Ficha técnica:
Bada Huesca: Gabor, Arguillas; Borragán 8, Óscar García, Adrià Pérez 2, Fabricio, Ian Moya 1, Ignacio Suárez, Paulo 2, Charly Pérez, Frank Cordiés 3, Parera 5, Malo 10, Nenadic, Samuel Cordiés.
Frigoríficos del Morrazo Cangas: Krivokapic; Essam, Brais, Thymann 5, Aron Díaz 2, Quintas, Gayo 1, Pérez 3, Toth 1, Arnau Fernández, Gallardo 7, Iglesias 1, Fodorean, Santi López 4 y Sherif 4.
Árbitros: Jesús Escudero Santiuste y Jorge Escudero Santiuste. Excluye a Samu Cordiés (2'), Adrià Pérez (5'), Frank Cordiés (13'), Óscar García (22'), Nenadic (48') por los locales, y a Fodorean (3' y 11'), Essam (19'), Sherif (39'),
Parciales: 2-2, 4-5, 6-8, 9-9, 12-12, 15-15 al descanso. 18-17, 20-17, 23-17, 25-20, 27-24, 31-28.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 21 de la Liga Plenitude disputado en el Palacio de los Deportes de Huesca.
Sufrir y ganar. Plan ejecutado a la perfección. Bada Huesca, que ha ido de menos a más, ha cocinado la victoria que no ha amarrado hasta el último minuto. Con Borragán, Arguillas (35% de acierto) y Malo inspiradísimos, ha logrado cuajar su defensa en la segunda mitad, estando 15 minutos sin encajar. Sin embargo, pese a la ventaja de hasta seis goles que ha logrado en la segunda mitad, en ningún momento ha tenido sujeto el partido. Los nervios han aparecido y la falta de ideas, por momentos, también. Al fina se ha vivido un toma y daca sin defensas donde tan sólo servía la garra y el pundonor. "Sí se puede", acababa gritando el Palacio.
Bien puede dar gracias Huesca de que Cangas haya estado negado de cara a puerta en el tramo inicial del partido, en lo que ha sido un festival de exclusiones para uno y otro equipo. El encuentro, que se antojaba dramático, ha estado muy parejo de inicio. Borragán se mostraba especialmente enchufado en ataque; se le echaba de menos en esa faceta. En el 10', un tanto de Gallardo ha puesto por delante a Cangas por primera vez.
Cambiaba de portero Nolasco dando entrada a Arguillas, y es que Gabor no había mostrado certezas. La jugada salía bien. En cualquier caso, más allá de alguna parada puntual de Arguillas, la cosa no mejoraba mucho porque Huesca era incapaz de construir una defensa férrea.
Se entraba a la recta final de la primera parte con empate a nueve en el marcador. Huesca encontraba con relativa facilidad el extremo con Rafael Paulo, haciendo mucho daño desde la esquina. Tan sólo el pundonor de Miguel Malo en el tramo final, quizás en el momento más caliente, ha permitido llegar al descanso tal y como había empezado todo: con empate. Pero es lo que tiene fallar tres penaltis. El último marrado por un Nenadic completamente negado.
Borragán comenzaba la segunda parte de la misma manera, con un acierto inmenso de cara a puerta (75%) que agradecía su equipo. Arguillas también sacaba a relucir su inspiración parando dos penaltis consecutivos y Huesca cogía una pequeña renta de dos goles (19-17). El pabellón se venía arriba. Por si no tenía suficiente, Arguillas seguía realizando grandes paradas para sostener a su equipo, manteniendo la leve ventaja que ampliaba Artur (20-17). Era momento de hacerse fuerte en defensa.
Por momentos lo lograba Bada Huesca, que se colocaba cinco arriba. Vista la situación y la motivación con la que jugaban los locales, a Ignacio Moyano sólo le quedaba pedir tiempo muerto.
Han temblado las piernas en el último tramo, justo en ese intervalo en el que el partido entraba en sus últimos diez minutos. Krivokapic se hacía grande en portería y, a la contra, Cangas recortaba distancias (25-21). Nolasco tenía que pedir tiempo muerto. Nervios y alguna duda que resolvían acertadamente Malo y Arguillas. Dos pilares que sostenían a los suyos en un momento clave (27-22).
Entrábamos en los cinco últimos minutos y Cangas lograba un parcial peligroso de 0-3. Malo disipaba cualquier duda haciendo su gol número ocho. Acto seguido lograba el noveno en su cuenta particular. Partidazo del oscense, también en este toma y daca final. Frank Cordiés anotaba para dejar el 30-27 a falta de 35 segundos; Arguillas detenía un penalti y Malo cerraba el casillero para los locales. Victoria, al fin.