinidad exquisita.
El recorrido nos lleva por la preciosa calle del pueblo. Una incitación a la lectura, una invitación al silencio en medio de composiciones en orden cronológico sobre la naturaleza y la vida. Ramón Buetas, poeta por esencia y convicción, genética de El Pueyo de Araguás, recibe con su "Silencio, acompáñame": "Silencio, acompáñame / Siempre regreso a la calle, a mi calle. / Subo y bajo, lunes, sábado y domingo. / Otoño, invierno, primavera, verano. / El silencio me manda callar / Paseo cogido de su mano / Nos admiramos con el frío helador / Nos extrañamos con el bullicio del verano / Silencio, calla y acompáñame". Y los pasos nos mueven, lentamente, por el anónimo "Romance del prisionero", por las "Coplas a la muerte de su padre" de Jorge Manrique y el "Cántico espiritual" de San Juan de la Cruz.
Nos encontramos en el tercer hito lírico, la calle norte del pueblo, con la imponente Peña Montañesa en lontananza, y el mirador en dirección a la carretera-enlace de Aínsa. El "Amor constante más allá de la muerte" de Francisco de Quevedo, la Rima XLVII de Gustavo Adolfo Bécquer, "Campos de Castilla" y su "Soñé que tú me llevabas" de Antonio Machado, el "Romancero sonámbulo" del "Romancero gitano" de Federico García Lorca, "Cuando pienso que tú huyes" de Rosalía de Castro, "Platero y yo" de Juan Ramón Jiménez, "Elegía a la muerte" de Miguel Hernández y el "Epitafio" de Juan Gelman. Una sinfonía de la historia de la poesía española y mundial.
La Guía y Ruta de la Poesía es un termómetro de nuestro humanismo, de nuestra integridad. Hasta El Pueyo de Araguás y su aire fresco y puro, asoma la lección de Kakuzo Okakura sobre el origen del amor por las flores. "Al ofrecer a su amada la primera guirnalda, el hombre primitivo se eleva sobre la bestia; saltando sobre las necesidades burdas de la naturaleza, se hace humano; percibiendo la sutil utilidad de lo inútil, entra en el reino del arte". Y el arte invita a respirar El Pueyo de Araguás.