La Biblioteca Durán Gudiol ha celebrado diversos actos en torno al Día Mundial de la Poesía, con una programación que tuvo su punto culminante este viernes, con un micro abierto donde participó gente diferente recitando sus temas favoritos y la posterior actuación de Versonoros, que contó con una invitada especial, Andrea Otal, coincidiendo, además, con el Día Mundial del Síndrome de Down.
Según explicó Ana Manzano, directora de la Biblioteca Durán Gudiol, la jornada fue intensa y marcó la clausura de un mes dedicado a este género bajo el nombre de "Primavera Poética". A lo largo de marzo, el espacio ofreció una variada programación que incluyó recitales infantiles, presentaciones de libros y encuentros literarios, con el objetivo de fomentar la lectura y visibilizar la poesía. En este marco, se dio especial protagonismo a autores contemporáneos.
Manzano destacó que, desde la creación del club de poesía en la institución, se ha buscado ampliar el espacio dedicado a este género y enriquecer la colección con nuevos títulos, lo que ha incentivado a más personas a acercarse a estos textos.
Aunque los niños también tienen su lugar en la biblioteca, el perfil principal de los lectores de poesía es adulto, con un interés por lecturas más literarias y por explorar nuevos estilos. Un claro ejemplo de esta tendencia es la creciente demanda de la obra completa de Gata Cattana, autora de poesía urbana fallecida en 2017. La Biblioteca Durán Gudiol es una de las pocas en Aragón que cuenta con esta recopilación.
Ana Manzano también destacó que, aunque la poesía es un género que tradicionalmente cuesta que salga de la biblioteca, cuando se le da visibilidad, cada vez más personas se animan a descubrirla.

VERSONOROS
Versonoros, el proyecto personal de Héctor Castellanos (Tico) y Nicolás Mora (Nico), fue el broche de oro de la jornada y a toda la programación. Esta iniciativa fusiona la palabra, la música y otras expresiones sonoras en una propuesta artística singular. Concebido como un espacio para compartir arte en un mundo efímero y en constante transformación, ha evolucionado hasta consolidarse como una alianza creativa de gran potencia expresiva. Su participación en la Biblioteca Durán Gudiol se inscribió en esta línea de exploración escénica, en la que se combina la poesía con la música.
El germen de Versonoros se halla en la ciudad cubana de Cienfuegos, donde Héctor Castellanos, desde su juventud en la Escuela de Arte, comenzó a sumergirse en la oralidad y la tradición de la décima, una estructura poética de diez versos octosílabos. Creció en un entorno donde la música, la danza y la improvisación poética eran parte fundamental de la cotidianidad, lo que alimentó su vocación teatral y musical. Décadas después, encontró en Nicolás Mora, guitarrista con más de varios lustros de recorrido, el compañero idóneo para materializar esta visión artística.
Versonoros ha plasmado su universo creativo en dos discos. El primero, Quiere ser canción, contó con ilustraciones de Rosa Gómez (Rosa Mai) y la colaboración de Roberto Ramos. Su segundo trabajo, Soledad pública, nació en plena pandemia y está dedicado a quienes sueñan con un mundo más tolerante e inclusivo. Grabado en Sabiñánigo y el Pirineo aragonés, este álbum contó con la participación de numerosos colaboradores, entre ellos Carlos Álvarez, María Gómez, Anabel Escartín y el colectivo Colmena Creativa. El tercer álbum, se encuentra en proceso de maduración.
En esta ocasión, Versonoros contó con la colaboración especial de Andrea Otal, quien enriqueció la velada con la lectura de una selección de sus propios poemas. Uno de los momentos más especiales de la noche llegó cuando Otal y Castellanos unieron sus voces para recitar Abre la muralla. La fusión entre palabra y sonido, entre la fuerza de la poesía y la calidez de la interpretación, convirtió este instante en una experiencia artística de gran belleza y significado.