Después de dos años y de los “viajes temáticos” de actuaciones anteriores, en el ciclo de primavera que organiza el Ayuntamiento de Huesca, la Agrupación Folklórica Santa Cecilia ha regresado al Teatro Griego con un espectáculo más “tradicional”, con cantos de estilo, jotas variadas y mucha indumentaria.
Las alrededor de 50 personas que han intervenido, han lucido trajes de Chistau, Hecho y Ansó, de diario, tornaboda y cofradías, así como mantones y sayas de bonito.
La jota de Ansó ha abierto el espectáculo y ha dado paso a Urbez (No subáis a la montaña), Gema (Lo que nuestra jota vale), Lorien (La mora) e Ylenia (El canto de Aragón). Le ha seguido el baile de la Virgen de la Corona, y las voces de César (Espérame en el sendero), Lorena (De la tierra en que se nace) y José Antonio (Se corta y se vuelve a nacer).
Seguidamente, le ha tocado el turno a la coreografía para la música popular del Fandanguilo de Robres, y después se han ido subiendo a las tablas Víctor (Que me muero, mi vida, me muero), Dúo Laura y Aída (Yo te juro mi querer) y Romario (S'ha Feito).
El siguiente baile ha sido la Jota de Hecho y han cantado Aída (El campanero), Toño (Con el pico y la corona) y el canto grupal de Volver a Ejea. El espectáculo ha finalizado con la Jota de San Lorenzo.
Al finalizar la actuación, la presidenta de la Agrupación, Alicia Monaj, y la conductora del acto, Jara Expósito, se han mostrado muy satisfechas del desarrollo del programa y de la respuesta del público. “No sabíamos cuánta gente iba a venir y estamos contentas de que el folclore se reciba así, creemos de verdad que la gente lo agradece”, han señalado.
En ediciones anteriores, pusieron en escena el relato de una historia en tren y lo que se veía a través de una ventanilla. Otro año, la memoria de los pueblos fue el eje central, y a través de cantos y bailes se recordaba cómo eran los corrales, las fiestas, o las faenas del campo.
La Agrupación Folklórica Santa Cecilia siempre está ideando y trabajando, sus miembros son sumamente activos. Para las fiestas de San Lorenzo, están preparando un espectáculo en el que han puesto muchas ilusiones. Lo mostrarán al público el día 12 y los llevarán también a diversos pueblos de la provincia altoaragonesa. Torres del Obispo será el punto de partida.
El fin de semana pasado, celebraron el final de curso de la escuela, en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner, con la participación de 140 alumnos y alumnas de canto, baile, rondalla y danzas tradicionales. Alicia y Jara destacan que los discípulos abarcan un amplio espectro de edad, desde los 3 años hasta cerca de los 80. “Eso es muy importante, porque la unión de esa veteranía y la juventud hace que todos aprendamos de todos, tanto en la escuela como en el grupo. Creo que resulta muy enriquecedor”, ha indicado Jara Expósito.
Tras la actuación en el Teatro Griego, se iban todos a comer a la Agrupación, en lo que han convertido en una jornada de convivencia. “Santa Cecilia es una gran familia, intentamos trabajar por el conjunto, ese sentimiento nos lo han pasado los que estuvieron antes, se hereda, y los pequeños lo ven también -explica Jara-. Ahora nos juntaremos mayores y pequeños, padres e hijos, y es importante para nosotros. Yo no concibo la jota sin Santa Cecilia y sin mis amigos y compañeros de la agrupación”.
“No vivimos la jota sólo en el escenario, la vivimos todo el año y tratamos de trasladar ese sentimiento a toda la gente que nos acompaña -ha añadido Alicia-. Eso nos caracteriza y también hacer el folclore más tradicional de manera fidedigna, ser respetuosos con el pasado”.
Santa Cecilia cuenta con más de 400 personas, entre la escuela, la agrupación y los socios.