Al grupo de aficionados que se desplazaron el pasado sábado a Málaga para apoyar a la S.D. Huesca les tocó vivir una doble desagradable experiencia, por un lado la derrota del equipo y por otra “el trato hostil” de una parte de la afición malaguista. “Los gritos y los insultos ya los das por normales, pero es la primera vez en los muchos viajes que he hecho con el equipo que nos colocan en medio de la afición local y sin ningún tipo de separación”, relata una aficionada oscense.
Las provocaciones –algunas respondidas por los seguidores azulgranas-, insultos, faltas de respeto e incluso una agresión física (un golpe por detrás en la cabeza) se sucedieron sin que la seguridad privada del Málaga y la Policía Nacional, que estaban más pendientes del partido que de la grada, hicieran nada por apaciguar los ánimos. “El ambiente fue espectacular, con todo el estadio lleno, pero el comportamiento y el trato que recibimos dejó mucho que desear y hemos mandado una carta al Huesca para que lo tengan en cuenta”.
El colofón llegó al final del partido cuando desde una tribuna superior se lanzó una botella que fue a caer en la zona de seguidores malacitanos que estaban debajo de los altoaragoneses; éstos pensaron que habían sido los aficionados del Huesca los que habían hecho el lanzamiento y respondieron con otro envío de una botella. “Se montó un jaleo gordo y no nos dejaron salir del estadio para ver si se calmaban las cosas”.
La cuestión es que esta retención provocó que a los seguidores del Huesca les empezara a agobiar el reloj porque tenían que desplazarse hasta el aeropuerto y temían que fueran a perder el vuelo. “La Policía Nacional nos dijo que si salíamos del estadio ellos ya no se responsabilizaban de nuestra seguridad y el servicio del Málaga tampoco. Nos dejaron solos y menos mal que un grupo de seguidores del Málaga se ofrecieron a acompañarnos”.
Al final, con el susto y el miedo en el cuerpo, el grupo de altoaragoneses pudo coger el vuelo y regresar a Huesca. “Menos mal que habían ganado porque no sé qué hubiera pasado si llegamos a empatar o ganar. Fue todo muy desagradable porque lo que quieres es que el partido sea una fiesta. En Málaga lo pasamos genial, pero durante el partido vivimos una situación lamentable y queremos que el Huesca lo sepa por si puede trasladar nuestra protesta al Málaga”