Hace más de 15 años, Vetusta Morla irrumpió con fuerza en la escena musical con su álbum "Un día en el mundo". Desde entonces, no han dejado de ganar nuevos seguidores y de triunfar en cada festival en el que se presentan. Este viernes, por primera vez, fue el turno de Pirineos Sur, donde agotaron las entradas semanas antes del evento. El resultado fue el mismo: casi 5.000 personas disfrutaron de sus grandes éxitos y su excelente nuevo disco, “Figurantes”.
Antes del acto principal, los prometedores Airu se presentaron en Lanuza. Estos bilbaínos llegaron con su primer trabajo, “Con lo bueno y con pena”, que mezcla el espíritu indie con aires de dream pop. Durante su actuación de una hora, las guitarras y los teclados fueron protagonistas, destacando temas como “Voy tan deprisa” y “Coloco los pies”.
A las 23:30, con luces parpadeantes y el recinto expectante, los cinco miembros de Vetusta Morla subieron al escenario flotante, logrando una conexión casi bíblica con un abarrotado anfiteatro. Empezaron con “Puentes” de su último trabajo, que destaca por su percusión polirrítmica y un estribillo para cantar a pleno pulmón. Intercalaron nuevas composiciones con sus clásicos como “El discurso del rey”, “Golpe maestro”, “Un día en el mundo” y “Finisterre”.
A mitad del concierto, Pucho se entregó por completo a las casi 5.000 almas que coreaban cada canción, destacando especialmente “Copenhague”, uno de sus grandes himnos y probablemente una de las canciones más coreadas de esta edición del festival. A partir de ahí, encadenaron otros de sus éxitos, con el resto de los miembros igual de implacables: “La vieja escuela”, “Consejo de sabios”, “Mapas”, “Te lo digo a ti”, “Sálvese quien pueda” y “Valiente”. La excelsa “La cuadratura del círculo” cerró el concierto, dejando espacio para una larga y exuberante demostración musical.
SONIDOS DEL MUNDO
Esta noche, Loreena McKennitt se subirá por primera vez al escenario flotante. La veterana artista canadiense, conocida por su espiritualidad, es autora de una decena de álbumes de estudio y se ha convertido en la indiscutible reina de la música de influencia celta, con más de catorce millones de discos vendidos. En 1991 lanzó “The Visit”, un trabajo histórico (cuatro veces platino en Canadá y disco de oro en Estados Unidos), que está recuperando en esta gira de aniversario.
El domingo, el segundo fin de semana del festival cerrará con una vieja conocida: Lila Downs, quien ya ha actuado en dos ocasiones. La cantante mexicana regresará para presentar su último trabajo, “La Sánchez”, y para ofrecer al público canciones populares de su repertorio como “Son del chile frito”, “Cariñito”, “Cucurrucucú” y “Cumbia del Mole”.
La música de Lila Downs fusiona influencias desde la música folclórica y ranchera de México hasta la música del sur de Estados Unidos, abarcando géneros como el jazz, blues y hip hop. En la misma jornada, se presentará otra figura clave de la fusión cultural: Mulatu Astatke. Este multiinstrumentista etíope es considerado el progenitor del ethio-jazz, habiendo trabajado en los 70 con músicos importantes como Duke Ellington, y fusionado música latina y jazz con la tradición etíope. Su fama creció en Occidente cuando el hip hop estadounidense comenzó a utilizar sus creaciones como inspiración.