Rafa Maza Delgado es una persona extraordinariamente sociable, incluso atrevido. Con sus formas de militar profesional que nunca se pierden, y menos tras muchas décadas de servicio a la patria, ha descollado en facetas culinarias y gastronómicas, como excelente cocinero que es y gran juzgador, pero una de sus grandes pasiones es la música. En el fondo, es familia de artistas, su esposa en la pintura, su hijo en el teatro y el humor con su imbatible personaje Fabiolo, y él mismo en la Coral Diego Pontac a las órdenes de Mariángel Leo.
Hace falta mucha fe -la que tiene en el terreno religioso- y mucho valor para ponerse ante las cámaras de televisión, pero a Rafa le sobran cantidades de esas virtudes. El pasado año fue invitado a participar en Jotalent y estaba dispuesto, pero una pequeña intervención se lo impidió. Así que este domingo, ahora sí, ha dado el do de pecho y ha participado en el concurso de búsqueda de talentos de la jota.
El programa había sido reservado para miembros del jurado con familiares. Allí se presentó pero su hijo Rafa, encargado de participar en los veredictos, prefirió dejarle "que se luzca él", sostenía en una divertida escena. A lo que uno de los interlocutores respondía: "¡Vas a juzgar tú a tu padre, anda!". Y fue que sí.
El actor escuchó orgulloso a su padre cantando El Canario y la verdad es que el resultado fue admirable. A pesar de que algunos nervios merodearon su interpretación, como reconoce Rafa Maza Delgado, salió airoso como un maestro de la torería -otra de sus grandes aficiones-. Se llevó el aplauso, el cariño de su hijo y la ovación de los muchos oscenses que le conocemos.
La clasificación, como en el olimpismo, es lo de menos. Lo importante es el resultado, que no va de números, sino de una sensación familiar magnífica.