El biólogo Zoe García Castaño, especializado en género, activista y artista multidisciplinario diagnosticado del Trastorno del Espectro Autista, sostiene que "las personas con autismo son diversas y superan estereotipos".
En una iniciativa destinada a informar y formar a la comunidad LGTBIQRA+ y arrojar luz sobre las realidades que les afectan, la "Asociación Huesca 28J" organizó el acto celebrado este sábado, en un salón del restaurante Palasaca, al que asistió una treintena de personas.
García Castaño, reconocido por su compromiso y experiencia en estos temas, estuvo acompañado por Lai Covas, bióloga y colaboradora en la realización de la obra que se presentó durante la charla. Ambos profesionales trabajan como educadores en Cataluña y forman parte del colectivo Argelaga.
Ambos alentaron al público a que participasen activamente, con preguntas y comentarios, e incluso le ofrecieron la posibilidad de utilizar juguetes antiestrés, en un esfuerzo por crear un entorno inclusivo y receptivo.
Comenzó la presentación afirmando que existe una relación entre autismo y colectivo LGTBIQA+, aunque reconocieron que no hay demasiados estudios que incidan en ese posible vínculo. "Eso sí, hay una teoría aberrante, que se conoce como la teoría del cerebro extremadamente masculino. Se basa en axiomas tales como que el cerebro de los autistas no empático, es muy frío y calculador, lo cual es simplificador y, en buena medida, falso".
Por otra parte, "esta teoría se basa en que los niños tienen un cerebro diferente al de las niñas; uno, el de ellos, más orientado a la acción y el pensamiento abstracto, y otro, el de ellas, más empático y dotado para las humanidades. Se obvia, por ello, toda relación entre constructo social y desarollo de áreas específicas cerebrales", consideraron.
Acerca de los científicos, de sus caracteres personales, de sus posibles prejuicios y, sobre todo, "de su incapacidad para reconocer las tipologías diversas de personas con autismo", versó una buena parte del encuentro, en el que también se indicó que hay estudios "chulos" al respecto.
Finalizaron su intervención, denunciando la "doble patologización" de la persona con autismo, así como "su infantilización y la negación de su autonomía".
Además, se criticó esa "máscara" que les obliga a aparentar no ser neurodivergentes. En el debate posterior, los asistentes verbalizaron sus propias experiencias y aportaron algunas anécdotas.