Las ventajas de los clubes humildes, aunque estén en la élite, consisten en la adaptabilidad de todos sus miembros y, especialmente, los de la cúpula. A los entrenadores, de repente, se les atribuyó el papel de "coach", incluso el de expertos en programación neurolingüística (léase Marcelo Bielsa, Mourinho, Guardiola...) como fórmula para incidir más en la disposición de los jugadores. En el Bada Huesca, que no sólo estira el dinero al estilo del chiste sobre el catalán (el que inventó el hilo de cobre estirando la peseta), la versatilidad alcanza a un mito viviente y practicante, que es José Francisco Nolasco. A sus habilidades en la dirección de grupos que combinan veteranía (si alguien de treinta años puede ser considerado veterano) y juventud casi de acné, a sus conocimientos sobre tácticas, a su facilidad para cambiar el tenor de los partidos, suma una nueva faceta que hemos conocido hoy: José Nolasco ha sido el guía por la ruta de la Badina de Estañonero en el valle de Nocito, una verdadera maravilla de la naturaleza.
Ahí estaban todos los de esta temporada histórica de estreno de la Liga Profesional, a los pies del Tozal de Guara repletos de rincones con encanto, ora agrestes, ora adecuados paa la contemplación. La Badina Estañonero forma parte de la cuenca del rio Guatizalema, y se encuentra en la confluencia de los barrancos de Abellada y de la Pillera, y se nutre con aguas procedentes de las fuentes de Espátula y de Fuendeguaril. La admiración ha dado paso al refresco de un baño en frías aguas que tonifican los músculos y reparan el calor.
Como colofón,el cuerpo técnico y los jugadores han recalado en el pueblo de Nocito dónde han hecho la parada reglamentaria en Casa Ortas, situada en Camino de la Pillera Nocito, donde han podido disfrutar de una estupenda comida. Son buenos principios. En general