Antonio Hidalgo ha comparecido en la previa del partido ante el Málaga (La Rosaleda, sábado, 18:30 horas) y aludido en primer lugar al cambio obligatorio en el lateral izquierdo. "Afortunadamente, los puestos están doblados. Vila no va a estar, estará Jordi, contentos de que el chico haya llegado con muchas ganas. Nos va a aportar ese dinamismo que tiene. Poco a poco está cogiendo lo que queremos con y sin la pelota. Y contentos de que vayan entrando otros también".
En Málaga pasó Hidalgo, como ha reconocido, posiblemente los "tres mejores años de mi carrera futbolística. Mi hijo mayor, Héctor, es nacido allí el año del ascenso. Yo creo que el sábado se va a vivir un ambiente increíble. El campo estará lleno. Eso yo, como jugador, sólo lo había vivido momentos puntuales. Ahora cada semana. La Rosaleda es una fiesta y el malaguismo está más activo que nunca. Les tengo mucho cariño".
En cuanto al rival, "es un equipo que no ha perdido, con un gran entrenador, que saca mucho jugo a sus equipos, que tiene mucha valentía a la hora de apostar por gente joven, gente muy dinámica, muy buen uno contra uno, con muchísima amenaza en la última línea y laterales muy profundos que te hacen mucho daño, con talento, con gente experimentada, con Alfonso en la portería que está desde el año pasado a un nivel increíble y lo sigue estando, les está sustentando. Va a ser un partido muy bonito. Tenemos que saber dónde están sus puntos débiles e intentar explotarlos".
En su discurso de rigor, ha afirmado el técnico azulgrana que "tenemos que estar alerta siempre. Saber que somos el Huesca y la situación que tenemos. Evidentemente, queremos sumar los máximos puntos posibles, pero queremos tener los pies en el suelo y aquí cualquier equipo, sea ascendido, o recién descendido o no, puede ganar a cualquiera. Tenemos algo especial que es la Rosaleda, que empuja increíble en los malos momentos, que ganaron en casa con un jugador menos. El otro día supieron sufrir fuera de casa aunque no fue su mejor partido según han dicho ellos, y la verdad es que todo está muy igualado. Ir al límite, competir y ajustarnos con o sin balón".
Ha afirmaado que tiene posibilidad de jugar con variantes tanto en esa línea defensiva como en medio campo y arriba. "Ahí está la riqueza del fútbol para intentar superioridades en cualquier sitio del campo y depende de lo que creamos así haremos".
Tras ver tres veces el partido del Burgos, diferencia las fases que llevaron a la derrota. "Intento ir a mínimos detalles explicarme los porqués, soy muy exigente y autocrítico. Y también cuando ganas. Creo que todos los entrenadores a este nivel lo hacemos y para eso nos pagan". Aduce que, "cuanto más enchufado esté yo y más al límite esté más va a ir todo el mundo. Es algo que hicimos el año pasado, lo estamos haciendo desde el primer minuto de la temporada. Habrá días mejores y peores, pero será innegociable".
Sobre las contingencias de cada jugador, afirma que "las cabezas de la gente tiene que estar preparadas para jugar o no jugar, tengo un equipo muy competitivo e involucrado que quiere muchísimo se enfada cuando no juega, y eso es bueno. En el entrenamiento todos quieren participar. Y al final, cuando esas cabezas y todos entendamos esos roles y esas posibles situaciones, mejor nos irá".