Cuando el Club de Montaña Nabaín se inscribió en el año 2000, lo hizo como entidad dedicada al montañismo, el esquí o la espeleología, entre otras disciplinas. En su 25 aniversario recupera esta última actividad deportiva subterránea, que ya desarrolló en la primera década de vida del club sobrarbés.
Este fin de semana fuimos una docena de participantes los que cubrimos las plazas disponibles y pudimos de disfrutar de un ameno curso impartido por miembros de la Federación Aragonesa de Espeleología, en el que se incluían salidas a dos cuevas.
La jornada comenzó, para el desarrollo teórico y las prácticas, en el rocódromo de Boltaña. Tras una breve charla introductora, comenzamos con las detalladas explicaciones sobre el material técnico básico necesario para el buen desarrollo de esta bonita disciplina, para acto seguido empezar con las prácticas en pared. Montados arneses, descensores, mosquetones, bloqueadores y puños, pasamos la mañana practicando, desde el manejo de los aparatos en progresión, ascensos y descensos por cuerdas con fraccionamiento, hasta el acceso a las cabeceras, maniobras estas algo familiares para algunos de nosotros, iniciados en barranquismo, aunque con sus peculiaridades.
Por la tarde, después de comer, pusimos rumbo a la cueva de Seso, para nuestra primera práctica. Después de una aproximación de unos quince minutos alcanzamos esta cavidad, sin mucha dificultad técnica mas allá de algún paso estrecho. Se trata de una cueva pequeña, de unos 250m. pero en la cual pudimos disfrutar, además de las explicaciones de nuestros formadores, de las correspondientes y curiosas formaciones -estalactitas, estalagmitas, banderas, macarrones y sus curiosos y bellos gours-, y también de una pequeña colonia de murciélagos, que como no, dejamos que siguieran con su inalterable sueño. Cansados pero contentos pusimos fin a la jornada.
El domingo la persistente lluvia que nos acompañó todo el fin de semana obligó a posponer la segunda salida prevista a otra cueva para una próxima fecha. La jornada comenzó con una charla, siempre interesante, sobre la formación de las cavidades, sus propiedades y características, impartida por Nacho Ortega, director del curso. Acto seguido retomamos las prácticas en el rocódromo, sobre todo ascender y descender con fraccionamiento y después, continuamos con otra charla sobre bioespeleo y conservación de las cavidades -que esta vez corrió a cargo de la presidenta de la federación Ainhoa Ruiz- donde pudimos conocer los diferentes tipos de vida existente en las cuevas y su imprescindible conservación y recordarnos, una vez más, la imperiosos necesidad de preservar estos espacios siempre amenazados por el ser humano. El resto del tiempo, hasta el final de la jornada, lo empleamos en practicar nuevos nudos y escuchar nuevas explicaciones técnicas. Cerramos el fin de semana,deseando -puesto que como parece, a todo el mundo ha gustado- la continuidad de esta actividad (que, de momento, ya tiene una salida pendiente).Agradecer a Ainhoa, Amanda, Nacho y Andrés el compartir su sabiduría.