"Es un libro necesario", ha asegurado Ruth Gabriel (Cádiz, 1975) al presentar este sábado en Huesca su obra Mujeres de cine (editado por Libros de las Malas Compañías). En el acto, celebrado en el Salón Azul del Casino oscense, Gabriel ha explicado que esta publicación no solo destaca el talento artístico de 30 actrices y les rinde homenaje porque han dejado "una huella imborrable" en la historia del cine español.
La presidenta de la Asociación Pan y Rosas y directora de la Muestra, Chus Fenero, le ha acompañado en el acto, donde se han desgranado los detalles de este proyecto, que partió de las ilustraciones de "Fraules" -quien se ha ocupado también del diseño y la maquetación- y fue prologado por la directora aragonesa Paula Ortiz.
El libro se concibió como un itinerario que destaca los hitos logrados por estas mujeres, figuras que, según Gabriel, "siempre han sido y seguirán siendo un referente para las actrices españolas". Durante la presentación, Fenero ha leído un fragmento del prólogo, en el que Ortiz elogia la capacidad de la autora para entender el arte de la interpretación desde muy joven, destacando cómo ha comprendido "la intuición, las vísperas, el estado alerta y el abismo de habitar otra criatura que no eres tú".
Gabriel ha explicado que Mujeres de cine no solo busca destacar el talento artístico de estas actrices, sino también su influencia en la sociedad y su capacidad para conquistar al público tanto en España como a nivel internacional. "Es un libro necesario", ha afirmado la autora, "porque estas mujeres no solo fueron actrices, fueron pioneras que, con su trabajo, cambiaron la historia del cine y de la sociedad".
Ruth Gabriel ha explicado un poco de su historia personal. Ha mencionado que proviene de una familia muy ligada a la cultura, recordando a su padre, el actor Ismael Abellán, y a su madre, Ana Rossetti, a quien ha considerado una de las mejores escritoras contemporáneas. Más adelante, ha recordado su especial vinculación con Huesca, puesto que está casada con Antonio Saura, hijo del realizador oscense Carlos Saura.
Como ha relatado, desde pequeña, vivió situaciones que en su momento veía como normales, pero que con el tiempo entendió que eran "excepcionales" y esa perspectiva le llevó a darse cuenta de su condición "privilegiada", afirmando que ha tenido la suerte de estar rodeada de personas maravillosas, disciplinadas y apasionadas por la excelencia, de las cuales ha aprendido mucho. No obstante, ha reconocido que este entorno también le ha generado, en ocasiones, "una autoexigencia que puede llegar a ser patológica", algo con lo que cree que muchas personas se pueden identificar.
Además, ha explicado que esta curiosidad y deseo constante de aprender, de investigar y de crecer han sido herramientas clave que ha utilizado en la creación del libro. Ha confesado que inicialmente no tenía la intención de escribirlo, ya que se trataba de un encargo y sintió el "síndrome del impostor", pero ha añadido que hubo un momento revelador en el que se imaginó entrando en una librería y encontrándose ese obra firmada por otra persona, una idea que le hizo reconsiderar su decisión y aceptar el reto.
Dejó a un lado los miedos y ha señalado que las personas que han sido clave en ese proceso figuran en los agradecimientos de su libro. Ha destacado especialmente a su "Grupo vitamina", al que ha descrito como una red de apoyo que la impulsa, la exige y la sostiene, siempre con una mirada de cariño y confianza, diciéndole que sí podía hacerlo.
Gracias a este proyecto, ha dicho, ha podido revisar su propia memoria y comprender de dónde ha sacado el impulso para dedicarse a una profesión tan exigente como la interpretación, y en particular, al mundo de las actrices.
"UNA CARTA DE AMOR"
El resultado de ese recorrido personal ha sido una especie de "carta de amor" dedicada a mujeres extraordinarias. Todas las actrices incluidas en el libro nacieron antes de 1965, una decisión que, según la autora, ha sido acertada, ya que sitúa a estas mujeres en un contexto cultural y social muy particular de la historia de España. Algunas ya han fallecido, y las que están vivas tienen más de 50 años, lo que ha considerado un aspecto muy interesante.
El punto de partida fueron las ilustraciones de Fraules, nombre artístico de Vanesa Santos, que le proporcionó una lista inicial con más de cien nombres que tuvo que reducir. Para ello, se impuso ciertos filtros para ser honesta consigo misma y transmitir al cien por cien lo que sentía por cada una de ellas.
El primero que aplicó fue personal: debía recordar al menos tres películas de cada actriz, pensar en cómo actuaron y por qué la inspiraron. Recordó cómo, siendo niña y trabajando en televisión desde los cinco años, intentaba imitar a algunas de esas actrices delante del espejo.
También tuvo en cuenta la coherencia a lo largo de sus vidas y ha puesto como ejemplo a Pepa Flores, más conocida como Marisol. “No se trata de ser una influencer, sino de ser un referente real, alguien cuya huella perdura en el tiempo”, ha afirmado.
