Roberto Nistal. Nacido el 31 de marzo de 1989. Nacido en Leganés, reside en Fuenlabrada (Madrid). Estudió Laboratorio de Imagen (Imagen y sonido), Técnico en gestión de proyectos de carácter social, Doblaje cinematográfico, Locución, Interpretación, Dramaturgia, Guion, Clown… Profesión: Actor, guionista, presentador.
Roberto Nistal es el protagonista de “Cucaracha. Sangre, amor y muerte en Los Monegros”, la gran obra de teatro que hace unos días cumplía su medio centenar de representaciones en Bendita Ruina de la capital oscense. Un tipo genial, creativo. "Een esto del teatro empiezo muy pequeño, pero empezó a ser relevante cuando llegué a la mayoría de edad.De hecho, siendo de Fuenlabrada, mis 18 años los cumplí en Aragón, pues estaba con una joven compañía de teatro grecolatino que estaba programada dos días en el Teatro Capitol de Calatayud y coincidió con mi cumpleaños”. Ha tenido la oportunidad de participar en producciones de cine independiente, “pero el grueso de mi carrera como actor ha sido en el teatro. Al ser tan prematuro, he podido tocar muchos palos en cuanto a género y autores. Desde clásicos como “Misántropo” de Menandro o “Las Fenicias” de Eurípides a comedias como “La Estanquera de Vallecas” de José Luis Alonso de Santos o producciones de autoría propia como “El Rucio de Sancho Panza”, “Los husos de la Memoria” o “La Breva”, obra que escribí junto Irene Cabezas y que se convirtió en un proceso muy interesante. Compartir siempre es interesante”.
Trabajar con compañías pequeñas otorga la oportunidad de experimentar y convertir los grupos de teatro en laboratorios, “algo muy importante y que se agradece en estos tiempos en los que, para evitar el error, es mejor dejar de lado el ensayo, hablando en términos científicos. Creo que la tónica actual es sintetizar todo al máximo y no correr riesgos, algo que no es muy beneficioso ni para el aprendizaje ni la creatividad”.
Con el Teatro de Robres inicia su andadura en 2013, “empiezo en la técnica con el sonido y las luces. En 2018, Luis Manuel Casáus me llama para hacerme un regalo. Me propone interpretar un personaje en el nuevo proyecto de la compañía que conmemorará el 30 aniversario de la fundación de Teatro de Robres: “Medea” de Eurípides. Posteriormente, Luis Manuel, se arriesgó una vez más, proponiéndome producir una obra de mi autoría: “El Rucio de Sancho Panza” en un formato más íntimo y enfocado a Cafés Teatro. Y luego llegó, en mi caso, el gran banquete: “Cucaracha. Sangre, amor y muerte en Los Monegros”.
¿Qué ha significado protagonizar a Mariano Gavín?
Protagonizar a Cucaracha ha significado en lo actoral un gran reto. Mariano Gavín es un personaje real, romantizado por la leyenda, pero real, al fin y al cabo. Había que encontrar un equilibrio entre el mito y el hombre. El texto, la dirección y la puesta en escena que plantea Luis Manuel Cásaus, facilita el trabajo muchísimo. Es un personaje complejo, porque está atravesado por la carencia afectiva y material, la injusticia social, la incertidumbre que marcaba la vida de os españoles en ese periodo… Aún lo sigo conociendo un poco más en cada función.
¿Quién es para ti Luís Manuel Casáus?
Luis Manuel Cásaus, como Cucaracha, es un compendio de calificativos. Es un monegrino de pro, robresino por encima de muchas cosas, pero ante todo “un hombre de teatro”. Cuando digo hombre de “teatro” lo digo en el amplio sentido de la palabra. El teatro implica muchas cosas para que salga bien. Entre ellas: la escucha, la sensibilidad, el entendimiento, lo sagrado, la generosidad y el entusiasmo. De generosidad y entusiasmo, Luis anda sobrado. Él traslada estas actitudes a todo lo que él cree que es importante en su vida. Yo he caminado con él fuera de Aragón y tiene en mente siempre enriquecer su entorno, allí donde vive y por lo que vive. Hace poco estuve con él en Madrid y tiende siempre a nutrirse de cosas que le resultan interesantes, para luego poder materializarlas donde están sus raíces. Un ejemplo es el Corral de Comedias de Robres. Llega a Almagro, ve el Corral, le parece admirable y piensa, ¿por qué no lo vamos a tener en Robres?, ¿es que acaso no nos merecemos lo mejor? Esto no me lo ha contado él, es pura conjetura mía al verle obrar. Creo que si Luis, fuera un personaje de la literatura, sería el Quijote, pero un Quijote que escucha Sancho y en el que, de ninguna manera, el autor no querría acordarse del lugar donde vivía el hidalgo, porque ya se ocuparía el personaje de nombrar hasta la saciedad el pueblo de ROBRES.
