Los oscenses tienen la oportunidad casi única de disfrutar de una experiencia inédita hasta hoy, la posibilidad de ver tallas artísticas e históricas del Niño Jesús de distintas colecciones, procedentes en su mayoría de conventos femeninos oscenses de diversas localidades de la provincia de Huesca, que en algunos casos nunca habían salido de los monasterios, no habían traspasado los claustros ni los muros de clausura.
Todas estas piezas se muestran en una exposición titulada “Un mozardet como un sol”, organizada por el Museo Diocesano y el Obispado de Huesca, que permanecerá abierta hasta el jueves 2 de febrero y que se ha inaugurado este lunes, en el Salón del Tanto Monta, con la presencia del obispo, Julián Ruiz Martorell, y la directora del Museo, Susana Villacampa.
Villacampa ha indicado que algunas de estas obras también pertenecen a alguna parroquia, aunque, probablemente, "provenían de conventos cerrados o desamortizados".
Se trata de algo más de 20 imágenes barrocas, la mayoría de ellas de los siglos XVIII, en menor medida, del XVII e, incluso, una podría ser del XVI. También hay alguna contemporánea, del siglo XX, como una terracota de 1940, que es un boceto de una escultura mayor de un autor catalán. A ellas se han añadido otras piezas, como cantorales, alguna pequeña pintura y lienzos de mayor formato, siempre engarzados en el mismo discurso y línea expositiva.
"Nos apetecía hacerlo en estas fechas, por eso hemos ido un poco acelerados a última, porque queríamos que coincidiera con la Navidad -ha explicado la directora-. Son imágenes que, aparte de tener una gran calidad artística, tienen mucha singularidad iconográfica. Nos apetecía mostrar un poco ese tipo de modelos de los niños, las devociones que giraban alrededor de ellos y los ritos que se celebraban en algún caso con alguna de estas tallas".
De entre todas, algunas resultan realmente curiosas, como por ejemplo, un Niño Pasionario abrazado a una cruz de la localidad de Sipán, otra de la Catedral de Huesca que siglos atrás tenía un ritual muy concreto que se celebraba el 1 de enero, el dulce nombre de Jesús, y algunas tallas de gran calidad artística, con unos ropajes muy ornamentados con pequeños joyeles, con pequeñas perlas, que proceden muchas de ellas de las Carmelitas Descalzas de Santa Teresa de Huesca. Asimismo, hay alguna talla de la Colegiata de Alquézar, de Chimillas, de Ayerbe, de las Miguelas, tanto de las Descalzas como de las Calzadas de la Asunción y de las Miguelas, y de las Franciscanas de Santa Clara.
Susana Villacampa ha comentado que casi todas ellas se encuentran bastante bien conservadas. "Sí que han requerido unos pequeños trabajos de mantenimiento y de limpieza. Salvo una o dos que presentaban peor aspecto y ha sido necesaria una intervención un poco mayor, el resto están relativamente bien".
La directora del Museo Diocesano ha señalado que la exposición podría haber sido más amplia, porque las religiosas, "que han sido muy generosas en su préstamo", tenían especial devoción por algunas de ellas y, además, en este periodo navideño también las utilizan para su propio culto. Por lo tanto, no nos las han podido dejar. Esperemos que haya otras ocasiones".
Y es que en los conventos, como todavía también en muchas casas particulares, se sigue alimentando la tradición de montar un pequeño nacimiento cuando llega la época navideña. "De hecho, las tallas que tenemos aquí son, sobre todo, de devoción privada de cada una de las religiosas. Cuando ingresaban en los conventos, cada una llevaba su propia talla del Niño Jesús. Hay monasterios muy famosos, como las Descalzas Reales de Madrid, que han llegado a tener más de 300 tallas en algún momento".
El título de la muestra se ha extraído de uno de los versos de la “Albada del Nacimiento” de Ana Francisca Abarca de Bolea escrita en aragonés en 1679 por la religiosa y escritora del monasterio de Casbas: “Media noche era por filos/las doce daba un reloch/cuando ha nagido en Belén/un mozardet como un sol”.
Hay dos horarios diferentes para poder visitarla. Por un lado, el incluido en el recorrido del Museo Diocesano es de lunes a viernes de 10:30 a 14.00 horas y de 16:00 a 18.00 horas. Los sábados, de 10.30 a 15.00 horas, con entrada de museo.
Por otra parte, el horario de visita gratuita, accediendo al salón por la calle Palacio, es de lunes a sábado de 18:00 a 20:00 horas.
Permanecerá cerrado los días 24 y 31 de diciembre y 5 y 6 de enero.