Bada Huesca: Gabor Decsi, Juan Cánovas, Alfonso Rodríguez, Miguel Malo, Artur Parera, Ignacio Suárez, Adriá Pérez, Ian Moya, Juan Cánovas, Carlos Pérez, Lorenzo Nasarre, Ismael Gabás, Álvaro Acosta, Pablo Casterad.
El partido entre Bada Huesca y la Selección de Canadá ha servido en lo social para que 1.047 personas contribuyeran a una buena causa y, en lo balonmanístico, ha transcurrido en las lindes propias de dos equipos profundamente descompensados. Uno, el oscense, de una de las menores ligas del mundo. El otro, el norteamericano, en la búsqueda de su capacidad para acceder a hitos muy inferiores como competir con combinados nacionales de su entorno.
En estos partidos, como siempre defiende Nolasco, una ganancia fundamental es no perder a ningún efectivo por lesión. Y ahí Bada Huesca ha comenzado perdiendo en lo fundamental con esa fea lesión que, en un giro de rodilla, ha padecido Alfonso Rodríguez, retirado entre gestos de dolor. En los primeros minutos, los de Nolasco han sufrido la "cesión" a Canadá de su portero Dani Arguillas, sin lugar a dudas el mejor canadiense junto a Kuypers, que tiene una notable capacidad de lanzamiento y sobresale muy por encima de todos. En un espejismo, los canadienses se han puesto por delante hasta por dos con los tantos de Kuypers y la muralla de Arguillas.
Con multitud de rotaciones, dando protagonismo a muchos de los jóvenes, todo ha ido entrando en orden y se restablecía la lógica en el ecuador de la primea mitad. Se repartían los goles entre Acosta, Bruno, Adriá, Moya, Molina, Cánovas y Nasarre sin necesidad de hilar demasiado las jugadas ante los rudimentarios movimientos canadienses. Al descanso, 16-10.
Todavía ha sido más placentero el segundo periodo desde que Adriá Pérez ha doblado realización. Todos participaban de la juerga goleadora, Gabás, Charly, Suárez, Adriá se lo pasaba pipa, mientras que sólo Kuypers, Reinhardt y Kleim eran capaces de perforar la meta local. A Kuypers se le hacía ya de noche. Y segundo susto cuando se acercaba a los veinte minutos, cuando Reinhardt arrollaba a Decsi, que se ha retirado dolorido y dejado su puesto a Casterad. En el bando canadiense, Arguillas ya descansaba y el pabellón sesteaba después de los bocadillos de bacon-queso y tortilla, eso sí, con aroma solidario. Prácticamente ha duplicado el guarismo el cuadro de Nolasco y ha concluido este sopor de partido con 36-23. Tiene mucha faena Latulippe si quiere acercar este grupo a un aspecto competitivo... Pero nada hay imposible.
Puestos a aplaudir y reconocer, hagámoslo con los colaboradores de la causa: Miguel Escuer, Agropal, Tecmolde y el Ayuntamiento de Huesca. No estamos para fiesta, pero ellos son los auténticos vencedores del Bada-Canadá.