La autora ha insistido en que no quería crear una simple guía de actrices, sino que buscaba hablar de inspiración, de impulso, de mujeres que hicieron crecer a otras personas a través de su arte. Gabriel ha descrito su acercamiento a cada actriz como si estuviera preparando un personaje para interpretar: las ha seguido, admirado y acariciado en cada paso, con un entusiasmo y una admiración muy amorosos.
A medida que fue profundizando en el proyecto, se dio cuenta de que se había “enamorado total y absolutamente” de esas treinta mujeres seleccionadas.
Chus Fenero ha observado que tanto Ruth Gabriel como Fraules han dedicado la obra a sus respectivos padres y no a sus madres, a pesar de tratarse de un libro centrado en mujeres. Y es que la autora se dio cuenta de que muchos progenitores no las apoyaron en sus carreras, aunque otros sí.
Y lo mismo ocurrió con los maridos. Ha mencionado a Víctor Manuel, que apoyo la carrera de Ana Belén, pero también el caso de Carmen Maura, quien, a raíz de su separación, perdió la custodia de sus hijos, lo que fue un golpe doloroso pero que no la detuvo en su trayectoria como actriz. También se ha referido de Pilar Bardem, quien, por su determinación y dedicación a la actuación, casi llegó a arruinarse económicamente, y ha recordado que Marisa Paredes hizo una huelga de hambre para que su padre le permitiera trabajar en el teatro. Todas estas mujeres decidieron seguir adelante a pesar de las dificultades, demostrando una gran fortaleza.
Otro tema que permea el libro es la tiranía de la edad en la industria del cine y teatro. Muchas actrices, ha explicado, comienzan a desaparecer de las pantallas cuando llegan a cierta edad, aunque actualmente esto está empezando a cambiar, con más papeles protagónicos para mujeres mayores. Sin embargo, ha reconocido que aún hay un largo camino por recorrer en cuanto a la representación de mujeres maduras en roles relevantes y protagónicos.
Ruth Gabriel ha revelado que lo que más le costó al principio fue convencerse de que realmente podía comenzar su proyecto. Le llevó tiempo dar ese primer paso, pero una vez lo hizo, empezó a recibir ofertas de trabajo, aunque todo se desarrolló a trompicones. Escribió Pilar Bardem en Sevilla, al tiempo que rodaba Tras el verano; y en Mallorca le tocó el turno a Carmen Sevilla, mientras trabajaba en Un paseo por el Borne. También estuvo en el Festival de Cannes, "con" Emma Suárez y Charo López, y para darle el último empujón se encerró en casa durante las Navidades, en pijama, con la ayuda de su marido, historiador, que le asistió en la investigación. El proceso en total le llevó alrededor de un año y medio.
Gabriel ha insistido en que, aunque ha publicado también un poemario titulado After Hours en la colección Poesía Capital y ganó un premio por el poema Madre Agua, no se considera escritora.
MUJERES PERSEVERANTES
De las mujeres que ha estudiado, Gabriel ha destacado la perseverancia como el rasgo más impactante. Ha explicado que, a pesar de las dificultades y obstáculos, estas mujeres nunca se conformaron y siempre buscaron avanzar. Cuando Emma Suárez recibió el libro, le envió un emotivo mensaje agradeciendo "esta caricia tan necesaria en esta profesión".
Estos reconocimientos, ha considerado, son importantes, aunque no definan completamente el éxito o la identidad de una persona; son un impulso vital, similar al "café de las mañanas", que proporciona la energía necesaria para seguir adelante.
También ha recordado a Marisa Paredes, la primera en responder a su proyecto, y cómo compartieron una conversación significativa sobre las luchas de su generación. Asimismo, ha mencionado a Rocío Dúrcal y su valentía durante la huelga de actores, donde luchó por los derechos de sus compañeros. Y ha destacado, especialmente, a Juan Diego, por su generosidad y su lucha por los derechos de los actores, que dejó una huella importante en la industria.
El libro también explora las decisiones difíciles en la vida de las actrices, como el caso de Asunción Balaguer, quien eligió enfocarse en su familia mientras su pareja, Paco Rabal seguía trabajando.Tras la muerte de su esposo, ella volvió a la profesión con renovada pasión, demostrando su amor por el teatro.
No ha podido especificar a quién de estas 30 actrices admira más, pero ha reconocido una conexión especial con varias de ellas, como su tía Susi Sánchez, a Luisa Gavasa, quien ha formado parte de su vida desde que era pequeña, y a Ana Fernández, una figura importante en su entorno cercano.
Finalmente, Gabriel ha comentado que actualmente está ensayando para la obra Seis personajes en busca de autor, que se estrenará en Alicante el 5 de octubre y luego emprenderá una gira, comenzando en Zaragoza en noviembre. Además, está trabajando en una película en Cádiz y sigue colaborando con Conxita Casanovas en su programa de cine en Radio Nacional de España. Aunque su agenda está llena de compromisos, Gabriel se siente agradecida por las oportunidades y emocionada por continuar en el mundo del cine y el teatro.
Antes de concluir el evento, Ruth Gabriel ha invitado al público a participar en un divertido juego, en el que varios de los asistentes leían fragmentos del libro y el resto debía adivinar de qué actriz se trataba. Hau que decir, que la autora ha puesto una buena nota a los oscenses.