Las librerías de Aragón se encuentran en una situación crítica debido al retraso en los pagos de las becas por parte de la administración autonómica. Desde octubre, las librerías han estado adelantando el costo de los libros, acumulando una deuda significativa que afecta gravemente su operatividad y sostenibilidad.
Así lo denunciaron Fernando Arguis, representante del sector, en el acto convocado para presentar la nueva edición de la Feria del Libro de Huesca. "Estamos 'hiperquemados' con el tema del impago de las becas. Desde octubre hemos estado poniendo de nuestro bolsillo para cubrir estos gastos, y muchas librerías todavía no han cobrado", denuncia.
Según sus estimaciones, de un total de 176 librerías de la Comunidad Autónoma aragonesa, un total de 38 han cobrado ya; 66 deberían hacerlo esta semana; y 72, a finales de la semana que viene.
La situación es especialmente grave para los establecimientos más modestos, que representan la mayoría del sector. "Una librería pequeña puede gestionar becas por valor de 20.000 a 30.000 euros. Cuando la administración no paga, esas cantidades no están disponibles para la librería, e impiden inversiones necesarias para reformas o la compra de nuevos libros," explica Arguis.
La deuda acumulada no solo impacta a los pequeños negocios. Librerías más grandes en Zaragoza, aunque tienen mayor capacidad financiera, también acusan este problema, y a alguna se le adeudan más de 200.000 euros," lo cual es insostenible," añadió.
Asegura que las librerías han intentado dialogar con las autoridades. En febrero, se reunieron con la directora general de Educación en Zaragoza, quien prometió resolver el problema para marzo. Sin embargo, a mediados de mayo, los pagos aún no se han efectuado. "Nos dicen que el retraso se debe a cuestiones de intervención, pero al final es una cuestión de voluntad política," considera.
La indignación crece cuando se comparan estos impagos con las declaraciones oficiales que presumen de una reducción en los plazos de pago a proveedores. "Es irritante escuchar que han reducido los días de pago a proveedores, cuando nosotros llevamos meses sin cobrar," criticó.
En un contexto de crisis, las librerías aragonesas demandan una solución urgente a este problema histórico y aseguren la viabilidad de las librerías en la región.