Una despedida de soltero contada por Sergio Bezos puede convertirse en una experiencia hilarante y caótica a la vez, y en cualquier caso, irrepetible. Única, sí, porque el cómico encargado del 'preshow' de La Resistencia, juega también con la improvisación y con la participación del público, por lo que difícilmente puede haber dos funciones iguales.
Con el humorista Sergio Bezos y su show "Ha llegado a tu ciudad" comenzará este viernes el ciclo Huesca Humor. El monologuista, que visitará por primera vez, y "con ilusión", la capital altoaragonesa, actuará este viernes, a las 20:30, en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner donde, durante algo más de una hora, "ocurrirán muchas cosas".
El polifacético artista explica que siempre hay algo que contar sobre la ciudad o el propio teatro, y a la vez incluye muchas historias personales. "Por eso, el show es bastante loco y cada uno es bastante diferente de otro", señala.
"Interactúo con el público, pero no lo presiono demasiado. A veces, la audiencia comparte historias conmigo, y a partir de ahí, improvisamos. También observo las reacciones de la gente y hago comentarios al respecto, pero no dependo realmente del público", comenta.
El público conoce a Sergio Bezos del exitoso programa conducido por David Broncano, pero el vallisoletano con corazón mostoleño advierte que en televisión sólo se emite una parte de lo que él hace en La Resistencia, por lo que el público va a conocer al personaje con una mayor profundidad. "Si me has visto en directo en el programa, probablemente encuentres similitudes. Sin embargo, considero que mi espectáculo en solitario es una versión extendida de mí mismo", indica.
Intenta ser bastante transparente sobre el escenario y mostrarse como es. "Por ejemplo, anoche, a la 1:30 de la madrugada, me pareció que la puerta de mi casa como que cerraba mal. Decidí verla por el otro lado, la cerré y me quedé fuera sin llave. He tenido que dormir toda la noche en casa de una prima que vive lejísimos", relata.
Bezos saca partido de las situaciones cotidianas, de la observación de su entorno y de todo tipo de experiencias para convertirlas en anécdotas cuando se sube al escenario, como hace también en La Resistencia.
"No me hizo gracia quedarme fuera de casa, pero es verdad que si luego lo consigo contarlo gracioso, bueno, es un pequeño sacrificio. Pero prefiero no quedarme fuera de casa, la verdad", apostilla, tras reconocer que los humoristas tienen "el chip puesto en la comedia las 24 horas" y "a la mínima" encuentran material para sus shows.
Se declara admirador de otros humoristas como Dani Rovira, Ignatius Farray, Berto Romero, Broncano y muchos más. "Cada uno tiene su estilo único y aporta algo especial a la comedia. En particular, Ignatius es alguien que considero único en su estilo, con años de experiencia y una perspectiva filosófica muy personal. Creo que en un escenario, es la persona más especial que puedes ver en comedia ahora mismo. Cien por cien".
Aunque La Resistencia es un programa de éxito al que está agradecido, no lo contempla como una meta. "Mi principal objetivo siempre ha sido actuar en teatros y salas, y poder conectar con el público. La visibilidad que he obtenido me ha ayudado a seguir actuando en teatros, que es lo que más disfruto. Mi enfoque está en seguir compartiendo mis historias y haciendo reír a la gente", asegura.
Sergio Bezos es licenciado en Comunicación Audiovisual y ha trabajado como actor, cómico, guionista y colaborador en diversos proyectos en televisión, radio y teatro.
Pasó por el equipo de First Dates como guionista durante algunas temporadas, compaginándolo con la obra de teatro Capullo quiero un hijo tuyo, interpretando a Puki en la comedia romántica.
VACACIONES EN TRAMACASTILLA
Bezos, que se encuentra de gira por España, tuvo la ocasión de conocer Lanuza el pasado mes de julio, para la grabación de dos programas de La Resistencia, y justo había pasado antes cuatro o cinco días de vacaciones en Tramacastilla, una zona, asegura, que le gustó mucho.
Desde la localidad tensina, hizo turismo de naturaleza y también se desplazó a otros emplazamientos como el Monasterio de San Juan de la Peña, la ciudad de Jaca -y cita los ciervos de la Ciudadela- y la estación de ferrocarril de Canfranc.