Salvo giro inesperado de los acontecimientos, la opción Pini, que nunca ha estado próxima para este 2023-24, se viene abajo. La finalidad del patrocinio inmediato y prolongado durante cinco años queda apeada por el hecho de que no puede ser destinado a fichajes, como era su pretensión. Desde el club, han buscado otro objetivo con ese dinero (en torno al millón y medio de euros), que no es sino la mejoría de los resultados económicos del presente ejercicio.
Ni siquiera el subterfugio planteado desde esferas del club, ese "ménage à trois" entre Pini, Fundación Alcoraz y Sociedad Deportiva Huesca es posible, por cuanto la Liga de Fútbol Profesional -y quién sabe si otras instancias- estarían vigilantes a una maniobra que podría ser considerada como "fraude de ley". Cuando menos, desde luego, es ortopédico, máxime si tenemos en cuenta que la Fundación es deudora del club.
Así las cosas, las posibilidades que harían viable la opción con Pini quedan descartadas para 2024. Otra cuestión es que se sustancie para ejercicios venideros, pero la urgencia del próximo mercado de invierno queda, definitivamente, circunscrita a la baja de Rubén Pulido, la desvinculación de Isidro Pitta y la "colocación" de Kanté y Lombardo, que, como joyas, tienen un precio tasado. Así que el aficionado ha de limitar su expectativa de fichajes a un abanico estrecho. Y, como dice una persona muy relacionada con el club, confiar en esa delantera milagrosa que son San Lorenzo y María Auxiliadora.