Versonoros debuta en Madrid con su potente alianza entre la palabra y la música

La propuesta oscense de Héctor Castellanos y Nicolás Mora salta al escenario de Tribu de Poetas

16 de Febrero de 2024
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Héctor Castellanos y Nicolás Mora.
Héctor Castellanos y Nicolás Mora.

Versonoros es el nombre del personal proyecto de Héctor Castellano (Tico) y Nicolás Mora (Nico), basado en la palabra, la música y otras sonoridades para compartir en un mundo líquido, a veces demasiado volátil. Este sábado, a las 21:30, se producirá un momento muy especial, cuando esta potente alianza creativa se suba por primera vez a un escenario en Madrid, en Tribu de Poetas.

El punto de partida de este proyecto se explica echando la mirada hacia atrás, buscando en la ciudad cubana de Cienfuegos a un Héctor Castellanos adolescente y estudiante de la Escuela de Arte. "Desde pequeñito tenía ya pájaros en la cabeza e inclinación por el teatro -explica el artista-. Siempre estaba rodeado de músicos, bailarines y repentistas, una tradición que heredamos de España y que tiene que ver con la oralidad, con la décima, diez versos con estructuras de octosílabos. Es todo un juego".

Se dejó llevar por los primeros zumbidos de ese "rico enjambre" de música y ritmo cubano "Mi padre era militar, pertenecía a la nomenclatura de ese sistema dictatorial con un partido único, y mi madre no pudo estudiar, de haberlo hecho, habría sido buena actriz -estima-. Pero allí la familia es todo el barrio, la vida es muy abierta. Ahora lo puedo teorizar y puedo hablar a mis 53 años".

Héctor Castellanos, autor de los textos de Versonoros. Foto Myriam Martínez
Héctor Castellanos, autor de los textos de Versonoros. Foto Myriam Martínez

Y fue tejiendo su identidad artística con jirones de piel muy diversos, con actividades de calle, mucha experimentación y empleos para ganarse la vida. Y siempre ha dado la cara. Ahora dirige proyectos para niños, jóvenes y abuelos, y se siente identificado con las palabras que Irene Vallejo dejó escritas en uno de los capítulos de El infinito en un Junco. "Ella habla de que la vida de una persona puede ser en sí misma una obra de arte. Suena un poco fuerte, pero luego lo vas estudiando y dices: pues sí, porque lo he visto en otras personas y porque lo he visto en mí mismo".

Versonoros tiene mucho de eso. Se nutre del día a día de Héctor Castellano y de muchos pasos dados para llegar hasta este escenario, para encontrar a un compañero de viaje como Nicolás Mora, que, con su guitarra y más de quince años de trayectoria, encuentra música en las palabras, en esos textos que el cubano escribe de oído.

Así lo siente, como Irene Vallejo. "Es muy importante el sonido, la observación, también la técnica, todo lo que quieras, pero tiene que haber un equilibrio entre el oído y la experiencia".

Nico Mora ha sido alumno de grandes músicos como Carlos Vidal, Tolo Pueyo, Albert Cubero o Aitor Berdiel. Su estilo está orientado al jazz, al blues y al rock. Ha formado parte de diferentes grupos -es miembro de J4F- y ha trabajado en diversas Escuelas de Música.

Héctor, cuando toca, aporta sonidos con su cuerpo, un arpa de boca, las marcas o los bongos.

Armonía en el amor, el arte y la creación, y una conexión directa con el concepto de libertad -tan ausente en parte de su vida- que alberga Héctor Castellanos. Eso es Versonoros. Eso, y empezar a recoger lo que se ha ido sembrando, en un proyecto vivo y, como tal, dinámico, cambiante, diverso, ordenado en gran parte, e improvisado en algunos momentos. Imprevisible, siempre.

Tienen en su haber dos discos. El primero, Quiere ser canción, con ilustraciones de Rosa Gómez (Rosa Mai) y la ayuda de otra persona que siempre está ahí, Roberto Ramos. Se gastó en su edición el dinero que tenía para viajar a Cuba a ver a su familia, a su madre, "lo más grande" que tiene. Fue una dura elección, pero sintió que era el momento de hacerlo. "Fue un sueño", sonríe.

Hizo cien copias, se fue al Coso y las fue regalando conforme se iba encontrando con amigos, conocidos y gente que le ayudó cuando llegó a Huesca, cuando estaba sin nada; que le dio de comer o lo que necesitara. 

Una de las actuaciones en Huesca de Nicolás Mora y Héctor Castellanos, Versonoros.
Una de las actuaciones en Huesca de Nicolás Mora y Héctor Castellanos, Versonoros.

Su segundo disco fue Soledad pública, dedicado "a todos aquellos que sueñan con un mundo más tolerante e inclusivo". Fue creado en tiempo de pandemia, se grabó en Sabiñánigo y el Pirineo aragonés, en el espacio de ensayos de Jazz 4 fun (J4F), y con la implicación de muchos nombres propios como Carlos Álvarez, María Gómez, Anabel Escartín, Rosa Gómez, Roberto Ramos, Carlos Montull, Jaime Arilla y Jessica Barba, además de la Colmena Creativa, por medio de Celia y Sara.

Versonoros ha actuado en festivales como Periferias, Pirineos Sur o Cosecha de Invierno, el Casino Oscense, en los Claustros de San Pedro para las fiestas del Casco Antiguo, en Sesa y Nueno con el programa del Plan Extraordinario de Cultura en Acción (PECA) de la Comarca de la Hoya de Huesca, el Festival Noche de Juglares de Zaragoza, el Centro Cultural Manuel Benito Moliner, en la Catalítica con Angélica Morales, el 50 aniversario de la Biblioteca de Lanaja con la bailarina Violeta Borruel, bares como La Zarza o La Estrella, Barbastro, Fraga, Zaidín y un largo etcétera. 

El Spoken word (palabra hablada) es una performance poética que emplea elementos musicales y teatrales. "Hay muchas etiquetas", asume el artista, aunque Versonoros es demasiado personal para dejarse atrapar por el nudo de un lazo. Tampoco Héctor Castellanos, que posiblemente soñó en Cuba muchas noches con pájaros, leones, llaves y la Rosa de la Libertad, y que llegó hace veinte años a Huesca a visitar a su amigo Misael Hernández, en el parón de una gira teatral por Europa, y decidió hacer de la capital oscense su hogar. 

 

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