Unos 14.000 bidones, 5.000 bolsas, 40 bicicletas y unos 3.000 maillots ciclistas. Es el tesoro que tiene José María Pérez Jarne en su colección privada en el Museo de Ciclismo del Pirineo de Jaca. La semana pasada, él y una pequeñísima parte de sus maillots estuvieron presentes en la charla sobre ciclismo y deporte de las Fiestas del Barrio de Santo Domingo y San Martín de Huesca. Allí quiso hacer un pequeño homenaje al ciclismo portugués, ese "gran olvidado" para muchos pero que impulsa a tantos y tantos corredores al profesionalismo.
Pérez suele recorrerse el país para presenciar en directo diferentes carreras ciclistas. En los últimos años ha ido adquiriendo, a través de compras y donaciones, esta colección -con rango de museo- que en la actualidad es la que "más piezas tiene de España, que yo sepa".
El verano pasado, el Museo recibía la visita de un ilustre como Samuel Sánchez, oro olímpico en Pekin 2008. El exciclista profesional entrenó a Pérez un maillot del equipo BMC con cuello y bocamangas en oro. Todo un detalle; uno más de esta exquisita colección.
Sin duda, en verano y en fechas señaladas es cuando más curiosos se acercan hasta el museo de Jaca. "Ahora hay poca gente en la ciudad, pero en fechas así tiene muy buena aceptación". Pérez empezó a coger bidones en la Clásica Zaragoza-Sabiñánigo, hace casi 60 años. A partir de ahí, fue guardando y guardando hasta acumular una colección importante de bidones, bolsas de avituallamiento entre otro material. "Con el tiempo, te das cuenta que existen coleccionistas de esto. Tú mismo te animas. Luego, descubres internet y ya es la historia de nunca acabar".
Confiesa que la mayoría de los maillots los compra por internet, pero desde hace un tiempo, "la gente que ya se da cuenta de lo que hay, hace donaciones". Por eso "presumo de tener uno de los buenos museos que hay en España".
Respecto a la conservación de estas piezas, explica que no hay mucho misterio. "Yo algunos los tengo pinchados en la pared para que la gente los pueda ver. Ya sé que en un cuadro, protegido con un cristal, estaría mejor. Si tuviera 30 o 40, bien, pero teniendo 3.000, no puedo".
No sabría decir cuál es el maillot más caro que posee o el que más valor tiene en estos momentos, y es que "nosotros, los coleccionistas, somos caprichosos. Nos encaprichamos de un maillot concreto e igual pagamos una burrada". Pérez ha llegado a ver alguno por internet a un precio de 5.000€. "Yo creo que eso es una burrada, sea de quien sea. Pero cada uno hace lo que quiere con su dinero. Si me ofrecen mil euros por un maillot, yo quizás no le doy tanta importancia a ese dinero. Para mí es el trámite para conseguir ese objetivo. A un chico le dije que si me daba mil euros no se lo llevaba. A veces veo alguno por Ebay a 150 euros pero siempre no se puede. Te resignas, pero no se puede".
Los hermanos Castrillo
La pasada semana en Huesca mostró varios de los maillots que posee de los hermanos Castrillo, aunque Pérez quiso montar una pequeña sección en homenaje al ciclismo portugués por acoger a Jaime los últimos meses. En relación a ello, "Carlos Pereira, mánager del Sabgal Anicolor, me ha invitado a hacer una exposición en una carrera. No lo sabe ni el propio Castrillo. Tengo que pensarlo". Hablando de piezas únicas a las que tiene mucho cariño, recuerda la que el año pasado le dio la familia de su mejor amigo fallecido.
El más antiguo es de Mikel Mucio. "Me lo dio la familia con lágrimas en los ojos. Están agradecidos de que la gente lo pueda ver en el museo. Un maillot, como dijo él, en el armario lo ves dos veces al año, pero ahí se queda. De esta forma, divulgo el nombre de él. Si no se pierde en los armarios y en el anonimato".
Un colección que asombró a Induráin
Pérez relata que hace un año, Induráin se quedó "asombrado" de ver lo que había puesto a pie de carretera. "En esos momentos aprovechas para pedirle algo". Hace poco estuvo en Ejea de los Caballeros, y en total suma más de 80 exposiciones por toda España. Recalca que lo que más caracteriza al equipo es siempre un maillot y es que no hay un elemento más significativo. De ahí su gran colección. "Es un mundo, una enfermedad casi".