Hostilidad en un gran ambiente. Así ha sido recibida la expedición de la SD Huesca a su llegada a La Romareda este domingo a eso de las 19:20 horas.
El derbi aragonés se disputa ante el Real Zaragoza y, como ha quedado demostrado, no es un partido más. Ambientazo por todo lo alto en la previa de una gran noche de fútbol.
El autobús del Huesca ha sido recibido entre pitos y en las lunas han impactado vasos llenos de bebida que ha dejado una imagen curiosa del bus chorreando a la bajada de los jugadores.
Uno de los primeros en bajar, el capitán, Jorge Pulido. También ha viajado Dani Jiménez, con el brazo en cabestrillo. El guardameta no ha querido pasar la oportunidad de estar cerca de su equipo pese a su lesión. En la puerta de La Romareda por donde acceden los jugadores, Ricardo Mur, consejero-delegado de la SD Huesca, quien ha chocado la mano uno a uno.