"Luis Casáus traslada estas actitudes a todo lo que él cree que es importante en su vida. Yo he caminado con él fuera de Aragón y tiene en mente siempre enriquecer su entorno"
¿Podrías definir Teatro de Robres?
Una compañía que pone en valor la cultura de los pueblos a través del teatro, dignificando el sector y que sirve de altavoz al mundo rural a través de las artes escénicas. Teatro de Robres representa ese teatro de barraca, que nace del barro y trabaja desde la pureza.
¿Cuándo y por qué apareció su interés por las artes escénicas?
Siempre me había gustado jugar a esto del teatro. Los Reyes Magos me trajeron un año un pequeño teatro de títeres. Pero, en realidad, fue mi madre la que tomó la decisión al ver que tenía ciertas dificultades para relacionarme por la timidez. Quién lo diría…
¿Qué le ha aportado el teatro y el bandido Cucaracha?
El teatro me ha aportado la capacidad de escuchar primero para poder entender. Esto parece fácil, pero no lo es y en evidencia quedan muchos de nuestros representantes políticos ante la incapacidad de ello. El bandido Cucaracha me ha aportado conocimiento en cuanto a la historia de nuestro país, madurez actoral y en lo personal, salir de un pozo en el que me estaba metiendo con el tema de la pandemia, en el que no sé cómo me habría quedado el coco. Lo estaba pasando muy mal a causa del confinamiento y la llegada de la propuesta, fue un hálito de vida.
¿Qué beneficios culturales cree que aporta el teatro?
Fomenta la creatividad, construye un sentido crítico, genera un espacio de encuentro en el que toma importancia lo humano. Genera lazos. Es una herramienta explorada infinitamente, porque es beneficiosa no solo para la salud individual, sino para la salud colectiva. ¿En qué espacio se da el permiso de observarte en el espejo que es la escena?, ¿en qué lugar se puede ensayar la vida? En el teatro.
¿Cuántos sentimientos se pueden trasmitir a través de una obra de teatro?
Todos. El teatro es como la vida, con la diferencia de que el actor que interpreta el personaje no ha tenido que pasar, a lo mejor, por la vivencia que designa el autor al personaje. En este caso te toca agarrarte a lo que sea para dar veracidad y credibilidad al personaje que interpretas.
¿Cuáles han sido los principales sentimientos que trasmite el bandido?
Amor, odio, tristeza, rabia, venganza, culpa…
"El tetro es una herramienta explorada infinitamente, porque es beneficiosa no solo para la salud individual, sino para la salud colectiva"
¿Crees que la creatividad es motor del desarrollo humano?
Sí, hasta en las acciones más cotidianas. Todo el mundo, cuando abre el cajón de la ropa interior, elige qué calcetines se va a poner esa mañana o, sin saber muy bien porqué, decides dar un toque diferente a la receta de la comida que has hecho infinidad de veces. Ahí también hay creatividad.
¿Cómo te sientes en Los Monegros y con los monegrinos?
Creo que se puede unificar, porque lo que siento es que Los Monegros son los monegrinos. Recuerdo de niño, camino a Barcelona, observar por la ventanilla del coche y pensar qué tipo de gente viviría en Monegros. Me parecía y me parece una tierra dura, hostil, que genera rechazo e hipnotiza a la vez… Quizás por eso sus gentes son abiertas, fáciles en el trato, conservadores de sus raíces, pero con una apertura al mundo que resulta envidiable. Siempre siento como que hay un constante ánimo de evolucionar. Para ejemplo, la construcción del Corral de Comedias en Robres. Soy consciente de lo que se me quiere, porque me lo han hecho saber desde el día uno con cercanía, afecto, generosidad y la hospitalidad al abrirme las puertas de par en par hasta el punto de hacerme sentir de los suyos. Así que, con el permiso de ustedes, yo también soy un poco de Los Monegros.
