San Vicente de Labuerda es una pequeña localidad del municipio sobrarbense de Labuerda que tiene mucho que mostrar. El Ayuntamiento ha programado, hasta el 10 de septiembre, un calendario de visitas guiadas al conjunto formado por la Iglesia, Esconjuradero y Sala de Exposiciones.
Las casas de esta localidad se ubican a los lados de la única calle que vertebra el núcleo de población, y desde donde se tienen unas espectaculares vistas de la Peña Montañesa, Sierra Ferrera, San Victorián, el núcleo de Labuerda y la cola del pantano de Mediano. Destaca en el conjunto urbano la torre defensiva de Casa Buil, una casa fuerte, declarada Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón en la categoría de monumento.
Poco antes de llegar al casco urbano, podremos acceder al conjunto exento conformado por la Iglesia, que se encuentra bajo la advocación de San Vicente, así como al esconjuradero y a la abadía anexa a la iglesia, que alberga una sala de exposiciones de arte sacro.
Tras las visitas guiadas que llevó a cabo la Comarca de Sobrarbe, junto a otros interesantes bienes patrimoniales del territorio, durante varios años este conjunto arquitectónico no dispuso de dichas visitas hasta que el Ayuntamiento de Labuerda las retomó nuevamente en el año 2018, con ocasión de la inauguración de la Sala de Exposiciones de Arte Sacro en el edificio, recientemente restaurado, de la Abadía.
El conjunto está declarado Bien de Interés Cultural por parte del Gobierno de Aragón desde el año 2002, en la categoría de monumento.
Se trata de un importante exponente del arte románico del Alto Aragón, datado en el siglo XII, con una nave única, presbiterio y ábside semicircular, conjunto al que en el siglo XVI se adosaron dos capillas laterales, la sacristía y la torre en el lado septentrional, así como otra capilla y el pórtico en el lado meridional en el siglo XVIII.
Su fábrica es de sillarejo y su nave se cubre con bóveda de cañón apuntado del siglo XVI, mientras que las capillas septentrionales se cubren con cañón sencillo. La torre consta de dos cuerpos, el primero de planta cuadrada, muy elevado y dividido interiormente en tres pisos, y el segundo de planta octogonal y poca altura. En su interior alberga un bien mueble de indudable interés. Se trata del retablo mayor dedicado a San Vicente Mártir, de estilo gótico, atribuido a Juan de la Abadía, y datado a finales del siglo XV. Este retablo se salvó de ser quemado durante la Guerra Civil, tras ser puesto a buen recaudo por los vecinos, y posteriormente también se salvó de la acción de los xilófagos, lo que permitió al Gobierno de Aragón llevar a cabo una restauración integral del mismo en el año 2003, que ahora le permite lucir en todo su esplendor.
Asimismo, dentro de la Iglesia podemos contemplar, entre otros, un cuadro en el que se muestra el martirio de San Visorio, que fue ejecutado por los sarracenos, junto a sus dos acólitos, en las faldas del monte de San Vicente, donde ahora se erige una ermita en su honor. Este santo, que la historia cuenta que nació en la localidad francesa de Cadeilhan-Trachère, ha provocado que, tras la apertura del túnel de Bielsa en el año 1976, se hayan instaurado dos encuentros anuales entre los vecinos de las localidades de Labuerda, San Vicente de Labuerda, Banastón y Cadeilhan-Trachère, con el objetivo de venerar su figura, provocando además que, en el año 2005, los Ayuntamientos de Labuerda y Cadeilhan-Trachère suscribieran un protocolo de hermanamiento entre ambas localidades.
Volviendo al conjunto arquitectónico, fuera de la iglesia y para recibirnos en nuestra visita, nos espera el esconjuradero, una curiosa construcción que se da en algunas localidades pirenaicas, destacando en la Comarca de Sobrarbe, por su interés, junto al de San Vicente de Labuerda, el de las localidades de Guaso, Asín de Broto y Almazorre.
Se trata de una sencilla construcción abierta a todos los puntos cardinales, con tejado a cuatro aguas, donde la historia dice que se daban cita el párroco de la localidad, acompañado de los feligreses, para “esconjurar” o ahuyentar las tormentas antes de que éstas, en una economía eminentemente rural y dependiente del sector primario, provocaran daños sobre los cultivos o sobre los animales.
Por último, en relación con el edificio anexo a la iglesia, conocido como la abadía, el Obispado de Barbastro-Monzón y el Ayuntamiento de Labuerda suscribieron un convenio hace más de 15 años, por el que el Obispado cedía el uso del edificio al Ayuntamiento a cambio de que éste lo restaurara y salvara de la ruina en la cual estaba a punto de caer. Con la ayuda de fondos europeos, de la Diputación Provincial de Huesca y del propio Ayuntamiento, el edificio quedó totalmente rehabilitado para acoger un salón de actos para la localidad de San Vicente de Labuerda, así como una Sala de Exposiciones de Arte Sacro.
Esta exposición está conformada por un interesante conjunto de piezas utilizadas por los párrocos en la celebración de la eucaristía (calices, copones, patenas, cubrecalices, vinajeras, misales, sagrarios, etc.), así como vestimentas propias para la celebración (casullas, albas, estolas, etc.), publicaciones, etc., y donde no faltan incluso figuras y accesorios traídos de otras latitudes. Todo este material ha sido aportado y cedido para esta exposición permanente por quien fuera durante muchos años párroco de la localidad, Enrique Lanau Sánchez. Asimismo, la visita se va a complementar, en breves fechas, con un vídeo que contiene una pequeña introducción referida al conjunto, y que se centra en el detalle de los aspectos y curiosidades del retablo gótico que alberga la iglesia.