Las campanas de la iglesia de Agüero tocaron el pasado sábado haciendo llegar a cada rincón una celebración de la que esta localidad de la Galliguera es partícipe absoluto. Se festejaba que el 30 de noviembre el toque manual de campana quedó inscrito en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
Algunos de los vecinos que habitualmente se ocupan de los toques manuales de las campanas de Agüero se sumaron a la iniciativa de Hispania Nostra de hacer toques manuales a las 12 horas del sábado 3 de diciembre, a la que convocaba a los campanarios de toda España que mantienen esta tradición. Tocaron, brindaron con cava y grabaron un vídeo que se unirá a otros para dejar constancia de la conmemoración de este acontecimiento histórico.
En Agüero, es una tradición que ha ido pasando de generación en generación, que todos conocen y que tiene relevo dado el interés que despierta en muchos jóvenes esta forma de comunicación en los pueblos.
Tras el fallecimiento de quien que se encargaba de los toques manuales en Agüero, hace unos seis años un grupo de vecinos se unió para mantenerlos y al mismo tiempo comenzó a adecenar el campanario. “Era prácticamente un palomar”, explica Pilar Viejo, una de quienes asumieron esta labor. Empezaron a subir cada semana para realizar el primer toque del domingo, en vez de utilizar la posibilidad de hacerlo desde abajo; al mismo tiempo, iban limpiando y haciendo mejoras, como instalar redes para evitar que las palomas entraran. “Es una alegría -explica- tocar las campanas, que siempre han sonado en San Roque, San Blas, el día de Pascua…”, aunque también con toques de alerta y cuando se produce un fallecimiento.
La tradición se ha convertido también en una atracción y muchos domingos, a las 11.25 horas, se organiza una improvisada visita guiada para atender a todos los que se acercan para conocer esta práctica, ascender por las “preciosas escaleras” de la iglesia y “ver Agüero, un pueblo con mucho encanto, desde los cuatro puntos cardinales”, explica Viejo.
También es curioso que el furor por las campanas de Agüero ha superado los límites del campanario y se pueden tocar a través de una app desde el móvil.
Puede presumir, además, de contar con la campana más antigua de Aragón en uso. Se llama Bárbara, es de 1551 y pesa 368 kilos. Desde hace tiempo, se lleva a cabo una campaña para que Barbara y las tres que le acompañan en el campanario, Quiteria, María la Menor y María la Mayor -la única mecanizada que da las horas-, puedan volver a voltearse después de 25 años.
Es la ilusión de los vecinos, pero para ello son necesarias reparaciones que fueron presupuestadas hace unos 10 años por una empresa de campaneros de Valencia, y que podrían suponer actualmente una inversión de más de 30.000 euros.
La Asociación Cultural Campanas de Agüero trabaja en recaudar fondos, para lo que ha realizado colectas en distintos actos, también Lotería de Navidad y camisetas, entre otras iniciativas. “La Asociación de Amas de Casa y Consumidores Santa Quiteria de Agüero va a asumir los trabajos en una de ellas”, explica Pilar Viejo, pero queda mucho para lograr la financiación que permita volver a bandearlas.
Mientras se alcanza el objetivo, tienen otros motivos de celebración. Ya colaboraron en el concierto de campanas que se realizó en abril de 2018, bajo el nombre “Echamos las campanas al vuelo”, que convocó Hispania Nostra, una de las entidades promotoras, junto a Campaners d’Albaida y el Museu Internacional del Toc Manual de Campanes, MitMac, con el apoyo del Ministerio de Cultura, de que el toque de campana manual fuera Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco. El sábado pasado lo que hicieron fue festejar que ya se ha conseguido. Mayores y niños lo hicieron como todos saben en Agüero, mostrando el arte del toque tradicional de las campanas.